Las aplicaciones de la Inteligencia Artificial (IA) que ya están utilizando las administraciones y organismos públicos abarcan un amplio abanico de utilidades, desde la ciberseguridad y el rastreo del terrorismo yihadista por parte de la Policía, hasta la prevención de problemas de salud como la dislexia en los colegios o el envío de recursos contra epidemias en varios países, o también la tramitación más rápida de ventas de viviendas, por poner algunos ejemplos expuestos en el congreso sobre IA celebrado en Alicante.

Nuria Oliver, académica de número de la Real Academia de Ingeniería de España y Chief Data Scientist en Data-Pop Alliance, ha puesto de relieve que la IA es equiparable a la electricidad en la anterior revolución industrial y ahora se vive así la “cuarta revolución industrial, con cantidades ingentes de datos que para un humano son imposibles de gestionar”.

Este tipo de tecnología es el único recurso para conseguirlo y además permite predecir el futuro, “pero también genera situaciones de asimetría para quienes acceden a esa información, que están en manos privadas, y la capacidad de usarla también asimétrica, sin olvidar que, además, es software y, por lo tanto, vulnerable porque puede ser hackeado”.

Responsabilidad y ética

De hecho, muchos países están desarrollando sus estrategias al respecto, con estos condicionantes: inversiones en tecnología, el “pilar ético o la justicia algorítmica”, un nuevo sistema legal adaptado a esa nueva realidad, y el aspecto social de que todos los ciudadanos participan, incluidos niños y mayores, así como el factor laboral.

En concreto, 26 países ya están diseñando esas estrategias para no quedarse descolgados de esta cuarta revolución industrial y también para garantizar que sea justa.

El primero fue Canadá, uno de los líderes del sector, también destaca China, con un plan para convertirse en líder mundial en IA en 2030 porque están convencidos de que quien domine esta materia también va a liderar el mundo. “Por eso tienen el plan más ambicioso”, ha subrayado Oliver. En Europa, llevan la delantera Reino Unido y Francia (el Gobierno de Macron destina 1.500 millones en cinco años). Y en España, se adelantan al resto Cataluña y la Comunidad Valenciana.

Alberto Gago, policy officer de la Comisión Europea (CE), se ha referido al actual “momento de inflexión crítica”, en el que desde la CE están comprometidos a aprovechar todas las oportunidades de la IA, así como a establecer unas normativas adecuadas para la gestión de los datos.

Nueva York lleva desde 2010 apostando por la diversificación económica con servicios y reduciendo dependencia del sector financiero: en salud, ciberseguridad, realidad virtual, educación…

Retos como cambio climático o movilidad urbana también están relacionados con esta dinámica, y ha de ser una IA “centrada en el ser humano, que respeta principios éticos, es segura, fiable y preserva la privacidad del individuo”.

Hay que prepararse para cambios económicos que vienen aparejados por la IA y en cuanto a la financiación para investigación en este ámbito, está el programa Horizonte 2020, con fondos para centros en toda Europa y una plataforma de IA, todo dotado con 20.000 millones de euros por año a partir de 2020 combinando inversiones públicas y privadas

Por su parte, Ana Isabel Berenguer, directora de Análisis y Políticas Públicas en la Presidencia de la Generalitat Valenciana, ha compartido sus experiencias en IA en Nueva York y ahora en la Comunidad Valenciana. La ciudad de EEUU lleva desde 2010 apostando por la diversificación económica con servicios y reduciendo dependencia del sector financiero: en salud, ciberseguridad, realidad virtual, educación… “Todo para responder a una crisis de confianza de la ciudadanía por el mal uso de datos, con lo que se ha desarrollado mucho la IA responsable”, ha indicado.

En el Consell, la estrategia de desarrollo económico y social con innovación “inclusiva” es similar a la de Nueva York, con sectores concretos que puedan generar empleo y con repercusión en todos los grupos de población y la pecularidad de un tejido productivo con el 95,4% de microempresas con menos de nueve trabajadores.

Hay una web y un mail abierto a sugerencias de ciudadanos (ia@gva.es) para consultas.

Isabel Fernández, directora de Applied Intelligence en Accenture (España, Portugal e Israel), ha contado la anécdota de un taxista que le ha preguntado por un traductor instantáneo como síntoma de que hay interés y cierto conocimiento en la sociedad sobre la parte “positiva” de la IA. “No podemos esperar más”, ha concluido.

