La extensión hasta final de año de las medidas referidas a los ERTE y de la liquidez de los préstamos ICO reduciría en 5 puntos porcentuales la caída del PIB, lo que daría lugar a que los datos de 2021 se ajustasen mejor a las previsiones del Gobierno. Así lo indica el estudio «Impacto económico en 2020 de la covid-19 y de las medidas ejecutadas en España», elaborado por Juan Carlos Collado y Mª Teresa Rodríguez, de la Cátedra Prospect 2030, impulsada por la Generalitat Valenciana y la Universitat de València.
El informe recoge que las caídas en el comercio exterior son abultadas pero la caída más preocupante se refiere a la inversión. En el año 2020, lo importante y lo urgente es el sostenimiento de rentas de los ciudadanos, de los trabajadores y de las empresas, pero en 2021, si se ha conseguido que la caída no se haya traducido en elevado desempleo y destrucción de empresas, se necesitarán fuertes incentivos para que la inversión pase del -30 % de reducción al +30 % de crecimiento.
Entonces, serán necesarios planes bien estructurados y dirigidos y conjuntar inversión pública y privada, e inversión para aumentar la productividad general de la economía. Analiza los sectores con mayores caídas de la producción: transporte aéreo, actividades deportivas, recreativas y de entretenimiento, actividades de creación, artísticas, espectáculos; bibliotecas, archivos, museos; juegos azar; actividades de los hogares como empleadores de personal doméstico; agencias de viajes, operadores turísticos, reservas y relacionadas; servicios de alojamiento; comidas y bebidas; fabricación de vehículos, remolques y semirremolques y fabricación de otro material de transporte.
De todos los sectores y actividades, se aprecian sectores con caídas en el entorno del 40 %-50 %, otros sectores con caídas más moderadas entre el 10 %-30 %, sectores con caídas inferiores al 9 % e incluso sectores, 12 en concreto, con aumentos de actividad. Indica que conocer esto es importante porque ofrece información adicional y útil a la hora de tomar medidas. El estudio no analiza los años posteriores a 2020 porque más allá de ese horizonte temporal existe incertidumbre y no hay riesgos calculables.
No obstante, indica que la obtención de la «seguridad» (con vacuna y medicamentos eficaces) reduce la caída de la actividad en 31.778 millones de euros por cada mes, lo que muestra el multiplicador de la consecución de seguridad.