Todos los datos personales que facilitamos con el uso de aplicaciones móviles, registrándonos en una web o participando en concursos, son puestos a disposición de terceros sin que podamos tener control posterior sobre ellos. Ello hace que el usuario desconfíe de determinados servicios y que la transformación digital siga generando mucha controversia en este punto.
La creación de un ecosistema digital que empodera al ciudadano en el uso de sus datos ha sido el objetivo del Instituto de Biomecánica (IBV) en el proyecto VALENCIA.DATA, financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) y los Fondos FEDER. En este trabajo se ha desarrollado una herramienta que recoge datos de los ciudadanos y las ciudadanas de forma segura.
Según el responsable del proyecto en IBV, Juan Vicente Durá, “hemos pretendido generar una cooperativa digital de datos personales donde los ciudadanos y ciudadanas puedan aportar datos de forma voluntaria y segura para que puedan ser utilizados en proyectos de innovación e impulsar la I+D de las empresas valencianas”.
Durante el año 2019, más de 500 personas han participado voluntariamente y se han registrado en la plataforma que se ha desarrollado para gestionar datos personales que podrán ser reutilizados en proyectos de I+D. Estas personas han participado en más de 1000 ensayos, aportando datos “tan dispares como la forma de sus cuerpos, datos biométricos, o descripciones de sus puestos de trabajo”, ha comentado Durá.
Por ejemplo, en distintos centros se han llevado a cabo medidas del pie para conocer la talla real de los usuarios, o para determinar la pisada de una persona durante la carrera. También medidas corporales para el sector de la moda online o pruebas de termografía para comprobar qué zonas se han ejercitado más tras practicar deporte. Otras han sido la medida de la capacidad aeróbica, juegos memorísticos para medir la capacidad del cerebro para resolver problemas, así como medidas de la fuerza de la mano y del equilibrio, entre otras.
Las personas que han participado en el proyecto, junto con las más de 3000 de la base de datos del IBV, podrán gestionar sus datos personales y otorgar o denegar consentimientos a través de una plataforma segura y transparente. Así, pueden apoyar de forma voluntaria los proyectos de I+D cuyo objetivo sean mejorar el bienestar y la calidad de vida, lo que supone finalmente un incremento de la competitividad de las empresas de la Comunidad Valenciana.