Unicaja y Liberbank culminarán su proceso de fusión este viernes
Después de que hace una semana (el pasado 19 de julio), el Ministerio de Asuntos Económicos diera luz verde a la fusión entre Unicaja y Liberbank, ayer se confirmó que, finalmente, será este viernes cuando se cierre la transacción.
El próximo 30 de julio se pondrá punto y final a un proceso de negociación que se ha prolongado más de dos años. Unicaja y Liberbank comenzaron a entablar conversaciones sobre una posible unión entre ambas en 2018. No obstante, en mayo de 2019 decidieron romper las negociaciones, frustrándose así el intento de fusión (situación similar a la ocurrida en noviembre de 2020 cuando BBVA y Sabadell dieron marcha atrás a su posible integración). Sin embargo, y tras un parón de más de un año, los dos bancos volvieron a citarse. En busca de que, esta vez sí, pudiera fructificar el acuerdo. Al final, la pandemia del coronavirus y la necesidad de buscar sinergias que incrementen la rentabilidad (que se ha visto muy resentida en los últimos años para las compañías bancarias), se ha erigido como factores claves para que la fusión se materialice.
Unicaja ampliará capital para acometer la operación
La integración de las dos entidades bancarias se realizará mediante una ecuación de canje de una acción de Unicaja de un euro de valor nominal por cada 2,7705 títulos de Liberbank de dos céntimos de valor nominal. Para ello, y según han confirmado las dos entidades bancarias a la Comisión del Mercado de Valores (CNMV), el Banco con sede en Málaga realizará una ampliación de capital restringida a los accionistas de Liberbank. Las nuevas acciones de Unicaja cotizarán en Bolsa la próxima semana y su primera sesión en el mercado de renta variable será el 2 de agosto.
Para que la operación se cristalice, prácticamente todas las acciones de Liberbank acudirán al canje pactado. De las 2.979.117.997 acciones que componen el capital social de Liberbank, apenas dejarán de acudir a la permuta el 0,2%. Es decir, el 99,98% restante sí acudirá. El motivo reside en que Unicaja no es titular de ningún título de Liberbank, mientras que el banco de origen asturiano tiene en propiedad 629.759 acciones propias en autocartera.
4,5 millones de clientes y presencia en el 80% del país para la nueva Unicaja
La empresa resultante de la fusión se convertirá en la quinta entidad bancaria del mercado español en número de empleados y oficinas. Asimismo, será, también, la que complete el Top 5 en volumen de activos. No obstante, quedará relegada al sexto lugar en cuanto al volumen de créditos concedidos (directamente superada por Bankinter).
Desde el punto de vista estratégico, se trata de una fusión con bastante lógica. Dado que Unicaja (entidad con mayor tamaño en este proceso) tiene una fuerte presencia en el centro (especialmente en el sur del país) y la actividad de Liberbank se encuentra, principalmente, localizada en la región norte del país; la operación atiende a fuertes principios de coherencia. El nuevo banco derivado de la integración de negocio tendrá, con esta maniobra, presencia en el 80% de nuestro país. Además, de una cartera de cuatro millones y medio de clientes.
Como viene siendo tónica habitual en este tipo de procesos, la fusión implicará una cifra considerable de despidos y que todavía, desvelada. Actualmente Unicaja cuenta con 6.200 empleados repartidos en 1.000 oficinas; localizándose una gran parte de ellas en Andalucía y, en menor medida, en Castilla y León. Mientras que la entidad bancaria creada por Cajastur-Banco CCM y las cajas de Cantabria y Extremadura, cuenta con 579 sucursales (la mayoría de ellas en la zona norte de nuestro país) en las que trabajan 3.700 empleados.
Continúa acentuándose el proceso de concentración bancaria en España
Desde de la crisis financiera de 2008, en España se han producido múltiples fusiones dentro del sector bancario. A pesar de ello, el Banco Central Europeo (BCE) sigue insistiendo pidiendo que este proceso se acelere e intensifique. Por ello, el de Unicaja y Liberbank no es más que el último (veremos por cuánto tiempo) capítulo en el importante proceso de concentración bancaria que se está produciendo en nuestro país. El escenario de tipos de interés bajos que lleva prologándose en el tiempo durante los últimos años, unido a una regulación cada vez más exigente (que requiere unas mayores exigencias de capital para las entidades bancarias), han lastrado la rentabilidad del sector. De tal manera, que la fusión de entidades bancarias, que den lugar a otras de mayor tamaño, más sólidas y más eficientes (reducción de costes), aparece, en muchos casos, como la única solución para la viabilidad de varias empresas del sector.
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