-¿Cuáles son las prioridades en materia de empleo a tenor de la crisis del coronavirus? ¿Qué medidas concretas va a adoptar la Generalitat para paliar los efectos de la covid sobre el trabajo?

-En una crisis sanitaria de tal dimensiones como la que estamos sufriendo, desde Labora y la Generalitat hemos puesto el foco en atender a los colectivos vulnerables, a los que más están sufriendo las consecuencias de la pandemia.

Probablemente seamos la autonomía que más ha destinado a paliar la grave situación de los autónomos que se vieron abocados a cerrar sus negocios por el estado de alarma, un total de 57 millones.

Además, pusimos en marcha un plan extraordinario de empleo para que las entidades locales pudiesen contratar a más de 3.000 personas desempleadas.

Ayudas de conciliación, ayudas para las personas afectadas por los ERTE o el plan extraordinario de vigilantes para las playas son algunas de las iniciativas en las que hemos participado para intentar mitigar los efectos de esta crisis en los sectores más perjudicados.

Portada de la revista Economía 3 dedicada a las empresas que generan empleo

-En esta línea, ¿cuánto está presupuestado para políticas activas de empleo para 2021? ¿Cuánto se ejecutará en el corto plazo y para qué medidas?

-El compromiso del botánico con el empleo ha tenido su reflejo en los presupuestos del año que viene. No en vano, el programa que más crece es el de Labora, cuyo presupuesto se incrementa en 77,6 millones de euros (un 55,7% más).

Los planes de fomento del empleo de Labora tendrán una dotación de 122 millones de euros en 2021. De ellos, 122,4 proceden del Fondo Social Europeo a través del programa operativo 2014-2020 REACT-EU.

Labora tendrá varias líneas para diferentes perfiles de trabajadores. La principal es la dotada con 78 millones de euros destinada a corporaciones locales y entidades dependientes o vinculadas para la contratación y prórroga de agentes de empleo y desarrollo local y para los Acuerdos Territoriales de empleo y desarrollo local.

Las subvenciones por la contratación de jóvenes menores de 30 años suman 31 millones de euros, la mayoría procedentes del Fondo Social Europeo, la misma cantidad prevista en el plan de ayudas a empleadores por la puesta en marcha de medidas que mejoren las condiciones de sus empleados o por la transformación de contratos temporales en indefinidos.

La dotación para las ayudas por contratación de trabajadores por autónomos o a desempleados que se den de alta en proyectos innovadores llega a 2,3 millones de euros.

-Sectores como el de la hostelería o el del ocio son de los más castigados en esta crisis. Para aquellos trabajadores de estos sectores que se queden sin empleo, ¿cómo se los puede recolocar?

-La crisis sanitaria que estamos sufriendo ha supuesto un tsunami para todos los sectores económicos. No obstante, ha quedado de manifiesto que los que más lo están sufriendo son los trabajadores de la hostelería y el turismo como lo reflejan las cifras de paro registrado de las comarcas más turísticas.

En este sentido, tenemos que hacer una reflexión profunda para potenciar aquellos sectores que no sean tan dependientes de las crisis cíclicas. Por ejemplo, ha sido admirable la rapidez de la transformación de la industria tradicional valenciana y como han pasado a producir mascarillas y otros elementos sanitarios en un tiempo récord. Hoy la Comunitat puede autoabastecerse prácticamente con los productos valencianos.

Necesitamos empleos de calidad y con alto valor añadido. Que rompan la estacionalidad y la precariedad de nuestra economía.

-¿Qué sectores pueden ser tractores en la creación de empleo para superar la crisis?

Este mundo está cambiando muy deprisa y no podemos fiárnoslo todo a un sector determinado ¿Quién iba a pensar que el textil se convertiría gracias a la producción de material sanitario en uno de los más punteros?

En este sentido, más que un sector determinado creo que desde la administración es importante potenciar el proceso de digitalización y las inversiones en I+D que permitan a nuestra industria adaptarse a las nuevas necesidades del mercado.

Del mismo modo, la economía circular, la sostenibilidad medioambiental, lejos de ser un problema, puede ser una oportunidad de negocio para las empresas para generar nuevos empleos.

-Desde las administraciones se insiste en la transformación del modelo productivo “sin dejar a nadie atrás”, esto lleva implícito un necesario componente de formación, ¿qué esfuerzos se deben realizar en este sentido para que sea efectiva esa afirmación de no dejar a nadie por el camino?

Efectivamente, la formación es clave para lograr que las personas puedan reciclarse y pasar de una sector a otro en función de las necesidades del mercado.

En este sentido, Labora acaba de presentar su oferta formativa. Son más de 800 cursos que beneficiarán a más de 13.000 personas que recibirán una formación certificada.

Este plan, para el que destinamos alrededor de 44 millones de euros, está adaptado a las necesidades de cada territorio, ya que además de tener en cuenta qué familias profesionales y especialidades formativas son las más demandadas, hace una revisión exhaustiva de cada comarca.

-Ya, por último, preguntar por los ERTE, ¿hasta qué fecha deberían mantenerse? ¿Servirán para mantener el empleo o se producirá una destrucción de trabajo posterior?

Los ERTES han sido un instrumento de protección extraordinario, como reconoce la misma UE. Pero contra más se alargue la situación, menos útiles serán. La administración ha salido al rescate de las empresas, sin valoraciones específicas. Algunas esta en la UCI con respiración asistida. Cuando terminen las ayudas, lamentablemente cerrarán. Son las que ya tenían escasa viabilidad antes de la pandemia. Perderemos empresas y empleo. Pero las resistentes saldrán más reforzadas, y son las que acabarán creando el empleo estable que necesitamos.

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