En la calle no se verá ningún establecimiento con el nombre de Barissta, pero si consultas su web, en el mapa empezarán a aparecer cafeterías adheridas a la marca.

Barissta no es una franquicia ni una cadena de cafeterías. Es, sobre todo, un servicio de pago por móvil para los adictos al café. Para los verdaderos amantes de ese brebaje aromático, reconfortante y tantísimas veces maltratado.

Carles Montrull y Mariano García

Los padres de la criatura son Carles Montrull, Mariano García y Pablo Sánchez -de Algemesí, Elx y Benidorm, respectivamente–, quienes tras algunas pruebas poco convincentes orientadas a la gastronomía, se decidieron por el mundo del café.

Así se crea un servicio destinado a proporcionar a los usuarios información sobre establecimientos donde sirven el mejor café y facilita la fidelización a estos establecimientos.

“Vimos -dice Mariano– que era un mercado al alza. Nos fijamos en locales independientes y vimos que podíamos disponer de la mayor cadena sin tener ningún establecimiento”.

Buscaron cafeterías con café de especialidad, establecimientos que tienen un precio algo superior a la media, con un buen diseño y que cuidan la marca.

En lugar de desarrollar una app, lanzaron un web que funciona en cualquier dispositivo. con la ventaja de que no ocupa memoria en el móvil.

Barissta, enumera Carles Montrull, “te permite hacer todos los pagos a través del móvil, sin necesidad de efectivo o tarjetas de crédito: puedes hacer tu orden a través del teléfono, te confirman el pedido y, por cada consumición, obtienes un crédito canjeable en toda la red de cafeterías”.

Cien locales a final de año
El objetivo a finales de este año es disponer de una red de 100 cafeterías entre Madrid, València y Barcelona.

Los ingresos se obtienen por el cobro de una comisión por cada producto vendido a través de la plataforma. “Se puede comprar desde un brunch hasta un desayuno”, añade Montrull.

La cafetería debe cumplir una serie de requisitos, entre otros, el cuidado de la experiencia de usuario, disponer de wifi gratuíto, un buen diseño y que el café sea de la mejor calidad.

“En España -recuerda Mariano García– somos muy cafeteros de mal café. Pero, poco a poco vamos conociendo las especialidades que incluso cambian con las estaciones. Lo importante es contar con un buen café de especialidad y un personal que sepa tratarlo”.

Encontrar buenos candidatos no es tarea fácil, pero sí es posible. De hecho, García recuerda que desde que pusieron en macha el proyecto, en València se han abierto media docena de nuevas cafeterías de especialidad.

“Nuestro objetivo -añade Mariano García– no es complacer al hedonista del café. Es atraer hacia el café bueno al que toma café malo y que comprenda que ese precio un poco superior se corresponde a una mucho mayor calidad”.

Desde el pasado mes de enero, Barissta participa en el programa Garaje de Lanzadera. Su estancia en la aceleradora les sirve para profesionalizar el proyecto. “Nos ayuda mucho -reconoce García– a todos los niveles, sobre todo en temas legales o de marketing”.

Montrull añade que estar inmersos en ese caldo de cultivo emprendedor les permite “aprovechar todo, porque muchas veces ellos ya han resuelto el problema que a tí te surge”.