En Internet hay que «usar el sentido común porque el mejor antivirus es uno mismo»

“Internet no es un mundo virtual, es un mundo real. En Internet, se roba, se hace chantaje, y se acosa. Por eso la mejor recomendación para los internautas es usar la lógica y el sentido común porque el mejor antivirus es uno mismo”, afirmó ayer Ángel Pablo Avilés, director de seguridad informática de la empresa Smart Human Capital y  ciberasesor en materia de Internet de Secretaría de Estado de Seguridad y la Agencia Española de Protección de Datos, en la  UJI donde dio una ponencia sobre los conceptos básicos de los delitos cibernéticos, su prevención y protección.

Avilés recalcó que todo “lo que hacemos en Internet no se queda en el ordenador cuando lo cerramos”. Al contrario, “nuestras fotografías, nuestras ideas, nuestros datos, esos que enviamos sin reparos a través de las redes sociales navegan a la velocidad de la luz y se multiplican sin control”. Y en la Red, insisitió, acechan los hackers para apropiarse de ellos y venderlos al mejor postor en Internet. «Y ese uele ser un delincuente”. Por ello recomienda ser cuidadosos con lo que hacemos en la Red. Y para ello es precisa una buena formación.

Ángel Pablo Avilés o @Angelucho como se le conoce en las redes sociales es un experto que apenas hace 365 días pertenecía a la Guardia Civil y era responsable del Grupo de Delitos Telemáticos de la UCO. Su experiencia en esa unidad la puso a disposición de los ciudadanos en su libro X1Red+Segura, un referente en el campo de la lucha contera la ciberdelincuencia. Lucha que, a pesar de pasarse a la empresa privada, no ha abandonado y en conferencias como la de UJI intenta prevenirnos de los peligros de la Red.

Con el título “Crónica de un ataque anunciado”, Avilés ha explicado los conceptos básicos de la ciberseguridad centrada en el sector empresarial, así como sus principales riesgos. Para el experto en seguridad en la red, el factor clave para la protección cibernética es la concienciación y la educación, puesto que “el usuario es el eslabón más débil en cualquier programa de ciberseguridad”. Si bien, curiosamente, el usuario puede “ser también el mejor antivirus si tiene la educación y formación necesarias”.

Recalcó que, pese a que la definición de ciberseguridad  “se centra en la protección del hardware, el software y la infraestructura tecnológica”, la verdadera misión del experto en protección digital “debe ser la seguridad de la información, sobre todo a nivel de empresa. Es el activo más importante, que le diferencia de la competencia y le ofrece identidad”. Por ende, una protección eficiente debe “garantizar” la confidencialidad, disponibilidad e integridad de esta información.

Alertó de la priorización de necesidades que hacen los empresarios a la hora de elaborar el presupuesto. “La empresa destina sus recursos económicos a sueldos, cargas sociales, materias primas o mercancías, dejando la menor inversión en ciberseguridad”, olvidándose de que si falla la seguridad esta en cuestión la infraestructura del negocio.

Por ello insistió en potenciar esta área con inversiones, además de formación y concienciación de los empleados “para que el ciberdelincuente no pueda aprovecharse de la vulnerabilidad humana. Sus ataques utilizan la curiosidad, inocencia, ambición, confianza y desconocimiento de la víctima como factor de acceso a la empresa”. La magnitud del problema se desprende de los datos del Observatorio Español de Delitos Informáticos (OEDI) que indican que en España se registraron 81.307 ciberdelitos en 2017.

La educación tecnológica y el conocimiento de los peligros de internet son la clave para la prevención de riesgos. Los ciberdelitos afectan tanto a ciudadanos como a empresas, instituciones e incluso Estados y pueden producirse en cualquier punto del mundo. Uno de los problemas es que la tecnología avanza más rápido que la propia legislación.

En una sociedad que se desarrolla en torno a la Red y en la que la tecnología ocupa un papel relevante, Avilés considera “fundamental la concienciación. Tenemos que blindar nuestra ciber vida».