La Intervención General de la Generalitat ha certificado el saneamiento de las cuentas autonómicas y una reducción del déficit presupuestario no financiero del 25%. De los 1.870 millones contabilizados al cierre de 2017 se ha pasado a 1.398 millones en el cierre de 2017. Es el déficit presupuestario no financiero más bajo desde 2008 y sensiblemente inferior a los 4.384 millones de 2012.

El Consell, en una nota de prensa, recuerda que esta reducción se ha realizado con un aumento de la ejecución de las inversiones directas y básicamente a través de su sector público. Las operaciones de capital han supuesto 213 millones más, pasando de 579 en 2016 a 792,7 en el pasado ejercicio presupuestario, a pesar de la situación de infrafinanciación que sufre la Comunitat Valenciana.

El Gobierno valenciano -añade la nota de prensa- también ha rebajado el resultado presupuestario negativo (la diferencia entre los capítulos I al VIII de ingresos y gastos, excluyendo solo la emisión y amortización de deuda) en un 10% respecto a 2016, situándose en -1.975 millones, lo que supone la cifra más baja desde hace ocho años.

La peor cifra fue la de 2012, cuando se alcanzaron los 6.223 millones de euros.

Los resultados podrían haber sido mejores sino hubiera sido necesario salvar a la SGR, que estaba en quiebra, y a la que hubo que incorporar 274 millones, más otros 91 millones que se inyectaron en entidades públicas.

La liquidación, sin embargo, no incluye los organismos autónomos, por lo que no se puede conocer con exactitud el déficit total de la Generalitat, aunque estos indicadores son orientativos para conocer el estado de las finanzas públicas.

En este sentido, el Consell considera que de haber tenido una financiación justa, se habrían cumplido los límites autorizados de déficit.

La «quiebra» de la SGR 

En el resultado presupuestario, destaca el aumento de las operaciones con activos financieros, que ven incrementado su saldo negativo hasta los 577,6 millones al cierre de 2017. Este aumento se debe a la reestructuración de la deuda de la SGR, así como a aportaciones patrimoniales, capitalizaciones y ampliaciones de capital por valor de 90,8 millones de euros.

Por otro lado, la deuda se redujo casi un 30% y si sitúa en 2.269,8 millones.

La nota concluye recordando el incumplimiento de la promesa del presidente del Gobierno de reformar el modelo de financiación autonómica que perjudica sensiblemente a la Comunitat Valenciana. Esta situación ha obligado al Consell a recurrir al FLA para financiar los vencimientos de deuda.

Según el Consell, incluyendo las operaciones financieras, la liquidación muestra un superávit de financiación del ejercicio de 581,7 millones de euros. El remanente de tesorería total ha mejorado ligeramente respecto al ejercicio pasado, con un saldo de -1.626 millones (-1.664 millones en 2016).

Por su parte, las obligaciones pendientes de pago a 31 de diciembre se elevan a 2.675 millones.