Una pequeña pyme valenciana de apenas quince trabajadores, eso sí con 45 años de experiencia acumulada, atesora a día de hoy las esperanzas de miles de afectados por el coravirus.
Ubicada en el barrio de Marxalenes, en la capital del Turia, Temel, es, junto a otra empresa madrileña –Hersill-, la única fabricante española en producir respiradores artificiales homologados.
«No podría asegurar si la otra empresa también fabrica en España, pero lo cierto es que nuestra trayectoria siempre ha estado vinculada al diseño y la fabricación de estos equipos en España, apoyándonos en múltiples industrias nacionales para realizar las piezas y componentes necesarios según las especificidades técnicas que les facilitamos», explica a Economía 3, Ramón Salvador, director comercial de Temel.
Esta imprevista pandemia pilló a todos con el pie cambiado, y es que la demanda hospitalaria habitual de este tipo de equipos es baja, muy baja, y la producción de esta pequeña empresa estaba adaptada a ello.
«Entre tres o cuatro empresas nos repartimos el mercado en España tanto de la anestesiología como de la ventilación artificial, y, en nuestro caso, apenas llegamos a comercializar unos cien respiradores al año, si no hay ningún proyecto hospitalario nuevo que se ponga en marcha», indica el directivo.
Ahora esas cien unidades harían falta prácticamente a diario y la capacidad productiva de esta firma no da abasto.
Tanto el Ministerio de Industria como el de Sanidad se han puesto en contacto directamente con la compañía valenciana para tratar de prestarle toda la ayuda necesaria para incrementar la producción y acortar los plazos de entrega.
El objetivo es aprovechar las capacidades de los sectores productivos en España y reorientar sus cadenas a la producción de material sanitario como estos ventiladores.
Se estima que el proceso no variará es exceso: la idea es que sus diseños y especificaciones técnicas puedan llegar a un mayor número de industrias que den respuesta a sus demandas, como aquellas que habitualmente ya colaboran en la producción, alcanzando a sectores como electrónica, mecánica, automoción… «y una vez que recibamos las piezas, nuestro equipo se encargará como hasta ahora de hacer el ensamblaje final, los test de calidad, los controles finales… De momento, no hemos tenido ningún problema de suministro pero acelerar plazos nos resulta complicado», confirma Ramón Salvador a Economía 3.
Ofreciendo nuevas soluciones
Debido a esta emergencia sanitaria, la compañía está realizando adaptaciones temporales para que los equipos de anestesia que también comercializa por todo el país sean utilizados como respiradores, «estamos dando toda la cobertura posible a nuestros clientes (hospitales y clínicas privadas)», continúa el responsable comercial. «Nuestro servicio técnico se está desplazando a los distintos hospitales de toda España para facilitarles esta adaptación temporal», explica Salvador.
Pero ¿es posible que los equipos en los hospitales no estuvieran en buenas condiciones o se hubieran quedado obsoletos para hacer frente a esta disparatada alarma? «En el caso de los equipos que comercializamos -pone de relieve Ramón Salvador- nos hacemos cargo del mantenimiento, y aunque hay equipos con bastantes años de antigüedad estaban funcionando bien, al igual que otros, mucho más modernos, pero desconozco si otros proveedores o fabricantes estaban brindando este servicio de mantenimiento».
Respecto a los nuevos desarrollos que gracias a la impresión 3D tratan de poner en el mercados soluciones para ayudar a hacer frente a esta crisis, Ramón Salvador opina que, según la información de la que dispone, «se están desarrollando resucitadores automatizados, pero eso difiere mucho de lo que es un respirador para cuidados críticos, la tecnología no es comparable».
Si bien, considera que este tipo de iniciativas son positivas para intentar paliar la situación, pero reitera que estos equipos portátiles que ahora están surgiendo «no pueden realizar las mismas funciones u ofrecer las mismas prestaciones a medio y largo plazo».
A lo largo de su trayectoria, prácticamente toda la producción de Temel se ha destinado al mercado nacional, «aunque también hemos suministrado equipos a diferentes países en proyectos hospitalarios concretos y hemos estado abiertos a colaborar con otros países en proyectos de I+D para intercambiar conocimientos con fabricantes locales».
«Lo importante ahora es poder dar una respuesta global a una emergencia global y toda ayuda es poca», lamenta.