La pandemia de covid-19 ha ocasionado una intensa crisis económica que ha afectado a la totalidad de los países desarrollados. Para hacer frente a esta situación los principales actores del mundo económico no cesan en el desarrollo de planes y proyectos destinados a la reactivación. La financiación de las empresas se pone sobre la mesa como una de las principales cuestiones a tratar. Es aquí donde entra en juego el papel de los mercados de valores. ¿Pueden estos ser una pieza clave para reflotar la economía?
Resiliencia en los momentos más críticos
A diferencia de lo que ocurrió durante la crisis de 2008, los mercados de valores han respondido «adecuadamente» en un año marcado por la crisis sanitaria. Así lo ha afirmado el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, durante un encuentro acerca de la utilidad de estos en la recuperación de la economía.
Buenaventura ha destacado el marcado papel que los mercados de valores tienen en la financiación de las empresas. Además, ha defendido su resistencia en los momentos más difíciles de la pandemia. «Han seguido formando precios y ofreciendo liquidez incluso en los momentos más tensos. No se quedaron bloqueados en su funcionamiento«, ha declarado.
En este sentido, se ha mostrado orgulloso de la regulación que la Unión Europea llevó a cabo entre 2011-2016 para diseñar mecanismos de protección. «Nunca se regula para prevenir la crisis siguiente, sino para reaccionar a la última. Pero, lo que se hizo entonces ha contribuido a que los mercados de valores salgan ahora indemnes«, ha añadido.
Su apuesta es clara: hacer uso de fondos propios a largo plazo, del equity y, por supuesto, del mercado de valores. «Los fondos europeos no son por sí mismos suficientes. Con fondos ajenos la deuda no sería sostenible. Ya existe bastante problema de sobreendeudamiento«, ha remarcado.
«Nunca se regula para prevenir la crisis siguiente, sino para reaccionar a la última»
Mercado de capitales en Europa: escaso y débil
Desde la CNMV, sostienen que los mercados de capitales en Europa están muy por debajo de los de otras zonas económicas. Por ejemplo, Estados Unidos. «Europa presenta un mercado de capitales escaso y débil«, han argumentado. «Las empresas se financian más con deuda bancaria que con equity«, añaden.
Este «raquitismo» en el mercado Europeo tiene dos consecuencias. La primera es que dificulta la inversión y el crecimiento de las compañías. A este respecto, Buenaventura ha destacado que las empresas europeas «adolecen de falta de tamaño» y de «masa crítica«. Esto, según el presidente de la CNMV, las hace «frágiles ante las adversidades«. La segunda, impide que el factor de madurez empresarial que impone el mercado se refleje en una mayor profesionalización de las empresas. Especialmente, en el caso de las pymes.
Cuando la banca endurece el acceso al crédito las empresas sufren el impacto inmediato. Esto, por tanto, afecta al empleo y a la economía general.
Diferencias con Estados Unidos
En cuanto a cifras de diferencia, Buenaventura ha revelado que la renta variable europea es aproximadamente la mitad que la de los estadounidenses. 200.000 millones la primera y 448.000 millones la segunda.
En cambio, la renta fija se sitúa en 3,5 billones en la Unión Europea y 7,3 billones en el mercado americano. El presidente ha reflexionado acerca de cómo dos bloques «que no son tan distintos» puedan presentar tantas diferencias en este sentido.
En el caso de España, las emisiones son de 132 mil millones. Un 46% más frente a datos de 2019. La captación de equity o recursos propios es de 38 nuevas emisiones por valor de 10.800 millones. Un 10% de ascenso, respecto al año anterior. «Esto último demuestra que se sigue nutriendo de capital y financiación a las empresas en un año tan difícil«, ha dicho.
Cabe destacar una singularidad propia del país. Y es que el grado de participación de inversores minoristas es un 25% superior a la media de la zona euro. La CNMV lo justifica recalcando la consolidada tradición de inversión directa en bolsa y al reducido peso de la inversión institucional a diferencia de otros países.
«El mercado de valores es una palanca fundamental para la recuperación de la economía»
Objetivos del CNMV
La comisión considera al mercado de valores como «una palanca fundamental para recuperar la economía«. Y para ello apuesta por introducir objetivos más innovadores para que esta no se nutra exclusivamente de la financiación tradicional ni bancaria.
En este sentido, aboga por la obtención de fondos especialmente para pymes. También, apuesta por la transición ecológica y digital. Una economía más integradora y resiliente, que tenga en cuenta el «envejecimiento de Europa«. Y favorecer la competitividad de las empresas y la autonomía estratégica de la UE.
«No hay que olvidar a las empresas locales. Estos tienen que perseguir la innovación para acelerar el crecimiento«, ha sentenciado el presidente.
¿Cómo hacer más atractivo el mercado de valores?
Pero, para llevar a cabo estos objetivos hay que impulsar su imagen. Desde la CNMV apuestan por la reducción de requisitos de acceso, explorar nuevas fórmulas de salida a bolsa, captar recursos propios o estimular la inversión financiera.
Los riesgos de la inversión en criptomoneda
El presidente de la comisión ha querido poner en relieve los peligros de las inversiones en algunos activos. Es el caso de las criptomonedas. Según este, los bajos tipos de interés y la escasa rentabilidad en los ahorros lleva a que los inversores particulares busquen nuevas fórmulas de inversión. Esto plantea serios problemas en personas con una baja educación financiera.
«La situación es complicada. El riesgo es real«, comenta. E ilustra cómo en la actualidad los usuarios tan solo necesitan contar con un dispositivo móvil para tener accedo al trading. «Puede llevar a situaciones de decisiones arriesgadas e, incluso, de estafas«, ha añadido. Para ello, sugiere tres medidas: alertar, asesorar y educar.
Cuotas femeninas, una cuestión pendiente
CNMV sostiene que para finales de 2022 se estima que los consejos de sociedades estén representados en un 40% por mujeres. Según informan, el año pasado el porcentaje ya se situaba entorno al 30%.
«Es ambicioso, pero realista. Es un tema importante al que le dedicamos mucha atención. No solo por la igualdad de oportunidades, sino por la captación de talento«, ha expresado.
Por último, ha señalado que la cifras son «mucho más preocupantes» en el caso de las directivas de las compañías.