Jueves, 18 de Abril de 2024
Pulsa ENTER para buscar
Club Empresas Infonif Podcast Rankings Eventos Revistas

AMG Mercedes C 63: La berlina definitiva

AMG Mercedes C 63: La berlina definitiva

En el olimpo de las berlinas deportivas medias se avecinaba una revolución. El acertado viraje hacia una política empresarial y de diseño más moderna y vanguardista en Mercedes-Benz, habría de traer para los BMW M3, Audi S5 y compañía, un rival todavía más poderoso; y así fue. La nueva Clase C de Mercedes cambiaba radicalmente y, por ende, su versión más potente también lo hacía. Además, esa transformación alcanzaba a uno de los elementos más importantes, el motor. Un nuevo V8 4.0 biturbo, más eficiente y también eficaz, jubilaba al veterano V8 6.3 atmosférico. Además, llegaba con la vitola de ser el mismo que equipa el deseado AMG GT.

 

Ahora son tres las versiones AMG existentes del Clase C en versión berlina, la probada, que ofrece 476 CV; la más potente, C 63 S, de 510; y la C 43 4Matic, que monta un propulsor V6 que desarrolla 367 CV. También hay variantes en las carrocerías coupé y familiar (Estate).

Deportivo compacto
Aunque creció sobre su predecesora en 95 milímetros, los 4,69 metros de largo de la nueva Clase C siguen haciendo de ella una berlina compacta. Su característico diseño de tres volúmenes, en el que destaca un largo capó y un corto voladizo delantero, incrementa las emociones deportivas en esta variante AMG. Pues saber que ese gran V8 ocupa prácticamente todo el vano disponible para el motor, hace que pensemos en sensaciones deportivas con tan solo verlo parado.

A ello se suman los elementos de la carrocería que aporta esta versión, como el paragolpes delantero específico o el difusor trasero, con cuatro salidas de escape integradas. En la unidad probada, además, incorporaba el paquete de fibra de carbono, que recubre las carcasas de los retrovisores o que monta un pequeño alerón sobre la tapa del maletero.

También son opcionales las llantas de 19 pulgadas que puedes ver en las fotos y, lógicamente, el techo de cristal practicable. Sin duda, un conjunto exterior extremadamente deportivo, pero que mantiene esa elegancia que siempre ha caracterizado a la marca alemana.

Interior moderno, pero…
En el interior, las cosas no son muy diferentes. Sobre el ya de por sí aspecto dinámico de la Clase C, este Mercedes-AMG añade lo suficiente para que aumente tu adrenalina con solo abrir la puerta. Volante con parte inferior achatada, asientos exclusivos personalizados con las siglas AMG y varios componentes más, te indican enseguida en qué versión estás entrando.

El diseño es moderno pero, tras la llegada de la nueva Clase E con su enorme pantalla digital a modo de iPad que aglutina el cuadro de instrumentos y el sistema de infoentretenimiento, el de la Clase C se queda anticuado, o al menos sobrio. También en el apartado de iluminación ambiental dista mucho de aquel. De nuevo aquí encontramos materiales que no están acordes con la calidad que se espera de un Mercedes-Benz y, menos aún, de un Mercedes-AMG, que supera los cien mil euros.

Piezas de plástico que se rayan con facilidad o más grave aún: el recubrimiento del salpicadero opcional, que antiguamente era piel y ahora es símil -es decir, sintético-, se nota a la legua que no es de origen animal (lo cual celebramos), pero la marca lo cobra casi como tal.

El C 63 probado incorporaba las inserciones de madera tintadas en negro que son muy recomendables para incrementar la sensación de lujo interior. También el reloj analógico firmado por la prestigiosa IWC le da gran personalidad y estilo.

Poderosa eficiencia
Con unos límites de emisiones cada vez más estrictos, no es fácil para las marcas de automóviles fabricar potentes deportivos hoy día. Los tradicionales motores V10 y V8 atmosféricos han ido dejando paso habitualmente a más pequeños V6 sobrealimentados. En este caso, Mercedes-Benz ha hecho gala de su capacidad tecnológica y ha sido capaz de mantener la configuración V8, mejorando su eficiencia en un 32 %. Para ello, ha reducido su cilindrada de 6.3 a 4.0 y ha incorporado un avanzado sistema biturbo. Lo mejor de todo es que sus prestaciones han aumentado respecto a su predecesor y mantiene el sonido característico de un buen V8. Además, gracias a la turbo alimentación, puedes disfrutar de ese petardeo característico de escape en las reducciones que tanto gusta a los entusiastas de los deportivos.

La única pega es que la respuesta al acelerador no es tan natural como la que se obtiene de un motor atmosférico, pero es algo a lo que ya nos hemos tenido que acostumbrar todos. El consumo medio declarado por Mercedes es de 8,2 litros a los 100 kilómetros. Nuestras mediciones habituales nos dieron 9,7 en carretera a 120 km/h y 13.7 en ciudad. Cifras altas, pero razonables para un automóvil de 467 CV.

Caixa Ontinyent emancipar-te
campaña renta Generalitat
campanya renda Generalitat
Ruta de las barracas Alcati

Dejar una respuesta