El consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero han vuelto a aumentar. Por esta razón, el sector de la energía y de los servicios públicos se enfrenta a un reto: cumplir con los compromisos de reducción de las emisiones de huella de carbono a largo plazo. Así se refleja en el informe anual ‘Observatorio Mundial de los Mercados de la Energía (Wemo)’ elaborado por Capgemini.
El informe reclama planes realistas y asequibles para acelerar la transición energética, que permitan medir las trayectorias de las empresas con cero emisiones netas y que tengan un impacto real. La conclusión es clara: «El abastecimiento de energía sostenible es clave para prevenir el incumplimiento de los objetivos climáticos«.
El estudio analiza el estado y las tendencias de los mercados y las tecnologías de la electricidad y el gas en América del Norte, Europa, Asia y Australia.
Aumenta la oferta de las renovables y tecnologías energéticas
Los mercados al contado de electricidad se encuentran en niveles récord, vinculados a la demanda sostenida, a los bajos márgenes de capacidad de generación, a los altos precios del gas y a los altos precios del carbono en el caso de Europa.
Por otro lado, el informe refleja que la oferta de electricidad de origen renovable ha aumentado. Mientras que los costes de las renovables siguieron disminuyendo en 2020. En concreto, las capacidades de generación de energía solar y eólica aumentaron en 2020, representando el 10 % del mercado de generación de electricidad. La tendencia a la baja de los costes podría invertirse en 2021 y en los años siguientes, a medida que aumenten los llamados precios de los metales críticos (cobalto, litio, selenio, estaño, etc.), los equipos y el transporte.
Philippe Vié, vicepresidente de Energía y Utilities del Grupo Capgemini, explica: «Frenar la trayectoria del cambio climático requiere un cambio de marcha en lo que respecta a la inversión. Cada dólar invertido debe traducirse en una disminución de las emisiones. Ahora es necesario invertir mucho más en la generación de bajas emisiones de carbono si queremos cumplir con el crecimiento de la electrificación. Y, al mismo tiempo, descarbonizar la generación de electricidad».
En este sentido, el hidrógeno verde está cobrando cada vez más fuerza. Según indican en el informe, tiene el potencial de descarbonizar un 15 % adicional de la economía mundial. Eso sí, su precio es tres veces más elevado que el del hidrógeno de origen fósil. No obstante, la disminución de los costes de la electricidad renovable y de los electrolizadores podría conducir a la paridad en 2030.
Compromiso de neutralidad en las tecnologías energéticas
La competencia en los mercados minoristas de la electricidad y el gas se ha recuperado en gran medida a principios de 2021. Sin embargo, en la actualidad, los altos precios de la energía están provocando que algunas empresas refuercen de forma efectiva su posición. Mientras que las empresas del sector utilities demostraron su resistencia financiera en 2020, los actores del sector del petróleo y el gas se vieron más afectados. Aunque muchos se han recuperado gracias al aumento de la demanda y los precios del petróleo y el gas.
La presión de las partes interesadas sobre las grandes empresas de petróleo y gas ha acelerado su diversificación hacia la electricidad, las energías renovables y la movilidad eléctrica. Además, ha reforzado sus compromisos de neutralidad en materia de emisiones de carbono. De manera especial, en el caso de las compañías petroleras internacionales europeas (IOC).
En el estudio se refleja que estos actores están aprovechando la actual transición energética con la finalidad de desarrollar nuevos modelos y reinventarse. Precisamente, con la digitalización y adopción de tecnologías de bajas emisiones de carbono están «tratando de encontrar el equilibrio adecuado entre satisfacer las expectativas de las partes interesadas y garantizar la transformación del negocio en mercados competitivos«.
«Las energías renovables han cambiado las métricas de medición y se necesitan otras nuevas»
Colette Lewiner, asesora de Energía y Utilities de Capgemini, ha expresado al respecto que «es importante que la sostenibilidad de la generación eléctrica, el almacenamiento en baterías y la producción de hidrógeno y de bajas emisiones de carbono se evalúe a lo largo de sus ciclos de vida. Las energías renovables han cambiado las métricas de medición y se necesitan otras nuevas«.
Y añade: «El camino hacia las cero emisiones netas para las empresas globales debe basarse en métodos de medición científicos indiscutibles. Y en datos precisos que incluyan todos los gases de efecto invernadero. El acceso a la energía se está convirtiendo en un reto social. La industria y los gobiernos deben encontrar el equilibrio entre la descarbonización y la garantía de que las necesidades energéticas mundiales sigan siendo accesibles para todos«.
¿Cómo cumplir con los objetivos de cambio climático?
En el informe se añaden una serie de recomendaciones para cumplir con las metas energéticas del cambio climático. Sin dejar de lado, eso sí, garantizar la seguridad del suministro energético y la asequibilidad para los ciudadanos.
Entre otras el Wemo, sugiere establecer planes de transición energética «ambiciosos, pero realistas«. Teniendo en cuenta el tiempo de adaptación de las sociedades, sus industrias y los estilos de vida de sus poblaciones. También, acelerar la investigación en tecnologías bajas en carbono como puedan ser la solar, eólica, baterías eléctricas o el hidrógeno verde. Además de reducir las trabas administrativas para la construcción de instalaciones renovables.
Por otro lado, se plantea medir el efecto de las medidas adoptadas. «Las instituciones financieras deberían definir criterios extrafinancieros estandarizados. Lo que permitiría comparar los esfuerzos realizados por las empresas«, señalan. Tampoco dejan de lado la ciberseguridad. «Se necesitan sistemas más inteligentes. Especialmente, en redes eléctricas para dar cabida a una gran proporción de energías renovables«. Sin embargo, esto va unido a un mayor riesgo de ciberseguridad «a medida que se conectan más dispositivos a las redes«, según se comenta en el observatorio.
Por último, aplicar medidas de adaptación energéticas para hacer frente al retraso en la consecución de los objetivos climáticos.