Las empresas de trabajo temporal han experimentado en lo que va de 2015 una evolución nunca antes conocida en el sector, según datos de la Asociación de Empresas de Trabajo Temporal (Fedett). En palabras de su presidente, Luis Miguel Carmona, «el incremento en la gestión de la temporalidad se debe a un mayor conocimiento de los servicios que prestamos”.

Las empresas de trabajo temporal garantizan un salario igual o superior al que tendrían como personal de contratación directa, pero además la empresa receptora percibe que actúa con seguridad en un mercado laboral complejo, y que sus trabajadores reciben toda la información y la formación necesarias en asuntos tan técnicos como la prevención de riesgos laborales.

Otro de los factores que ha influido en un incremento de actividad de un 17% de estas empresas, varios puntos por encima del crecimiento del empleo en nuestro país, es que aportan la necesaria flexibilidad a las empresas, pero sin perder la eficacia que necesitan. El incremento de la actividad económica produce la vuelta paulatina de las empresas a una senda positiva, pero han de hacerlo con todas las cautela.

Por eso el modelo de contratación temporal se adapta muy bien a sus necesidades. Pero además, estos hechos no merman la llamada empleabilidad del trabajador porque éste recibe la formación más actual en el puesto y como norma general se mantiene ocupado.

Lejos de antiguos tópicos, lo cierto es que además, afirma Carmona, “las empresas de trabajo temporal son la vía más fiable a la contratación estable. Actualmente, el 30% de las personas que entran a trabajar de modo temporal terminan pasando a formar parte de la plantilla de la empresa”.