Carlos Pujadas, ingeniero informático por la Universitat Politècnica de València (UPV), fundó su primera empresa dedicada a desarrollar soluciones de software para el sector Salud y decidió venderla. Al poco tiempo decidió emprender de nuevo fundando Lãberit, una empresa con presencia en 12 países.
Hablamos con él, en la terraza del Hotel The Valentia, sobre la trayectoria de la empresa. Pero, sobre todo, reflexionamos sobre la importancia de la competitividad, la productividad y la creatividad para el crecimiento de la empresa. Y, por encima de todo, la necesidad de contar con trabajadores felices en la compañía.
De Alfatec a Lãberit
– ¿Cómo fue el paso de Alfatec Sistemas a Lãberit?
Alfatec comenzó su andadura hace poco más de diez años con la filosofía de ser una empresa cercana de innovación tecnológica de servicios de muy alta calidad. Poco a poco hemos ido creciendo fundando empresas monográficas altamente especializadas paralelas y participadas por Alfatec. El crecimiento se ha llevado a cabo más rápidamente de lo que se había planificado. Hemos consolidado una plantilla cercana a las 800 personas con una gran proyección de crecimiento.
– ¿Cómo nace Lãberit?
Se trata de una marca en la que llevábamos trabajando desde hace dos o tres años. El equipo de creatividad buscó el nombre y la imagen con mucho cariño. Estábamos esperando a que ocurriera un momento mágico como la fusión de estas empresas monográficas con las que contábamos y donde Alfatec Sistemas era la empresa líder con el 60 % del tamaño de todo el grupo.
Nuestra organización interna es por unidad de negocio y cada una de ellas cuenta con un equipo humano asignado, un gerente y su cuenta de resultados. Finalmente, hemos fusionado todas estas empresas pero internamente no ha habido un cambio estructural porque ya estábamos organizados por unidades de negocio.
Actualmente, Lãberit agrupa a 36 unidades de negocio que se corresponden con 36 competencias monográficas que nos proporcionan un amplio abanico de posibilidades de implantación tecnológica y de especialización enorme.
Los objetivos de Lãberit
– ¿A qué aspira Lãberit?
Queremos formar parte de los Top Ten españoles de nuestro sector. Lãberit está creciendo por encima de la media del mercado. De hecho, este año llegaremos al 55 %. De este porcentaje, un 30 % corresponde a crecimiento orgánico, fruto de nuestros proyectos. El 25 % restante competería a la incorporación de equipos humanos, empresas pequeñas, adquisiciones o participaciones sociales.
En 2020, con la pandemia, crecimos un 25 %. Sí que es verdad que entre marzo y abril hubo una conmoción internacional donde sectores muy concretos se vieron muy afectados. Yo he tenido que escuchar comentarios como: “Tú estás en el sector tecnológico que no se ha visto afectado por la pandemia”. Pues claro que sí. Algunos de nuestros clientes aplicaron ERTE al 100 % de sus plantillas y nos quedamos sin interlocutor en los proyectos. Estos no murieron, se congelaron, pero te quedas sin interlocutor.
– Has comentado que prevéis crecer inorgánicamente, lo que incrementaría las unidades de negocio…
Ya hemos llevado a cabo esas dos adquisiciones que completan ese 25 % de crecimiento inorgánico del que hablábamos. Aunque es posible que de aquí a Navidad incorporemos alguna empresa más al grupo.
«En una economía globalizada como la actual, si solo compites en tu mercado local estás condenado a seguir siendo una pyme»
– ¿Qué estáis buscando?
Es confidencial, pero puedo adelantarte que las dos que ya hemos adquirido, una está en Canarias y la otra en Baleares. De esta forma, hemos completado nuestro mapa nacional con los dos archipiélagos. En Canarias ya estábamos implantados, mientras que en Baleares trabajábamos en algún proyecto pero no teníamos sede.
– ¿Qué papel juegan las personas en su compañía?
Las personas que integran la organización están en el centro y son nuestro único activo, siempre lo decimos y no nos cansamos de repetirlo. Abarca a las personas que fundaron la empresa, a las que se han ido sumando y a las que han ido trabajando y aportando su granito de arena, su sudor, su esfuerzo y su valía personal.
De hecho, durante los momentos más duros de la pandemia no aplicamos ningún ERTE, conservamos a toda la plantilla. Es más, pusimos en valor a las personas y creamos nuevos proyectos, soluciones y productos y salimos con un “offering” recolocando a los trabajadores. Una de nuestras políticas es no dejar a nadie atrás.
Aceleración digital
– La pandemia ha acelerado la digitalización empresarial y la incorporación de las nuevas tecnologías se ha convertido en una obligación para las empresas. En tu opinión, ¿en qué grado de desarrollo tecnológico se encuentran?
Según un estudio de la Comisión Europea, un 17 % de nuestras pymes ha completado su proyecto de transformación digital, mientras que las grandes empresas llegan hasta el 54 %. Estas cifras revelan que queda un largo camino por recorrer y que el grado de digitalización de las empresas españolas es bajo. Algunas de ellas ya han hecho sus deberes pero la mayoría necesitan avanzar.
