Tras las palabras de la consellera de Sanitat Ana Barceló esta mañana, la CEV ha cambiado la «reconsideración» por un apoyo a la Generalitat para que toda la Comunitat entre en Fase 1.
Las empresas, a la vista de los datos de contagios hechos públicos a lo largo de la última semana y animadas por unas expectativas que han resultado ser falsas, ya habían preparado su vuelta a la actividad. Ahora tendrán que asumir los costes que conllevan estos preparativos mientras siguen sin poder avanzar en el proceso de desescalada.
Las empresas necesitan seguridad para planificar adecuadamente las decisiones, no pueden esperar al mismo día de la publicación de las normas o a que se les comunique con apenas horas de antelación. En ese sentido, la CEV espera que el Ejecutivo traslade a partir de ahora con la suficiente antelación qué departamentos podrán avanzar a la siguiente fase.
La CEV espera conocer el plan de desescalada presentado por la Generalitat y los indicadores que han pesado en la decisión tomada desde el Ministerio de Sanidad.
“Una decisión como ésta aumenta el daño económico provocado por la crisis, disuade a muchas empresas a la hora de asumir riesgos para volver a la actividad y aleja la posibilidad de mantener el empleo ante las constantes improvisaciones y falta de certidumbre”, ha señalado el presidente de la CEV, Salvador Navarro.