Los directivos piden dejar la demagogia de lado y salvar a las empresas y personas
El XIX Congreso de Directivos de la Fundación CEDE-Confederación Española de Directivos y Ejecutivos que se celebra en el Palau de les Arts Reina Sofía de València bajo el lema liderazgo transformador, busca aportar propuestas de futuro para sobrellevar el impacto económico derivado de la pandemia provocada por la COVID-19, poniendo en el centro al empresario y al directivo.
Como anfitrión el alcalde de València, Joan Ribó ha abogado por «reconfigurar un nuevo espacio que nos proyecte para afrontar los desafíos futuros» y ha destacado entre los retos de la ciudad -recientemente reconocida entre las seis ciudades europeas más innovadoras y que ejercerá como capital mundial del diseño en 2022-, el que «directivos de lo publico y lo privado apostemos por unos valores éticos donde la sostenibilidad, la justicia y los derechos sociales marquen el rumbo». «Si queremos salir de esta crisis mejor, más reforzados, no podemos consentir que nadie quede atrás», por tanto ha animado a los presentes a ser «valientes en sus propuestas y firmes en sus conclusiones».
Ana Colonques presidenta del comité organizador, ha recordado parafraseando a Antonio Garrigues Walker que el futuro de la globalización no está escrito, subrayando que la transformación empieza aquí desde el dialogo, «hay que exigir pero alcanzar acuerdos entre empresarios, dirigentes y sociedad», ha defendido.
Asimismo ha recordado que la empresa «no es un fin en sí misma, si no un medio para mejorar la vida de las personas, desde un liderazgo creativo y solidario, alejado del conflicto y de la deshumanización laboral; con el objetivo de forzar un marco común que propicie el éxito económico , el bien común y la prosperidad del país».
Antoni Francesc Gaspar, president de la Diputació de Valencia, ha calificado este congreso como «muy oportuno» y se ha mostrado crítico contra «quienes alzan la voz y hacen ruido», pues ha alertado que «fomentar el miedo conduce al odio y el uso intensivo del miedo y del odio nos hace mucho más vulnerables». Por tanto, ha dicho, es el momento «de la buena política y de la buena empresa, de buenos políticos y buenos empresarios porque tanto la política como la empresas las hacemos las personas».
«Desconfiemos de quienes lo tienen todo claro, la soberbia y el dogmatismo son dos síntomas a erradicar del poder y la toma de decisiones», ha añadido. A juicio la política «tiene que seguir marcando las prioridades sociales, pero no tendrían la misma eficacia sin la aportación y participación del tejido económico y social, siendo labor de administración y empresa hacer frente al miedo, transmitiendo confianza y certeza», ha dicho.
Hilario Albarracín, presidente de KPMG ha moderado la mesa de debate con José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España y Antonio Garamendi, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, CEOE.
Por su parte, José Luis Bonet, ha recalcado que esta es la peor crisis, no solo sanitaria sino también económica, que hemos vivido.
Haciendo memoria ha destacado que desde la transición, España ha dado «un salto mayúsculo» en progreso y bienestar, porque ha habido «estabilidad» basada en los principios fundamentales de la Constitución, mencionando expresamente la «separación de poderes» o la «monarquía parlamentaria». Además ha subrayado la internacionalización de la economía española donde ha añadido «la acción determinante de la corona».
Entre las previsiones económicas que maneja la institución, el presidente de la Cámara de España ha señalado una caída prevista del PIB del 14% y que la tasa de paro alcance el 22,5%, además de una importante «destrucción del tejido productivo».
A su juicio hay dos alternativas posibles: rendirse y morir, o luchar y salvarse. A su juicio la resiliencia se consigue a través de la colaboración: «basta de demagogias y vayamos a salvar a la gente», ha dicho, donde la «cogobernanza y la colaboración-público privada, se hacen imprescindibles».
Cree Bonet que a las empresas hay que acompañarlas, potenciar el emprendimiento, y favorecer la flexibilidad: «Europa nos va a salvar, pero esto significa deuda, por tanto el sistema bancario debe apoyarlo, aunque conlleve de forma extraordinaria, una revisión de la regulación».
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha pedido a la clase política «que trabaje por el país, que juegue a la moderación» que es lo que necesita España para tener estabilidad y generar la confianza necesaria para superar la crisis generada por la pandemia.
Durante su intervención en este XIX Congreso de Directivos CEDE ha subrayado que una de las claves para que España funcione es generar confianza y que para ello se necesita estabilidad a través del entendimiento y la moderación.
«Yo creo que este país necesita moderación, este país es moderado», ha subrayado el presidente de la patronal, que ha insistido en la importancia de que «la economía no se pare» y en el papel jugado por los ERTE, donde ha dicho quedan unos 790.000 trabajadores, y las líneas ICO.
«No podemos parar la economía», ha defendido Garamendi, que ha apuntado que se habrá que seguir ayudando a las empresas que lo necesiten «mientras esto no funcione».
Además, ha hecho hincapié en un uso eficiente y adecuado de esos recursos, y ha recordado que «las empresas son las que crean riqueza«, ha señalado Garamendi que ha defendido que «deben ganar dinero, dar dividendos y con eso crear valor a la sociedad».