La falta de regulación de las técnicas de reproducción asistida o el incumplimiento de alguna de las condiciones legales para ser madre en sus países de origen son los principales motivos por los que las mujeres extranjeras acuden a España  para hacer turismo reproductivo e iniciar un tratamiento de fertilidad.

Según datos de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), cerca de 13.000 mujeres procedentes de otros países se realizaron un tratamiento de fertilidad en España, lo que la sitúa a la cabeza en turismo reproductivo.

Francia es el país de origen de más mujeres que acuden a realizarse en España un tratamiento de fertilidad, casi un 40%; seguido de las italianas con casi un 20%. Mucho mas atrás se sitúan las alemanas, con un 4,5%.

Para la psicóloga en IVI Valencia y codirectora del Máster Propio en Infertilidad: Aspectos Psicosociales, Médicos y Legales de la Universitat de València, Pilar Dolz, el liderazgo en turismo reproductivo de España responde no sólo a un marco legal «avanzadísimo y modélico» sino también a la calidad de sus profesionales. A estos factores se unen otros, ya con menor peso, como la lista de espera, la cercanía o el precio de los tratamientos.