Tanto en el debate de esta mesa redonda como en la siguiente, ha salido a relucir la importancia de que estas tecnologías permitan un acceso a la información para todos y también se ha mencionado el miedo de la gente a la IA, como ha puesto de manifiesto el “efecto boomerang” y la polémica del proyecto de rastreo de los móviles puesto en marcha este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Contra estas suspicacías, Fernández ha dicho que haría falta una labor de divulgación para acercar la IA con casos de uso, por ejemplo, ahorros de agua y detergente en la lavadora, autoenfoque y ángulo de focalización de cámaras de vídeo Facebook, eficiencia energética, detección de fraudes a la Seguridad Social. Por su experiencia, “los menores de 16 años están mucho más familiarizados ya” con estos sistemas.

Contra el delito

Casimiro Nevado, Inspector de Policía Nacional. Experto en Seguridad Digital y Ciberinteligencia Policía Nacional, ha matizado que el uso de cámaras de vigilancia en espacios públicos está restringido y también ha querido restar alarma social con mucho humor sobre los “robots asesinos”, “Robocop” y el “supositorio policial” acerca de la implantación de la IA en todos los ámbitos de la vida, en concreto, en la seguridad. Por eso, él utiliza las siglas IA, pero también AI (Ausencia de Inteligencia).

Desde el punto de vista de la Policía, el campo de acción para poder garantizar la ciberseguridad es inabarcable, harían falta millones de agentes para poder rastrearlo todo. Por eso, tienen que trabajar con perfiles y eso genera suspicacias, como el caso del INE.

Además, hay que actualizarse continuamente, “de la mañana a la tarde”, porque lo que se aplica a un ciberdelincuente, horas después puede ya no ser válida.

Otros usos de la IA por la Policía son el “Patrullaje inteligente”, en el que se monitoriza en cada momento donde están las patrullas para prevenir delitos, la aplicación “veripol”, un análisis de una posible denuncia falsa, la detección de delitos de odio y otras herramientas, como identificar si un mismo delincuente está posteando desde diferentes perfiles anónimos en redes sociales, aplicada esta última para detectar a terroristas yihadistas, por ejemplo, de regreso a Europa. Y también vigilar en la la “dark web”

Miguel Luengo-Oroz explica que con todo, la tecnología es la mitad del problema, porque luego la intervención humana hace a veces que no funcionen los sistemas

Lamentablemente, “los “malos” (delincuentes) tienen mejores herramientas que nosotros, no se tienen que ceñir a las leyes, nosotros sí porque como es lógico estamos en democracia, y ellos además cuentan con grandes presupuestos para diseñar su malware”, ha concluido Nevado.

Miguel Luengo-Oroz, chief data Scientist de UN Global Pulse (Naciones Unidas), ha descrito una herramienta por satélite que localizar, por ejemplo, zonas inundadas y sí se ha evacuado, saber si se tienen que recoger aguas residuales en un campamento en Siria con 100.000 personas, mediante unos modelos matemáticos (IA).

Con todo, la tecnología es la mitad del problema, porque luego la intervención humana hace a veces que no funcionen los sistemas: los camioneros trucaban los vehículos para hacer parecer que llevaban más agua de la real o intoxicaron a la población haciendo pasar por agua limpia caudales residuales.

Datos agregados -no individuales- como los que ahora busca el INE ahora, se han usado para ver la movilidad de la población y distribuir los recursos contra el ZIKA o para erupciones volcánicas. Otro proyecto se ha puesto en marcha para detectar dislexia en los colegios.

Y luego están las herramientas utilizadas para engañar, con rostros de personas inventados, que no existen. Como ejemplo de la capacidad de estas tecnología, Luengo-Oroz ha explicado que en 10 horas de entrenamiento y con 10 euros de inversión, una herramienta es capaz de redactar un texto a partir de unas pocas palabras. O que un genocidio se gestó en Facebook cuando no había tantos recursos para poder moderar mensajes de odio. Por eso, es importante, “pintar las líneas rojas para no sobrepasar los derechos humanos”, con leyes que regulen todo el sector.

Adrián Ballester, diputado de Proyectos Europeos, Agenda Digital e Innovación en la Diputación de Alicante, ha explicado como la tecnología IA se está aplicando en Suma Gestión Tributaria, por ejemplo, se utiliza en las escrituras públicas para el pago del impuesto de plusvalías (tecnología de IBM), con un servicio más rápido y menos farragoso y que algún día funcionará de forma automática

En ciberseguridad, la Diputación trabaja en las redes de ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes y se monitoriza lo que ocurre en todo momento en Internet, además de un proyecto de CPD que centralice los datos de toda la provincia y estén securizados para no ser utilizables por terceros.

Para el turismo, recientemente se ha aprobado financiación de la UE para tener infraestructura de datos, con sistemas externos, sensores, beacoms, apps que recaben información para luego tomar mejores decisiones de cara a los turistas, con su opinión sobre los destinos de la Costa Blanca.