Pago de los Balagueses Syrah
¿Qué hace una Syrah como tú en un sitio como este? Una buena respuesta sería: adaptarse a la perfección a este microclima mediterráneo (con categoría de Vino de Pago) para ofrecer un vino con expresión propia y personal. Las cepas que se utilizan para elaborar este vino tienen 40 años y hunden sus raíces en una finca, muy cerca de la Solana de Las Pilillas (Requena), lagar rupestre donde los íberos elaboraban vino en el siglo V a. C., rodeado de pi-nos y monte mediterráneo. Sus 780 metros de altitud y un suelo calcáreo, franco arenoso lo convierten en un lugar óptimo para la viticultura.
Pago de los Balagueses Syrah es uno de los vinos de Bodegas Vegalfaro que más reconocimientos acumula y, desde su primera añada en el mercado (la 2000), se ha convertido en un referente de la variedad en nuestro país. Añada, tras añada, Rodolfo Valiente, su viticultor y enólogo, ha ido entendiendo el comportamiento de la Syrah para conseguir el deseado equilibrio.
Una de las claves que destaca es la fecha de vendimia. Este vino ecológico y elaborado siguiendo las pautas de la biodinámica, con crianza de diez meses en barricas de roble francés, en copa se muestra muy brillante, de capa media/alta y color rojo cereza con destellos rubí. Ligeramente glicérico. De elevada intensidad aromática.
El vino despliega un marcado carácter especiado, para dejar paso rápidamente a fruta roja (frutillos rojos) y negra (mora) en sazón. No esconde su potencia. Nariz seductora. Al oxigenar, se refuerzan los balsámicos y las hierbas de monte mediterráneo. Algún matiz lácteo (yogur de mora). Una añada 2017 que se apoya más en las especias, características de la variedad, que en la sección floral (también presente –florecillas azules– pero como acompañante y contrapunto).
Con gran presencia en boca, con garra, ligeramente cálido, con sensaciones tostadas y ahumadas, fruto de su crianza en barricas de roble francés. Vuelve la fruta que habíamos percibido en nariz, la masticas y cruje con rica acidez. Sensación mineral que aporta frescura. Franco, con el abanico de especias muy presente. Muy sabroso.
Su acidez, el alcohol, perfectamente integrado y un tanino pulido le confieren una fantástica estructura. Pese a ello, Rodolfo consigue que pase ágil por boca, con una elegante potencia. El tiempo ha puesto todos sus elementos en su lugar preciso. Las hechuras que presenta lo arman perfectamente para tener una larga vida en botella, si se resiste la tentación de echar mano del sacacorchos.
Vino para quedarse
“La Syrah ha venido a Los Balagueses para quedarse. Hemos acertado au-nando variedad, suelo y microclima”, así de rotundo se muestra Rodolfo Valiente. A esta variedad “le gusta el clima seco, la caliza y los vientos del oeste que soplan en la ladera”, explica el enólogo, que recuerda que, la de 2017, fue una añada muy adelantada, en la que el reto fue conseguir el equilibrio en todos los componentes del vino y que este fuera capaz de transmitir el entorno en el que nace, rodeado de pinares, hierbas aromáticas y cultivos mediterráneos.
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