La tasa de inflación interanual de la eurozona subió en julio tres décimas, hasta el 2,2%, en comparación con junio, lo que supone el dato más elevado desde 2018, según los datos publicados por la oficina de estadística comunitaria, Eurostat. Pese a este dato de récord, España sigue registrando un IPC superior a la media de la eurozona, con un crecimiento interanual del 2,9% en julio.

En concreto, el dato de la eurozona suponer el mayor porcentaje desde octubre de 2018, cuando la tasa de inflación interanual se situó en el 2,3% en el área del euro. De esta forma, Eurostat confirmó la estimación preliminar publicada el pasado 30 de julio. En julio de 2020, la tasa de inflación entre los países que comparten el euro era de solo el 0,9 %.

Respecto al conjunto de la Unión Europea, la inflación se situó en el 2,5% el mes pasado, tres décimas más que lo apuntado en junio y muy por encima del 0,9% detectado un año antes.

En España, la tasa aumentó cuatro décimas, desde el 2,5% en junio, hasta el 2,9% en julio. En ese caso, se trata del dato más elevado desde febrero de 2017. Entonces, la inflación llegó al 3%, según Eurostat.

La inflación, disparada en algunos países

En el resto de países, las mayores cotas se dieron en Estonia (4,9%); Polonia y Hungría (ambas, del 4,7%); mientras que las menores se registraron en Malta (0,3%); Grecia (0,7%) e Italia (1%).

En comparación con el mes de junio, la tasa de inflación aumentó en 16 países de la eurozona, cayó en nueve y se mantuvo estable en dos, mientras que en ningún país la tasa fue negativa.

Por componentes, la mayor contribución a la inflación interanual de la eurozona vino de los precios de la energía (14,3%), seguido de la comida, el alcohol y el tabaco (1,6%), los servicios (0,9%) y los bienes industriales no energéticos (0,7%).

La inflación subyacente, que excluye el efecto de los precios de la energía y los alimentos frescos por ser los más volátiles, se mantuvo sin cambios con respecto a junio, en el 0,9%.