¿Cómo va a afectar la inteligencia artificial a los modelos productivos y cuál va a ser su impacto en los recursos humanos? Esta pregunta es la que trata de responder el estudio realizado por Grupo Adecco y el Instituto Cuatrecasas de Estrategia Legal y en el que han participado 200 directores de recursos humanos, de ellos 35 en la Comunitat Valenciana.

La inteligencia artificial, la robótica, el internet de las cosas, el big data o el blockchain son tecnologías que obligan a las compañías a adaptarse, a reorganizarse y a cambiar sus modelos productivos. Todo ello afecta a las estrategias de recursos humanos para afrontar una realidad que avanza a un ritmo vertiginoso.

La inteligencia artificial invade nuestra vida cotidiana sin que nos hayamos dado cuenta: aparca por nosotros, responde a nuestras preguntas en el smartphone, reconoce caras …, pero ¿tiene impacto en el mundo laboral? El 36% de los directores de recursos humanos consultados en la Comunitat Valenciana avala esta percepción: ya es una realidad.

Sin embargo, el 52% opina que el verdadero impacto llegará en un futuro a corto plazo para el que debemos prepararnos. El 12% restante cree que su efecto no será significativo y que su desembarco será en un futuro a largo plazo.

A la pregunta si la IA pone en peligro los puestos de trabajo, el 77% de los expertos opina que no afectará al empleo y que, en todo caso, las pérdidas de empleo se compensarán con la creación de otros nuevos, de modo que la tasa de ocupación permanecerá estable. Incluso hay un 6% que considera que se crearán nuevas necesidades que requerirán un mayor número de empleados, lo que contribuirá a aumentar las plantillas.

Efecto sobre el empleo

Sólo un 23% opina que se destruirán puestos de trabajo a mayor ritmo del que se crearán nuevos, con lo que el balance será negativo.

Guillermo Tena, director del Instituto Cuatrecasas, asegura que “el trabajo rutinario va a ir desapareciendo poco a poco, lo que no significa que desaparezca el trabajo humano. Nos referimos, más bien, a una redefinición del trabajo, de la educación y de la lógica económica. Todo lo que no puede ser automatizado cobrará, si cabe, más importancia: las emociones, la intuición, la creatividad, la imaginación, la empatía o los valores”.

El 95% de los expertos valencianos consultados asegura que la IA incrementará el rendimiento humano. De hecho, el 98% cree que estos sistemas supondrán un aumento exponencial del rendimiento humano.

Además de mejorar la productividad, la Inteligencia Artificial podría también mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, tal y como opina el 74% de los encuestados, al ocuparse de las tareas rutinarias.

¿En qué aspectos tendrá un mayor impacto la implantación de la IA? El 48% de los expertos de la Comunidad Valenciana señala el intercambio de información y el análisis de datos desestructurados como la función en la que más incidirá el desarrollo de estas tecnologías. El 31%, por su parte, pone el foco en las labores más sencillas y en el análisis estructurado de datos. Y el 21% restante considera que serán las destrezas manuales y la resolución de problemas y situaciones en tiempo real los trabajos en los que incidirá en mayor medida la Inteligencia Artificial.

Pero, ¿estamos preparados para trabajar con IA?. El 95% de los encuestados cree que la llegada de esta tecnología multiplicará los retos de los trabajadores en su futuro laboral.  El 62% considera que la adaptación de la plantilla a la Inteligencia Artificial dependerá de la edad y la formación de cada uno. El 22%, incluso, cree que, independientemente de factores como la edad o el sexo, la adaptación va a ser complicada en todos los casos, mientras que el 16% se muestra más positivo y considera que esa “transición” será fácil.

En cualquier caso, la formación será clave en todo este proceso, como opina el 83% de las personas encuestadas en la Comunidad Valenciana, que aseguran que las empresas deberán empezar a invertir en formación en IA.

Las empresas también deben abordar la adaptación de las estructuras legales y sociales, ya que, según el 66% de los encuestados, no contribuyen a minimizar el impacto de la automatización.

Salvador del Rey, presidente del Instituto Cuatrecasas, cree que “la IA desarrolla efectos legales muy profundos en aquellas empresas que optan por situarla como centro operativo de todas o de los principales procesos productivos y de las principales funciones y tareas de sus trabajadores. La principal causa de la disrupción que representa la IA en el marco legal de la organización del trabajo es su potencialidad para adoptar decisiones autónomas y predictivas, al margen o en colaboración con las personas. El marco regulatorio, por las implicaciones para los derechos fundamentales, limita y limitará esas posibilidades de decisión autónoma y predictiva por la IA, de forma que la empresa deberá adaptarse continuamente a tales limitaciones”.

El secretario general del Grupo Adecco, Santiago Soler, sostiene que “el mayor reto será gestionar la colaboración entre máquinas y humanos. Existen grandes oportunidades y también grandes desafíos, quizá el más relevante, el de la desigualdad y los desequilibrios socioeconómicos que ello pueda generar y eso exige un tipo ineludible de gobernanza claro y decidido”.

Los expertos consideran útil la IA en la gestión de datos y en la toma de decisiones. Para Guillermo Tena, «permite gestionar de manera mucho más eficaz la gran cantidad de información de la que disponen las empresas sobre sus empleados, a través de sus CV, formularios, evaluaciones de 360º, etc.”

Las ventajas de la IA

La Inteligencia Artificial, además de mejorar la productividad y rendimiento de los trabajadores, tendrá un impacto positivo en la actividad económica de nuestro país, tal y como afirma el 93% de los encuestados, mejorará su competitividad y sus beneficios.

El 62% de los directores de RRHH de la Comunitat valenciana piensa que la IA permitirá diseñar mejore estrategias empresariales; el 18% que ayudará a destacar sobre la competencia, el 18% que mejorará el conocimiento sobre los clientes y el 2% centra la ventaja en un mejor conocimiento de los productos.

Sin embargo casi todos están de acuerdos en una cosa: España no lidera la revolución de la inteligencia artificial y, por tanto, estamos desaprovechando recursos para ser más competitivos.