Inmaculada Gomáriz y Rodrigo Aznar, directores de área de Innovación y Financiación Pública de Altair

Bajo la dirección de Inmaculada Gomáriz y Rodrigo Aznar como directores de área, el equipo de nueve profesionales que integran el área de Innovación y Financiación Pública de la consultora Altair supone en estos momentos el 25% de la facturación de la firma, trabajando ‘a éxito’ en los proyectos en los que participa. La explicación está en el modelo de trabajo que desarrollan, “que aporta valores diferenciales para el cliente”.

El Área o Departamento de Innovación y Financiación Pública está operativo en la estructura de Altair desde hace ocho años, “pero en los dos últimos, 2013 y 2014, ha registrado un crecimiento de la actividad muy significativo”. Dicho crecimiento está relacionado, por una parte, “con el trabajo realizado estos años”, pero también “con el modelo de relación que establecemos con los clientes”, un modelo que “aporta valor diferencial”, explica Inmaculada Gomáriz, directora del  área.

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“Hemos apostado claramente por la especialización del equipo que trabaja en esta área, para ofertar a los clientes trabajos de la máxima calidad, que es donde está nuestro valor diferencial”, aclara el otro director de área, Rodrigo Aznar.

– ¿Cuál es el trabajo del área de Innovación y Financiación Pública de Altair?

– I.G.: Desde el departamento hacemos un seguimiento de todas las entidades públicas –comunitarias, nacionales y autonómicas–, que realizan convocatorias de ayudas de cualquier tipo, de modo que tenemos información permanentemente actualizada de la oferta de ayudas existente. Pero, además, hacemos un seguimiento también de la realidad de los sectores y de las empresas que tenemos en nuestra base de datos, de forma que, en cuanto detectamos una oportunidad para cualquier empresa, le preparamos una propuesta razonada. Si el cliente acepta nuestra propuesta, nuestro servicio es integral: recogemos la información que se precise según las características de la convocatoria, preparamos el expediente, lo presentamos por cuenta del cliente, hacemos el seguimiento que corresponda hasta la resolución final y atendemos también los requerimientos justificativos que correspondan.

Nuestros honorarios son siempre a éxito: cobramos los servicios si el cliente obtiene la ayuda solicitada y como un porcentaje de la ayuda conseguida.

Especialistas en los temas 

– Se han referido a la especialización del equipo profesional que trabaja en el área. ¿En qué consiste dicha especialización y cómo aporta valor al servicio que prestan a los clientes?

– R.A.: Cada vez que preparamos y presentamos un expediente a una convocatoria pública, sea para conseguir subvenciones o para incentivos fiscales, dichas subvenciones o incentivos están relacionados con proyectos de I+D o de innovación tecnológica e incluyen una memoria explicativa del proyecto, señalando cómo va a obtenerse el resultado deseado.

El que sean ingenieros especializados en las diferentes áreas quienes preparen la parte técnica de los expedientes (metalmecánico, cerámico, químico, plástico, biotecnología o agroalimentario), es uno de los elementos de valor diferencial en la propuesta de Altair. Y la parte económica está supervisada por el equipo de expertos financieros de la firma.

La seguridad que tenemos en la calidad de las propuestas que presentamos es uno de nuestros valores diferenciales, porque esto no es lo habitual entre las empresas que se dedican a esta actividad.

Y ese valor diferencial no solo se refleja en la calidad de los expedientes que preparamos y presentamos, sino también en la relación con los clientes. Cuando nos reunimos con el equipo del cliente para que nos explique su proyecto, no es lo mismo tener como interlocutor a una persona que sabe cómo cumplimentar un formulario, que tener enfrente a un titulado superior que entiende con bastante claridad las claves de la investigación o la innovación que están desarrollándose y sabe cómo ponerlas en valor a los ojos del evaluador.

Una sola reunión con el cliente

Inmaculada Gomáriz

– I.G.: Además, con nuestro método de trabajo procuramos consumir el menor tiempo posible al cliente, de forma que con una sola reunión a fondo, como tenemos experiencia contrastada en las diferentes tramitaciones, pedimos al cliente toda la documentación que se nos va a exigir en la tramitación, de modo que si podemos evitar volver a pedirles más cosas, mejor.

Obviamente, si durante la tramitación del expediente se plantea alguna situación imprevista, el primero que va a saberlo será siempre el cliente para que adoptemos las decisiones que correspondan.

– ¿Para una misma convocatoria presentan expedientes de varias empresas o trabajan en exclusiva para una empresa por convocatoria?

– R.A.: No hay exclusividad, pero sí un trabajo a conciencia, lo que significa que, mientras otras empresas que prestan estos mismos servicios, a lo mejor para una convocatoria presentan cien expedientes, nosotros preferimos presentar 35 o 40.

La diferencia es que quien presenta cien expedientes obtiene resultados en 30, y nosotros, con 35 o 40 candidatos, obtenemos también resultados en 30.

La clave está en la calidad del trabajo que incorpora cada expediente. Con nuestro modelo de facturación, el tiempo y el factor éxito son fundamentales. Muchos expedientes tienen que ser validados por las entidades certificadoras, que se tomarán más o menos tiempo en su proceso de evaluación, según como se presenten los expedientes.

Lo importante para Altair es entregar aquellos expedientes que vemos que tienen mayores posibilidades de éxito, pues hasta que el cliente no consigue sus objetivos, nosotros no cobramos.

Modelo de éxito

– ¿Qué supone el Departamento de Innovación y Financiación Pública en Altair y cuál es su evolución con la implantación de este modelo de trabajo?

– I.G.: Hemos cerrado 2014 con más de un 30% de expedientes que en el ejercicio anterior, ya sea de proyectos en tramitación o tramitados, y suponemos casi el 25% de la facturación de Altair. Hasta hace 2-3 años, cerca del 90% de los clientes de esta área nos llegaban referenciados por otros departamentos de la firma; es decir, eran clientes en temas de finanzas o estrategia a los que gestionábamos alguna ayuda pública. En estos momentos, más del 60% de nuestros clientes han venido directamente a solicitar los servicios de tramitación de un expediente de ayuda.

– ¿Siempre que hablamos de ayudas públicas nos referimos a subvenciones?

Rodrigo Aznar

– R.A.: No solo. La ayuda puede ser en forma de subvención, pero también en forma de crédito en condiciones ventajosas y/o deducción en la cuota a pagar por el Impuesto sobre Sociedades o en las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social. Lo que es preceptivo, en el caso de los incentivos fiscales de I+D+i para disfrutar de la ayuda, es la evaluación correspondiente de la entidad certificadora acreditada por el Ministerio a través de la Enac, que es quien determinará si el proyecto es de I+D, de innovación tecnológica o no cumple con los requisitos para disfrutar de la ayuda.

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