El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha afirmado que el plan de recuperación por la crisis de la COVID-19 diseñado por el Gobierno plantea apoyar al sector primario para potenciar su competitividad, digitalización y sostenibilidad. Durante su intervención este jueves en un encuentro telemático de Nueva Economía Fórum, el ministro ha avanzado algún aspecto de cómo se beneficiará el sector agrario y pesquero de esos fondos de recuperación comunitarios, aunque sin detallar cuánto presupuesto se destinará a tal fin.

También el plan fija objetivos en el uso eficiente del agua (regadíos) y en el apoyo a un sector pesquero más sostenible. En materia de agua, Planas ha indicado que ve necesario avanzar en su uso eficiente y ahorro, mientras que en el apartado de digitalización se ha centrado en el deseo de llevar la conectividad no sólo a todos los municipios rurales sino también a las explotaciones.

Dentro del apartado de la competitividad y sostenibilidad, ha incidido en que el Gobierno quiere una «puesta al día que es necesaria» a través de acciones como la renovación de los invernaderos, una mejora de los laboratorios de sanidad animal y vegetal, aplicar la estrategias comunitarias de Biodiversidad y ‘De la granja a la mesa’ o potenciar la bioseguridad en la ganadería.

La pesca se beneficiará de los fondos de recuperación para «sostener y apoyar todos» los elementos de sostenibilidad científica, investigación, seguimiento y digitalización. A su juicio, el sector agrario «estará en el centro de la recuperación» y será uno de los que «claramente tirará de la economía y del empleo», por lo que se convertirá en un «protagonista fundamental».

El ministro se ha mostrado confiado en que habrá un «futuro muy positivo» para la agricultura que, eso sí, dependerá no sólo de ese fondo de recuperación tras la pandemia sino también de cómo se aplique la futura Política Agrícola Común (PAC) y de la Ley de la Cadena Alimentaria. De hecho, gran parte de la intervención y de las preguntas que ha recibido han girado en torno a la negociación de la PAC 2021-2027 que encara las próximas semanas encuentros decisivos a nivel comunitario para cerrar los textos.

Actualmente, hay un «debate interesante y muy complicado» entre los países europeos sobre cuántos fondos se destinan a las ayudas directas, al desarrollo rural o a los objetivos medioambientales. España «se apoya más en el primer pilar, es decir, en las ayudas directas aunque el segundo (desarrollo rural) sea también fundamental», ha especificado.

El Consejo Europeo fijó vincular el 40 % de los fondos de la PAC a la lucha contra el cambio climático y la preservación del medioambiente, lo que a juicio de Planas supone un «esfuerzo notable» para el productor. En ese planteamiento de sostenibilidad, ha destacado que los ecoesquemas son la «gran novedad» en la próxima programación aunque la agricultura española ya ha avanzado en ese camino.

Tras la negociación europea, vendrá la nacional que también será «complicada» por la necesidad de diseñar un plan estratégico que «apoye» a «todos» los agricultores del país, teniendo en cuenta la diversidad productiva interna. Para ello, mantendrá un encuentro con las comunidades autónomas a final de año y otro en la primavera de 2021 para terminar de perfilar esa aplicación de la PAC.

La Ley de la Cadena Alimentaria y su próxima adaptación a la directiva comunitaria ha estado sobre la mesa en el foro porque, según el ministro, es un asunto relevante ya que trata de la rentabilidad económica: sin ella, «ninguna de las otras -social y medioambiental- se tiene en pie». Para que sea rentable «cualquier eslabón» hace falta un precio de venta superior a los costes de producción y la reforma de dicha ley pretende «un mayor equilibrio», «más transparencia en la formación de los precios» y que cada agente «reciba una justa retribución».

Por otro lado, ha avanzado su intención de dotar de más presupuesto a los seguros agrarios en los próximos presupuestos generales del Estado y de incentivar la renovación de la maquinaria agrícola con ayudas pero también a través de préstamos bonificados y avales con la Sociedad Anónima Estatal de Caución Agraria (Saeca).

En comercio internacional, ha pedido a la Comisión Europea que haga una reflexión «profunda» para buscar la «igualdad de condiciones» entre los alimentos producidos en la UE y los que se importan desde terceros países. También ha hecho una breve alusión a la filtración que hubo recientemente sobre la autorización que habría dado la Organización Mundial del Comercio (OMC) a la Unión Europea para imponer aranceles a productos estadounidenses por valor de 4.000 millones de dólares como contrapartida a las ayudas estatales al fabricante de aviones estadounidense Boeing.

Si eso fuera así, «se abriría la posibilidad de la resolución» del conflicto arancelario con EE.UU. que ha afectado a producciones agroalimentarias españolas. En todo caso, Planas ha señalado que hay que esperar a la celebración de las elecciones en Estados Unidos el próximo mes para que la Administración que entre «pueda estar en condiciones de negociar la desaparición de estos aranceles que penalizan injustamente a muchos sectores».