La Autoridad Europea de Mercados y Valores (ESMA) dejará de obligar a los inversores a partir del próximo viernes a notificar las ventas en corto cuando equivalgan o superen el 0,1 % del capital de una empresa, al considerar que las condiciones que se viven desde el comienzo de la crisis hace un año se normalizan.

«Las circunstancias actuales de los mercados financieros se alejan de la situación de emergencia» que justificaría mantener esa medida, que se tomó el 16 de marzo de 2020 para las acciones negociadas en mercados de la Unión Europea (UE), explicó la ESMA en un comunicado divulgado este martes.

La principal razón es que las previsiones económicas «muestran un moderado optimismo para la recuperación, una reducción de la volatilidad y los principales índices bursátiles de la UE se acercan a los niveles previos a la pandemia». Además, el nivel de posiciones cortas «está disminuyendo en toda la UE» de forma que se reduce el riesgo de que las presiones para vender puedan desencadenar o agravar movimientos negativos vinculados con la crisis del coronavirus.

En la práctica, a partir del 20 de marzo solo se tendrán que comunicar las posiciones en corto si alcanzan o superan el 0,2 % del valor de los activos afectados por esa obligación. La decisión inicial tomada hace un año por el regulador para imponer la obligación de informar de esas posiciones en corto a partir del 0,1 % se había renovado tres veces, en junio, en septiembre y en diciembre. La última expiraba el 19 de marzo.