Poco tamaño
– ¿Cuáles serían sus debilidades?
El tamaño de las empresas es uno de los factores que más nos está pasando factura al tejido empresarial valenciano. Como bien sabes, la Comunitat es territorio pyme. Hay que pensar que la transformación digital no implica solo una inversión económica, conlleva un cambio de los procesos de negocio y estos últimos deben ir encaminados a incrementar la productividad. Si eliges la dirección correcta te conviertes en una empresa más competitiva. En un mundo globalizado como en el que estamos es necesario caminar hacia la competitividad.
En esta misma línea, los sectores y las empresas de mayor tamaño de la CV son las más avanzadas. De hecho, las empresas cerámicas, las de distribución de alimentación, etc., están avanzando de una forma más eficiente hacia esa transformación digital. Vuelvo a insistir en que las pymes, a pesar de que muchas de ellas lo han hecho muy bien, en general tienen un recorrido incompleto. Deben avanzar mucho más.
– Además del tamaño, ¿qué otras dolencias acusan?
Cuando tienes poco tamaño no puedes avanzar en los procesos de transformación y no eres competitivo internacionalmente. Estás constreñido al mercado local. En una economía globalizada como la actual si no eres capaz de competir más que en tu mercado local estás condenado a seguir siendo una pyme.
Para salir de esta situación, la pequeña empresa debe globalizarse siendo productivo y competitivo en el ámbito internacional. Si no lo es, debe cambiar los procesos y la tecnología le sirve para llevarlo a cabo. Pero, este no es el fin en sí mismo, es el medio para alcanzar una mayor productividad.
La estrategia de las pymes
– ¿Qué es lo que para a las pymes a la hora de ganar tamaño?
Yo pondría sobre la mesa tres ejes. En primer lugar, la inversión, que se puede financiar y se puede planificar y además, su retorno suele ser rápido. El segundo eje sería la capacidad de la empresa de contar con talento para impulsar estos procesos de cambio con la visión y el tiempo adecuado. Y, por último, la formación ya que muchas de las pymes carecen de ella. Y no estoy hablando de formar a tecnólogos, sino a directivos o mandos intermedios que necesitan tener conocimientos adicionales sobre las TIC.
– ¿Cómo valora la concentración empresarial que se está produciendo en determinados sectores generando grandes grupos empresariales?
El tamaño sí importa, como ya hemos hablado. Es necesario fomentar las fusiones y adquisiciones, hay que conseguir que nuestras empresas sean más grandes y más competitivas pero también es muy relevante la creatividad.
A veces, a las empresas grandes les cuesta más llevar a cabo los cambios tecnológicos, mientras que las startups lo hacen desde su nacimiento. Por ello, es tan importante conciliar la creatividad con el crecimiento. Es fundamental impulsar estos dos ejes.
Formación = crecimiento económico
– La rápida evolución de las nuevas tecnologías genera que haya vacantes en el mercado laboral por cubrir y que el sistema educativo no responda a estas nuevas necesidades y sean las propias empresas las que formen a sus empleados para no perder el tren de la innovación. ¿En tu opinión, cuáles van a ser los perfiles más solicitados en el futuro?
Debemos ser conscientes de que España tiene un 40 % de paro juvenil. Sin embargo, el desempleo en jóvenes formados en nuevas tecnologías es cero y la demanda es muy superior a lo que egresan las universidades y los centros de FP. Esto quiere decir que no estamos respondiendo desde nuestra planificación educativa, tanto en la CV como en España, a la demanda social.
Necesitamos más programadores, analistas, arquitectos de software… Prácticamente de todos los perfiles que trabajamos dentro del sector de las TIC de los que egresan actualmente. Para mitigar esta situación incorporamos perfiles de otras disciplinas proporcionándoles formación intensiva durante tres meses para que se incorporen a las TIC. De este proceso de aprendizaje están surgiendo profesionales muy capacitados. Pero, esta no es nuestra labor.
Lo que esperamos de una sociedad bien coordinada es que las universidades sean capaces de formar a los profesionales que necesita el mercado. Es en este punto, precisamente, donde tenemos un escalón que subir. No estamos en la posición en la que deberíamos estar.
Con lo cual, si tenemos un 40 % de paro juvenil debemos estimular a buena parte de estos jóvenes para que se dediquen a las TIC. Si lo conseguimos, las empresas que estamos haciendo un buen trabajo en el mercado, –incluso internacionalizando la producción española ya que es mucho más rápido exportar software que un producto manufacturado donde tenemos grandes competidores como China, Alemania o EEUU–, podremos contratar a más personas porque necesitamos tener más mano de obra disponible.
«Nuestro objetivo es que nuestros trabajadores sean felices. Atendemos a la persona como un todo, no solo desde la dimensión profesional»
Sistema educativo y tecnología
– ¿Nuestro sistema educativo reglado va con retraso?
El mercado es mucho más dinámico que los sistemas educativos. Cambiar un plan de estudios puede costar entre seis y ocho años. Mientras que nosotros en dos años ya contamos con nuevas tecnologías.
– ¿Puede ser que los contenidos de la FP se ajusten más a lo que necesitan las empresas?
