Probando a diseñar el aula de un futuro inmediato
El arranque del curso escolar ha traído a la primera línea de debate el diseño de las aulas. Las limitaciones de espacio de los actuales colegios o del propio mobiliario han limitado las opciones con las que los docentes pueden experimentar. Cerca de esa idea trabajan alumnos de diseño e interiores de la escuela ESNE y para convertir en realidad sus ideas han tocado a la puerta de Actiu.
La Escuela Universitaria de Diseño, Innovación y Tecnología cuenta este curso con la nueva Aula Smart, concebida y diseñada colaborativamente por los alumnos de todos los cursos de su Grado en Diseño de Interiores. El proyecto nació de una propuesta para que los estudiantes conceptualizarán su aula de trabajo ideal en cuanto a iluminación, materiales, disposición y mobiliario. De esa iniciativa, Actiu ha puesto a su disposición talento, diseño e industria.
La nueva Aula Smart ha supuesto un proyecto de renovación y transformación integral del espacio que incluye innovaciones en suelo, techo e iluminación, la incorporación de mobiliario móvil y abatible, una pantalla táctil que controla todas las funciones domóticas y una materioteca con un amplio catálogo a disposición de los alumnos.
El espacio resultante es ágil y versátil, capaz de acoger clases teóricas y, también, sesiones de trabajo en equipo.
“Tenemos la suerte de que ESNE busca renovar y modernizar constantemente sus instalaciones para que sean adecuadas a cada área de formación. El Aula Smart nace de la necesidad de los alumnos y profesores del Grado de contar con un espacio propio, que fuera un emblema del Grado Universitario Oficial en Diseño de Interiores. Así, los estudiantes han podido trabajar en un proyecto real, diseñando y creando su aula ideal, un espacio en el que, además, pasan muchas horas de su día a día”, explica María Antón-Barco, Directora del Grado en Diseño de Interiores de ESNE.
El espacio ha sufrido una transformación total. Además de la electricidad, el proyecto de los alumnos ha mejorado los suelos y techos, con soluciones sostenibles de corcho de Wicanders para el suelo e islas acústicas de Ecophon suspendidas del techo que evitan reverberaciones y mejoran la inteligibilidad del habla. De igual modo, se han ideado unos tamizadores de luz concebidos a modo de estores de metacrilato fabricados en el laboratorio Fab Lab de ESNE. Un sistema que permite utilizar la luz natural como fuente de iluminación principal, complementada con la tecnología LED instalada en las islas acústicas del techo. Además, cuentan con un panelado microperforado en uno de los paramentos que, al ser metálico, permite la presentación de proyectos mediante imanes.
Mobiliario flexible
La selección del mobiliario ha sido una parte importante del proyecto de transformación. Por la propia composición, forma y disposición de las mesas, el espacio resulta muy funcional. Las mesas son móviles, se pueden separar, abatir y recoger y su superficie puede ser utilizada como pizarra. Además, las sillas se apilan fácilmente, lo que permite modificar la disposición del mobiliario en función de las necesidades de cada grupo, clase o sesión de trabajo.
Para ello, la Escuela Universitaria ha contado con la colaboración de la compañía de la familia Berbegal, especialista en la configuración y equipamiento de entornos ágiles y confortables, para espacios de trabajo, áreas hospitality y de educación, seleccionando las mesas Talent y las sillas Whass de la firma.
“Para nosotros ha sido un placer colaborar con ESNE en un proyecto tan creativo y tan ilusionante, que ha partido de los propios alumnos. En la edición de la feria Hábitat de 2019, ya trabajamos juntos en un proyecto para definir el Lobby del hotel del futuro así como en varias ediciones de Casa Decor. Llevamos cinco años desarrollando proyectos con ESNE, que es un centro de formación de referencia en el mundo del diseño, equipando varios de sus espacios de formación, entre ellas el laboratorio Fab Lab, el Aula Bansky, la biblioteca y la zona de trabajo del staff. Este proyecto es la prueba de todo lo que se puede lograr cuando los futuros diseñadores, la industria y los proyectos educativos van de la mano para generar espacios más amables, más eficientes y más sostenibles”, afirma la Consejera y directora de reputación de marca de Actiu, Soledat Berbegal.
Un proyecto adaptado a la nueva normalidad
La tecnología es un factor clave en todo el proyecto del Aula Smart. Ante la necesidad de conexiones eléctricas para portátiles y dispositivos móviles, se ha equipado el espacio con un carril electrificado en la pared, que permite ubicar las tomas eléctricas en el punto que cada uno necesite.
El aula ha incorporado una pizarra interactiva de gran tamaño, de 80 pulgadas, y un sistema de vídeo avanzado que permite a los alumnos seguir la clase desde casa en las mismas condiciones que desde el aula.
Pensada inicialmente para acoger a 40 estudiantes, la versatilidad del mobiliario y la amplitud de las mesas ha permitido reconfigurar el espacio para acoger a 20 alumnos de manera presencial, cumpliendo con todos los requisitos de seguridad y distancia social.
Además, para facilitar su mantenimiento y almacenaje, las mesas son apilables y su estructura está diseñada para que varios alumnos puedan trabajar sin interferencias ni molestias. Cuentan con ruedas para facilitar la movilidad en todo momento y su adaptación a las necesidades del aula.
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