Enfoques diferentes de temas comunes
Empezamos el año con propósitos nuevos y es inevitable hacer una reflexión sobre algunos de los temas que se están tratando actualmente y enfocarlos desde un punto de vista diferente: me refiero al mercado laboral, a la inflación, a la sostenibilidad y a los fondos europeos.
En relación al mercado laboral, del que tanto se habla últimamente, me gustaría manifestar dos reflexiones, diferentes a toda la literatura que hay actualmente respecto a este tema, y son las siguientes:
Por un lado, hay que pensar en el mercado laboral con una visión a largo plazo. Para ello, es imprescindible poner el foco en la natalidad, la cual también se ha visto afectada por la covid y actualmente son ya más de cincuenta los países en los que se ha reducido la población en edad de trabajar. Lo cierto es que la caída de la natalidad hará que se reduzca la fuerza laboral y, como ya traté en otro artículo, se nos plantean serios problemas a la hora de encontrar trabajadores en las empresas.
Y, por otro lado, cabe señalar que el teletrabajo no está mejorando la productividad. Hay estudios que recogen que los empleados que trabajan desde casa hacen más horas con un menor rendimiento.
Otros temas a tratar serían la inflación y la sostenibilidad, que son cuestiones que se están tratando por separado pero que, si los analizas un poco, van bastante de la mano.
A raíz de la lucha contra el calentamiento global, se está dejando de invertir en determinadas materias primas para invertir en otras cuya demanda está aumentando, dando como resultado una inflación que, por otro lado, puede ser que se modere a lo largo del año, pero será difícil que veamos bajar precios en determinadas materias primas.
Y, en tercer lugar, también se han puesto muchas esperanzas en los fondos europeos, sobre los que habría que hacer una reflexión previa con respecto al sector público:
Y me explico, muchos son los KPI que analizaremos a lo largo del año, pero, por comenzar por uno, que podría ser un observatorio de los Fondos Europeos, lo ideal sería que se gestionaran como en una empresa, con un gestor que decida teniendo en cuenta criterios eficientes y objetivos y, para eso, quizás el primer paso que habría que dar sería crear un organismo independiente que velara por la gestión de esos fondos.
En definitiva, comienza el año con muchos propósitos para todos, y en particular para las empresas que, como siempre, tienen retos 360º; con el consumidor -para seguir innovando y ofreciendo productos de calidad-; con sus procesos -avanzando en digitalización, logística y capacidades operativas-; con sus empleados -en retención y captación de talento-; y con la sociedad -apostando por la sostenibilidad-.
Pero siempre ante los desafíos hay oportunidades que sabemos bien que el tejido empresarial sabrá aprovechar y ser, una vez más, el motor de la economía.