La Universidad imparte una formación acorde a nuestras necesidades. Sin embargo, en FP la formación es más dinámica. Sus plazos formativos son más cortos y nos permiten a las empresas dotarnos de gente de una manera más ágil. Además, podría dar salida a ese 40 % de paro juvenil y ahí podría estar el principio de la solución a nuestra falta de profesionales cualificados.
– ¿Crees que la automatización de la producción provocará la desaparición de empleos?
Hace unos años se hablaba de que los nuevos lenguajes para desarrollar software iban a ser tan automáticos que suplirían al propio programador. Es decir, lo que siempre se ha creído con la revolución industrial que dejaría puestos de trabajo al margen y generaría paro, no ha sido así. Las máquinas no crean paro, crean progreso y este necesita mano de obra. La llegada de las TIC no va a generar paro. Al contrario, van a crear más trabajo con la peculiaridad de que este debe ser especializado.
De todas formas, no pueden incorporarse al mercado laboral aquellas personas que no tienen ninguna cualificación. Con lo cual, el objetivo primordial es cualificar a todas ellas. Se trata de una de labor social que debemos hacer en este país. Por ello, desde la Administración, empresas, e incluso desde las ONG debemos conseguir que todas esas personas se formen y puedan insertarse en el mercado laboral y la tecnología es un camino para conseguir este fin.
Lãberit y la retención de talento
– ¿Qué importancia tiene la retención del talento y cómo se lleva a cabo desde Lãberit?
Como ya he dicho, y no se trata de un discurso vacío, ponemos especial énfasis en las personas, es uno de nuestros valores empresariales que tenemos muy interiorizado. Un ejemplo: cuando en Alfatec, la empresa originaria de Lãberit, éramos doce personas contratamos al primer psicólogo y actualmente ya son cinco.
Nuestro objetivo es que nuestros trabajadores sean felices. Atendemos a la persona como un todo, no solo desde la dimensión profesional. Procuramos atender todas sus necesidades personales y preferencias. Además, en nuestra profesión es importante que el talento fluya. Por ello, premiamos a quienes son innovadores, a los que proponen cambios, a los tienen una buena razón para romper las reglas burocráticas, a aquellos que quieren avanzar y mejorar la organización…
En definitiva, que los trabajadores hagan lo quieran hacer, como lo quieran hacer y donde lo quieran hacer, que se creen equipos donde haya ayuda mutua y donde uno sienta que se convierte en mejor profesional por estar rodeado de determinadas personas… Por su parte, la empresa debe trabajar la cuenta de resultados para que se pueda maximizar el salario.
Innovación empresarial
– ¿Consideras que nuestras empresas son innovadoras?
En primer lugar, quiero aplaudir a muchas empresas valencianas que se han esforzado en este sentido, sin embargo, en innovación nos queda un largo camino por recorrer. Existen instrumentos desde la Administración que la fomentan como los fondos Next Generation. Aunque soy algo escéptico en cómo se están trabajando para que lleguen de forma rápida, directa y efectiva.
En definitiva, lo que debemos hacer es ayudar a nuestro tejido empresarial a caminar hacia la innovación pero esta debe estar dirigida hacia procesos que mejoren la productividad y conlleven una transformación digital.
La visión de Lãberit sobre los fondos europeos
– Sobre los fondos Next Generation, hay sectores que consideran que servirán para paliar los daños económicos ocasionados por la pandemia. ¿Cuál es tu opinión?
Pienso que hay un retraso en su llegada y con menos planificación de lo que a mí me gustaría. En cuanto a procesos, considero que hay un alto desconocimiento por parte del tejido empresarial sobre cómo adherirse a ellos.
En cualquier caso, ayudarán a llevar a cabo estos cambios y las personas que participan en la toma de decisiones deben intentar aprovecharlos. Pero no solamente tienen que preocuparse por recibir los fondos, deben dedicar horas de directivos y de ejecutivos de sus compañías para que se realicen esas transformaciones digitales. Es decir, buscar el camino hacia la competitividad global, tal y como comentábamos.
Desde Lãberit estamos trabajando en 12 o 13 países y somos competitivos en otros tantos y esto es lo que tenemos que conseguir que hagan todas nuestras empresas. En la CV, las empresas siempre han destacado por su espíritu exportador. Si no lo son es posible que se deba a su tamaño que les lleva a una falta competitividad en un mercado globalizado.
Por ello, fusiones, crecimientos, adquisiciones… En definitiva, contar con empresas más grandes y poderosas que pueden tener el suficiente músculo para salir al exterior y que sus procesos de transformación digital puedan ser asumidos o digeridos con un coste respecto a la cifra de ventas total.
– Entre las pymes existe la sensación de que solo accederán a los fondos UE las grandes empresas y ellas los verán pasar…
Comparto esa sensación y me apena que así sea. Tenemos que tener esperanza y esperar que pueda llegar a las pymes. Los programas Perte exigen que estos consorcios que están creando las grandes empresas se adhiera un número de pymes determinado. De todas formas, debemos trabajar y exigir que los fondos UE lleguen a las pymes.