Adif Alta Velocidad ha aprobado el cambio de ancho de vía de ibérico a estándar en el tramo Castellón-Vinaròs y Vinaròs-Vandellós por valor de 81,8 millones de euros y un plazo de ejecución de 18 meses, una decisión que supone la incorporación al sistema ferroviario europeo. El comisionado para el Corredor Mediterráneo, Josep Vicent Boira, ha destacado que esta obra, que se efectuará en un trayecto de 157 kilómetros, permitirá la circulación de trenes de 750 metros de longitud, según los parámetros de interoperabilidad europeos, y aumentará las prestaciones de capacidad, fiabilidad y disponibilidad tanto para los viajeros como para las mercancías.

El contrato de obras referido al tramo Castellón-Vinarós se licita por un presupuesto de 48 millones y se desarrollarán en un tramo de 77 kilómetros de longitud y comprende la adaptación de vías de apartado para trenes de 750 metros en las estaciones de Les Palmes, Torreblanca, Santa Magdalena de Pulpis, Benicarló-Peñíscola y Vinarós.
También incluye la reposición de la pantalla de protección acústica en la estación de Benicàssim, la creación de rampas en los andenes de las estaciones de Les Palmes, Benicàssim, Oropesa del Mar, Torreblanca, Alcalá de Xivert, Santa Magdalena de Pulpis, Benicarló-Peñíscola y Vinarós, la construcción de un nuevo andén en Vinarós y la prolongación del andén en la estación de Oropesa.

El contrato de obras para el tramo Vinarós-Vandellós (67 km) se ha licitado por importe de 33,7 millones y se realizarán también obras en otros 13 km, correspondiente al ramal L’Aldea-Tortosa. En la estación de Ulldecona se adecuará una vía para disponer de una longitud útil de 750 metros para el estacionamiento de trenes de mercancías de ancho estándar, y se hará el retranqueo y avance de andén con nuevas rampas en las estaciones de Ulldecona, L’Aldea-Amposta y L’Ametlla de Mar.

Boira ha señalado que por primera vez en la historia ferroviaria española se produce un cambio de ancho de vía «para ser más europeos» y se hace en una plataforma en uso. Según el comisionado, «el Corredor Mediterráneo toca la puerta de Valencia con esta decisión«, que ha calificado de «valiente» y «con perspectiva de futuro«.

La vía de uso mixto (pasajeros y mercancías) es rentable socialmente porque es más aprovechable en relación a la alta velocidad y la línea será capaz de absorber las demandas crecientes de tráfico sin llegar a la saturación, ha señalado Boira, que se ha mostrado partidario de un régimen transitorio de ayudas a las empresas logísticas para adaptar su material rodante al ancho internacional.
Estas actuaciones podrán ser cofinanciadas por las Ayudas RTE-T (Redes Transeuropeas de Transporte).

A vueltas con la conexión portuaria

Por otra parte, Josep Vicent Boira, ha afirmado que confía en que la ampliación del puerto de Valencia se haga a partir de la observación de las tendencias logísticas europeas que apuntan a las posibilidades del uso del ferrocarril para el transporte de mercancías. Boira, que se ha pronunciado sobre esta cuestión durante la presentación de novedades del corredor, ha manifestado que confía en que la ampliación sea el resultado de un análisis contrastado que tenga en cuenta el futuro del transporte de mercancías mediante el uso del ferrocarril.
En el caso del Corredor Mediterráneo, se ha referido a la importancia de traspasar carga del camión al tren para eliminar la congestión de camiones en los accesos al puerto.

EFE