El Observatorio del Trabajo Decente, del que forman parte la Generalitat, los sindicatos más representativos, como UGT y CCOO, y la patronal CEV, ha sido constituido este martes. El conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, Rafael Climent, ha presidido la reunión de constitución de este ente, creado por el Consell «para hacer un seguimiento continuo y exhaustivo del mercado laboral, para detectar sus necesidades y corregir desequilibrios como el paro, la infraocupación, la discriminación y la desigualdad o la economía sumergida».

El Observatorio elaborará indicadores económico-productivos, sociales y de equidad y nuevas herramientas para evaluar mejor el mercado de trabajo e incluir partes de la realidad laboral, como por ejemplo el sector de los cuidados para hacer realidad la visión de transformación propuesta por la agenda 2030. El conseller ha explicado que el objetivo último del Observatorio es la adopción de políticas ejecutivas a través del diálogo social y la negociación colectiva.

«El sistema de información propuesto solo será efectivo si los agentes implicados toman decisiones en el ámbito del diálogo social y la negociación colectiva, que haga que mejoren las condiciones económicas, la seguridad en el trabajo y se elimine la discriminación de los trabajadores afectados», ha afirmado. En este sentido, Climent ha declarado que pueden abordar el cambio de normativa vigente y tienen que seguir reivindicando la elaboración de una ley de responsabilidad social a nivel estatal. «No podemos permitir que muchas veces la ética se deje a un lado y que siempre paguen los mismos, los trabajadores y las trabajadoras más vulnerables y que sufren la precariedad», ha indicado.

A este respecto, Climent ha subrayado: «Tenemos que ver con el máximo rigor los informes para poder desarrollar políticas que realmente hagan cambiar el modelo productivo, que esa productividad que tenemos 12 puntos por debajo de la media estatal se vaya reduciendo y haga factible salarios dignos y ayudemos cohesionar nuestra sociedad». De manera adicional, el observatorio también se encargará de vigilar y aplicar políticas activas de fomento del empleo en los mercados emergentes de la economía como la economía circular, la transición energética o la economía de la dependencia.

Por su parte, la CEV ha destacado la importancia de la lucha contra la economía sumergida que constituye una competencia desleal, así como el papel de la formación para mejorar la empleabilidad y la productividad. CCOO ha señalado que las cifras altas de personas en riesgo de exclusión social están ligadas a la precariedad laboral y la importancia de mejorar en el ámbito de la prevención de riesgos laborales; mientras que UGT ha hecho hincapié en la importancia de la negociación colectiva y el diálogo social en la lucha contra la precariedad y en la aspiración a un salario mínimo europeo, así como la importancia capital de introducir la perspectiva de género en todos los análisis y propuestas.

En esta primera reunión, el Observatorio de Trabajo Decente ha marcado las líneas de trabajo y ha acordado crear dos grupos de trabajo, para hablar sobre la precariedad laboral y la economía sumergida. Estos grupos se encargarán de elaborar informes que marcarán qué hacer desde los diferentes ámbitos, el de la Administración, las empresas y los trabajadores y trabajadoras y, además, analizar al detalle y continuamente la realidad laboral y plantear las medidas necesarias para garantizar el trabajo decente.

El observatorio se conformará con un conjunto de big data con vocación de ir más allá de las iniciativas ya existentes a nivel nacional y supranacional, buscando un mayor detalle territorial, sectorial y de las variables contempladas, de permanencia en el tiempo, con actualizaciones periódicas que permiten el seguimiento de la evolución de la situación, y de transparencia en términos de que la información sea pública, así como las fuentes estadísticas y metodologías empleadas en la elaboración. Los cuatro pilares del programa de trabajo decente son promover el empleo y la creación de empresas, garantizar los derechos en el trabajo, extender la protección social, fomentar el diálogo social y la igualdad de género como acción transversal.