La cultura excluyente de las empresas limita el acceso de la mujer a la alta dirección
Hombres y mujeres perciben las amenazas y las oportunidades de forma diferente, asegura Francesca Lagerberg, responsable mundial de servicios tributarios de Grant Thornton e impulsora del estudio que anualmente realiza la firma sobre el protagonismo de la mujer en el mundo empresarial.
«Si las empresas reconocen y aprovechan estas diferencias, tendrán más posibilidades de ver el mundo como realmente es», señala Lagerberg. Por lo tanto, la incorporación de la mujer a los negocios supone una oportunidad competitiva. Sin embargo, el estudio International Business Report que Grant Thornton lleva realizando durante trece años no es optimista. El cambio es tan lento que casi es imperceptible.
El porcentaje de mujeres en los equipos directivos ha aumentado un 1% en el último año, pasando del 24 al 25%; sin embargo, también ha aumentado el número de empresas sin presencia femenina: del 33 al 34%.
El informe incluye una serie de recomendaciones para aumentar la presencia de mujeres no sólo en los equipos directivos, sino en toda la empresa o crear equipos con la suficiente diversidad de género para lograr una eficaz gestión de riesgos.
El estudio de Grant Thornton señala que los porcentajes han mejorado significativamente en México, Indonesia, Nigeria y Turquía. Por áreas geográficas, los mayores avances se han registrado en la Europa del Este, en el sudeste asiático y países BRIC, donde el crecimiento ha sido de tres puntos. Preocupante, sin embargo, la pérdida de presencia femenina en los países del sur de Europa, que pierde un punto.
Estancamiento en países desarrollados
En los países desarrollados de Asia o en el G7 se produce un estancamiento que parece deberse a que, cuando se produce un pequeño avance, parece que ya se ha hecho bastante. Apoyar la diversidad no es una prioridad para las empresas, que están más focalizadas a la reducción de costes. En otros casos, las mujeres no acceden a puestos de alta dirección porque se resisten a competir. El estudio señala que la diversidad debe estar impulsada por la alta dirección.
Otra de las causas por las que no se avanza, señala el estudio, es el diferente concepto que tienen las mujeres de liderazgo, un estilo que no tiene nada que ver con el «héroe» capaz de hacerlo todo. Para soslayar esta barrera, Grant Thornton plantea fomentar distintos tipos de liderazgo dentro de la organización y, por otro lado, crear un entorno atractivo para que las mujeres permanezcan en las empresas como jornada flexible, servicios de guardería o teletrabajo.
La tercera causa es la falta de apoyo, de personalidades que fomenten el liderazgo desde una relación privada y evolutiva. Un sponsor que defienda a empleados subordinados para ascensos o participar en proyectos.
¿Qué puestos directivos suelen ocupar las mujeres? Grant Thornton identifica funciones de apoyo, como la dirección de recursos humanos o la financiera. En el último año, el porcentaje de mujeres directoras generales ha pasado del 9 al 12%, lo que es una noticia esperanzadora.
Isabel PereaEn España, el número de mujeres directivas es del 27%. Además se aprecia un cambio de actitud entre los hombres que empiezan a solicitar más tiempo libre para estar con la familia. Los resultados del estudio sobre la población española revela que los principales obstáculos que aducen las mujeres para su incorporación a la alta dirección tiene que ver con las obligaciones familiares y la cultura empresarial poco propicia a la presencia femenina (83%), seguidas por el inexistente apoyo para la conciliación (79%); prejuicios de género (67%) o brecha salarial (54%).
La solución propuesta para favorecer el acceso de la mujer a la dirección en España pasa por medidas que faciliten la conciliación -en lo que hombres y mujeres coinciden-, aplicar medidas de flexibilidad laboral; aumentar la transparencia en los procesos de selección o cambiar la cultura corporativa. Entre los hombres destaca la petición de fomento de la carrera profesional a través de cursos de formación específica.
Isabel Perea, socia de Grant Thornton en España, puntaliza que la mayor diferencia de opinión entre hombres y mujeres se produce «a la hora de valorar la cultura corporativa. Los hombres la consideran adecuada y las mujeres, excluyente«. Perea también señala el estancamiento que se detecta, ya que «en los últimos cinco años sólo se ha crecido tres puntos, lo que indica que las políticas de fomento no han sido suficientes».