Ocultes i Il.lustrades: Siglos de oscuridad, explosión de luz
Aunque hablemos de arte, por una vez empecemos con números: unas 300 obras y más de 50 mujeres artistas componen la exposición Ocultes i Il·lustrades, inaugurada ayer en La Nau. Se presenta dividida en tres zonas temáticas: ilustración editorial (obra publicada en revistas, periódicos, libros de texto y novelas), publicidad-cartelería y cómic.
Con la intención de ceñirse sólo a la obra de artistas valencianas o vinculadas a València, como Nuria Riaza o Ana Miralles, los organizadores han logrado reunir una exposición deslumbrante en cantidad, calidad e Historia. Hemos charlado con los comisarios de Ocultes i Il·lustrades: la galerista Cristina Chumillas, la diseñadora gráfica Melani Lleonart, y MacDiego, diseñador, editor y mecenas de la vida en general.
-¿Cómo surge esta iniciativa tan ambiciosa?
-Cristina Chumillas: Trajimos a La Nau la propuesta de hacer una exposición de ilustradoras valencianas, y la aceptaron enseguida. Pero la siguiente pregunta era saber desde dónde empezaríamos, debido al boom que se da en la actualidad. Según íbamos hacia atrás en el tiempo, descubrimos un vacío coincidente con la dictadura. Más atrás, nos encontrábamos con referentes como Juana Francisca, conocida también como Paquita Rubio, autora del cartel más famoso sobre la República, y otras figuras como Manuela Ballester, que ahora se ha dado a conocer pero que hasta hace poco era, simplemente, la esposa de Renau. Gracias a los colaboradores de la exposición, llegamos a dar con las primeras mujeres impresoras del Siglo XVI, que entonces ya hacían lo que las ilustradoras hacen hoy en el mundo editorial, dar imagen a los libros, pero firmando como “hija de”, “señora de”, o “viuda de”. Aunque desde el XVI hemos tenido que dar un salto hasta el XX porque no hemos encontrado más casos destacables, ni muy diferentes. Tenemos un recorrido historiógrafico, pero dividido en tres áreas que faciliten la comprensión.
-Una de ellas es publicidad y cartelería. ¿Qué época abarca?
–Cristina Chumillas: Tenemos piezas principalmente de los 60, sacadas de recortes en prensa. Las más antiguas son de Consuelo Arizmendi, que también hacía historieta. Posteriormente, a partir de encargos de agencias, trabajos de Fina Fuertes, Reme Beltrán, hasta llegar a figuras más actuales como Lina Vila, las Cachetejack, Sabina Alcaraz…
-Respecto al cómic, me llama la atención que antes los leíamos muy poca gente, prácticamente todo chicos, y encima algo raritos. Desde hace algún tiempo, las chicas no sólo leen cómics, sino que proliferan muchas autoras, y del nivel de Ana Penyas, que acaba de convertirse en la primera mujer en ganar el Premio Nacional.
-MacDiego:Esa afirmación no es exacta. Siempre ha habido cómics dedicados a chicas. En ellos, muchos de los dibujantes eran hombres que firmaban como mujeres. Y, en cambio, ellas sólo dibujaban en cómics de chicas. Las historias siempre eran de desengaños, de príncipes azules, y en las que el objetivo era casarse.
-¿Cuándo se rompe esa barrera, tanto de autoras como de consumidoras, de cómics que abarcan todo tipo de temáticas?
-MacDiego: Va a la par de la sociedad. Claro que el lector de cómic generalmente ha sido más masculino que femenino, sobre todo en el género de superhéroes. Pero pasado ese boom de los cómics de chicas, la diferencia puede situarse a mediados de los 80, cuando empiezan a surgir figuras como Ana Juan. A partir de esa época, tanto la creación como la afición al cómic se dispara hasta hoy, en que es equiparable entre hombres y mujeres.
-La exposición ha conseguido bastante resonancia en los medios. ¿Cuál es el objetivo principal que perseguís?
–Melani Lleonart: Además de poner en valor el trabajo de las artistas, hay otras lecturas paralelas que son importantes. Por un lado, lanzamos la pregunta de qué va a ocurrir con estas brillantes carreras cuando se enfrenten a cuestiones como la maternidad o la conciliación. Las artistas jóvenes que están haciendo una carrera excepcional, y con el ritmo frenético que marca el ámbito cultural, ¿van a poder seguir? De hecho, pensamos que ahora, en València, el mundo de la ilustración está dominado por ellas, y debemos evitar que su talento se quede por el camino, como ocurrió con sus antecesoras. Otro aspecto importante es que muchas de ellas abordan temas que eran tabú, principalmente por ser un mundo dominado por los hombres. Por ejemplo, la última obra de Paula Bonet, Roedores, que habla sobre los abortos naturales, de los que apenas se dice nada, o de temas cotidianos, como la higiene íntima femenina llevada al mundo de la publicidad bajo la mirada humorística e irreverente de las Cachetejack.
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