La agricultura parece que pasa uno de sus peores momentos. Las lluvias son cada vez más escasas y los cultivos son complicados de sacar adelante. Ante esta aparente ‘desoladora’ situación, cada vez son más los estudios que se hacen para mejorar los productos agrícolas y facilitar sus cultivos. Es el caso de un grupo de investigadores de la Universidad Politécnicas de Valencia (UPV), quienes han liderado un estudio internacional, durante ocho años, junto con un equipo del Instituto Universitario de Conservación y Mejora de la Agrodiversidad Valenciana (COMAV). Este proyecto sienta las bases para conseguir nuevas variedades de berenjena más resistentes al cambio climático, a condiciones extremas de temperatura, salinidad y enfermedades.
El líder del proyecto, Jaime Prohens, ha hablado con Economía 3 y nos ha contado que “este avance supone una revolución para los productores de berenjenas de todo el mundo, ya que podrán obtener nuevas variedades con características hasta ahora desconocidas”.
El equipo del COMAV-UPV trabajó con un único objetivo: ampliar la base genética para conseguir variedades mejor adaptadas al cambio climático. De esta manera identificaron carga genética interesante, también porque pueden hacer frente a algunos de los principales problemas actuales de la berenjena.
¿Quién se puede beneficiar de esta ‘revolución de la berenjena’?
Lo cierto es que son muchos los sectores que pueden hacerlo, pero dos de ellos son los más llamativos. Por un lado, los agricultores de esta hortaliza disminuirían costes. Además harían un cultivo mucho más sostenible, ya que la cantidad de agua y de insecticidas que necesita es menor. Y, por otro lado, los consumidores nos beneficiaríamos de un precio más asequible y una mayor oferta.
Pero los beneficios no se quedan ahí, en palabras del propio Prohens, “también se ha visto que estas berenjenas poseen muchos más antioxidantes y propiedades beneficiosas para la salud humana que otras variedades, por lo que sus ventajas son innumerables”. Además, la producción de estos productos “se podrá hacer de una manera mucho más ecológica y sostenible, lo que dará respuesta a la alta demanda de este tipo de productos en el mercado”, afirma Prohens.
La nueva Ley de Cadena Alimentaria
Actualmente, todo el sector hortofrutícola se encuentra en vilo por lo que será la nueva Ley de cadena alimentaria. Una ley que busca ayudar a los agricultores más pequeños intentado proteger los precios para que puedan ser lo más justos posible.
En este sentido, estudios como este son un avance para la agricultura. Esto supone una ayuda para los productores ya que, además de tener un nuevo apoyo legal, también pueden tener la posibilidad de acceder a esta tecnología para disminuir los costes. Eso hará que tengan un margen aún mayor para fijar los precios y obtener más beneficio.