Teresa Laguna dejó el periodismo para poner en marcha su proyecto de alojamiento rural de calidad “Los Moyas” en Teruel

Nunca es tarde para emprender ni para dar un giro a la trayectoria vital y profesional. Así lo ha demostrado claramente la periodista Teresa Laguna quien, tras una larga trayectoria en el periodismo de tribunales y como jefa de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Valencia, hace unos años decidió cambiar por completo de actividad. Hoy día dirige el complejo rural Los Moyas, un alojamiento que consta de una casa principal y tres apartamentos independientes situado en la localidad turolense de Olba.

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Teresa Laguna, propietaria de «Los Moya»

“Se trata –afirma Teresa Laguna– de un proyecto familiar que nos llevó muchos años y mucho esfuerzo”. Todo empezó cuando un día, hace más de 20 años, de forma casual acabaron en este pequeño pueblo del Alto Mijares y “allí, al otro lado del río, se levantaba una casa que era una verdadera ruina, pero fue amor a primera vista”.

Años de rehabilitación, utilizando materiales originales, buscando aquí y allá, concluyeron con la casa grande completamente reformada y, posteriormente, emprendieron la remodelación de tres casitas que acabaron siendo sendos apartamentos.

Hace pocos años Teresa Laguna decidió convertir en proyecto profesional lo que hasta entonces había sido un propósito personal. “Me dí cuenta –recalca la neohostelera– de que se me da bien cuidar a las personas, y además me gusta”.

Con ese bagaje y mucha autoformación, –“hoy encuentras cursos online de cualquier cosa”– y otro tanto de intuición, hace algo menos de un año puso en marcha “Los Moyas”, su proyecto de turismo rural que ya aparece en Trip Advisor y forma parte de Rusticae, la web de turismo rural que recoge los alojamientos europeos de más encanto.

Turismo activo

Pero, ¿en que se diferencia la oferta de Los Moyas de su competencia más cercana? Para Teresa Laguna, en la calidad. “Teníamos que hacer una apuesta clara por la calidad, porque ahora el cliente es muy exigente y no se conforma con lo meramente pintoresco”.

Desde Olba se abre todo un mundo de posibilidades de turismo activo y Teresa se preocupa de ofrecer a sus huéspedes toda la oferta: desde buscar trufas con un experto cuando es temporada a paseos por los alrededores a pie o a caballo, pasando por la planificación de rutas culturales para conocer el mudéjar de la zona.

Además, al estar en el centro de la sierra  Gúdar-Javalambre, las pistas de esquí de las estaciones de Valdelinares y Javalambre quedan a mano.

El caserío original fue en su día prensa y bodega de la zona. Hoy no queda viñedo, pero la casa conserva el cubo donde se almacenaba el vino y que se ha reconvertido en un acogedor y abrigado patio empedrado con barbacoa y leñera que es uno de los lugares favoritos de los huéspedes.

Desintoxicación digital

Porque en Los Moyas se recuperan hábitos perdidos, como el de charlar tranquilamente sin la interrupción que supone la consulta permanente del móvil. “Es un sitio ideal para un digital detox –asegura Teresa  Laguna– sin internet y casi sin cobertura de móvil… Aquí se redescubre el placer de hablar, de comunicarse. Es algo que familias que se han alojado con nosotros han agradecido, porque hacía años que no mantenían una conversación larga, sin necesidad de abordar temas importantes. Solo por el placer de hablar”.

Serenidad, recuperar costumbres abandonadas, ejercitar el cuerpo de forma moderada o disfrutar del huerto ecológico son algunas de las muchas ventajas que presenta el alojamiento.

“Ahora –prosigue Teresa– empezaremos a plantar el huerto y dentro de unos meses tendremos tomates, berenjenas, pimientos … que acaban en la cocina y nos traen sabores ya olvidados”.

Ampliar el público objetivo

Una vez puesto en marcha el proyecto, ahora se trata de ampliar la oferta y adaptarla para minimizar el carácter estacional del turismo rural. Para ello, Teresa Laguna se plantea abrir su complejo para reuniones de empresas, actividades de training o coaching. A favor cuenta con estar en un lugar alejado de las preocupaciones cotidianas que permite concentrarse en una actividad concreta sin distracciones.

Además el entorno facilita la realización de actividades comunes que fortalecen los lazos entre los participantes.

“Mi propósito es tener ocupación más allá de puentes, fines de semana y vacaciones, periodos para los que siempre hay más demanda. Para ello daremos servicios adicionales, como catering o comidas y facilitamos –a través de colaboradores– la realización de actividades de turismo activo de todo tipo”, concluye la experiodista.