Como dijo Eduardo Galeano: “mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo”. Es lo que tratan de hacer más de 1.800 expertos de distintas disciplinas, los ‘Coronavirus makers’, que bajo la coordinación del equipo de Reesistencia y vía Telegram han diseñado respiradores artificiales que pueden ser construidos en cuestión de horas, así cómo otras soluciones para ayudar frente a la crisis del coronavirus.
“Hemos intentado hacer un producto que se pueda replicar de forma fácil y que sea igual de eficiente que los que existen en la actualidad. Está pensado para que en el sitio más remoto del mundo lo puedan replicar y pueda salvar a gente, ese es el objetivo”, explica Marcos Castillo, ingeniero informático y uno de los precursores de esta iniciativa. Añade que se trata de “un plan B en caso de necesitarse” por una subida de los casos de enfermos de COVID-19.
Se estima que el 3 % de los infectados con el virus precisarán sistemas de ventilación mecánica y serán considerados como muy graves. “Si suponemos una casuística de 5000 casos podemos estimar que 150 de ellos requerirán el uso de un ventilador. Estos números superan con mucho la cantidad de estos aparatos disponibles en el sistema sanitario”, alertan desde Reesistencia.
Es por ello, que este equipo del que forma parte Castillo, ha trabajado sin descanso más de 96 horas con el objetivo de tener un dispositivo funcional respiratorio, el cual finalizaron ayer al mediodía. Siguiendo las instrucciones y usando el código en abierto que va a compartir el equipo Reesistencia Team, cualquier persona con impresora 3D u otras máquina de fabricación digital como cortadoras laser podrá construir “en cuestión de horas” un respirador automático con el fin ponerlo a disposición de Sanidad y de los hospitales de su localidad.
El prototipo, explica Castillo, se encuentra ahora mismo en fase de testeo. “Esto no va a llegar mañana y se va a implementar en un hospital para que funcione. Lo que se va a hacer, es testear y mirar si el diseño es eficiente. En el caso de que sea positivo todo lo que hemos hecho, se harán pruebas de esfuerzo y de resistencia. El aparato pasará una homologación por parte responsables médicos”, expone el miembro de Reesistencia.
Aunque existen modelos de ventilador mecánico DIY (siglas del inglés, Do It Yourself ), algunos creados en momentos de la gripe A y descontinuados después, “por desgracia, no son aplicables para un uso mantenido, necesario en los pacientes del coronavirus”, señalan.
Por esta razón, Reesistencia decidió instaurar cambios, tales como válvulas de control y la implementación de un sistema ventilatorio, Jackson Rees (de ahí, el nombre del equipo), en lugar de los AMBU que existen en otros proyectos. Este cambio permite ajustarse más a las necesidades actuales.
En apenas unos días han construido un primer prototipo de respirador autónomo, denominado Sistema Reesistencia, que se ha concretado en dos prototipos, el REESPIRATOR23 y el REESPIRATOR17. Uno de los principales impulsores del proyecto es Ramsés Marrero, maker y médico residente en Anestesiología en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, en Santa Cruz de Tenerife, un maker por partida doble.
Por ahora, hay cerca de 300 personas en toda España se han ofrecido para colaborar en la impresión, tratando de ayudar voluntariamente, en la medida de sus posibilidades y esperan con interés este momento. Para coordinar esfuerzos por Comunidades Autónomas, el grupo Coronavirus makers, ha creado un formulario donde las personas con impresoras 3D se están apuntando.