Directora de Posgrado de la Universidad Europea de Valencia 

Cada vez estoy más convencida que el sentido común debería de ser un mantra para las organizaciones modernas. Nadie puede poner en duda que existe una correlación entre el alto nivel de cualificación y desarrollo personal del equipo de dirección y mandos intermedios, con la rentabilidad creciente de un negocio. Sin embargo, me pregunto dónde enfocan ahora mismo sus esfuerzos la dirección de recursos humanos y los debates de los consejos de administración.

Como directora de la escuela de posgrado de la Universidad Europea de Valencia, también tengo la oportunidad de contrastar que hay profesionales que se preocupan de su desarrollo y se esfuerzan cualquiera que sea su edad, perfil y nivel de especialización, acudiendo a escuelas de negocios como la nuestra.
Son capaces de ponerse en valor en cualquier escenario y son conscientes que los únicos responsables de su éxito son ellos mismos. Mi trabajo me permite generar este debate con profesores como Bruno Broseta, Gonzalo J. Boronat, Vicente Sorlí, Eva Turanzo, Fran Chuan, Henry Mennes, Ignacio Monserrat, Manuel Campo Vidal e, incluso, con instituciones como la ADL y su gerente, Eva Mira.

Todos coincidimos que no es una responsabilidad compartida entre la empresa y el profesional, sino que son responsabilidades independientes, con objetivos distintos que se multiplican.

Factores relevantes

La visión que nos da ser una universidad internacional, perteneciente a Laureate International Universities, nos hace conscientes de qué factores son relevantes. El mercado, la alta competencia en los negocios e, incluso, la real y dura responsabilidad que recae sobre los equipos de dirección, exigen a las directivos de las empresas valencianas una serie de competencias propias de la cultura de cada compañía, que estén sincronizadas con las exigencias de un mercado abierto y global.

Me centro en las empresas de esta tierra porque somos las que movemos la riqueza y el empleo de esta región.

El compromiso existencial de hacer crecer los resultados, generar valor para el cliente y los accionistas y mantener las empresas que llevan décadas bajo la dirección de una misma familia, se convierte de nuevo en el faro de una sociedad empresarial, que tiene que impulsar el progreso de esta Comunitat; una región que históricamente ha sido reconocida por su espíritu comercial, emprendedor y por su fuerza negociadora y empresarial. Ya, y aún más, en los próximos años será crucial disponer de un equipo de dirección y mandos intermedios muy preparados, altamente efectivos, y con unos valores donde la responsabilidad sea el eje o el punto de gravitación que promueva el resto de competencias profesionales y personales.

Profesionales de alto rendimiento

Igual que en el mundo deportivo hablamos de “profesionales de alto rendimiento” y somos capaces de nombrar referentes en el tenis, baloncesto o en cualquier otro deporte, el mundo de los negocios debería de reconocer, preparar y perseguir este tipo de perfiles. Profesionales que estén al día en nuevas herramientas y nuevas prácticas empresariales, que demuestren y lideren en su día a día, para hacer realidad los duros planes estratégicos y los cambios en los modelos de negocio.

Un ejemplo que se estudia como caso de éxito en las escuelas de negocios es el sector de la automoción. De manera homogénea han convertido la formación en su palanca de crecimiento y esto les ha llevado a demostrar que existe esa correlación de la que hablaba al principio. La apuesta estratégica en la formación de sus equipos técnicos, con un enfoque holístico en el que ha implicado incluso a los proveedores, estén donde estén, ha favorecido que se conviertan en un referente. Una preparación en habilidades para dirigir y otros temas técnicos y de especialización.

En otros negocios, donde la integración horizontal –downstream– ha abierto la puerta a una fuerte competencia y, por tanto, a la reducción y concentración de proveedores a nivel mundial, impone que se abra de nuevo el debate de la formación de los equipos de dirección y su sucesión.

Por eso, para los que han sobrevivido a estos procesos bajo la bandera de la calidad y la eficiencia, la cualificación de sus directivos es esencial y una palanca de permanencia en el difícil mercado. Quien no lo valore así, se quedará atrás.

Como dice César Piqueras, experto valenciano en desarrollo del talento, hay factores que provocan un “auto-sabotaje” a la hora de emprender la importante misión de mantener nuestro nivel intelectual y competencial alto y, a la vez, otras barreras que aparecen en las empresas y que distraen el foco de la gestión del talento.

Auto-sabotaje

Quizás los principales “saboteadores” son las preocupaciones o responsabilidades profesionales y personales, o la supuesta falta de tiempo y la dificultad de la conciliación. Un tercer “saboteador” puede ser la supuesta generosidad de poner nuestros intereses siempre al final, lo que relega al último punto de nuevos propósitos fortalecer nuestra experiencia con una formación que actualice nuestro bagaje profesional y dé seguridad a la toma de decisiones.

Por otra lado, existe otro handicap: ¿dónde acudimos cuando tenemos años de experiencia y llevamos mucho tiempo sin volver al aula?

Tanto para el profesional como para la empresa, la primera opción es valorar Madrid y Barcelona. Sin embargo, en la Comunidad Valenciana hay también opciones excelentes para recibir una formación muy práctica, internacional y adaptada a la idiosincrasia del directivo.

En nuestro caso, con la incorporación de ESTEMA a la Universidad Europea, los alumnos que han pasado suponen un importante activo para la universidad. Una red de alumnos generadora de actividades y ‘networking’ real y efectivo, que incluyen perfiles altos del nivel de Enrique Calabuig (presidente de Uradis CCSA), Carlos Moldes (presidente Grupo Moldtrans), José M.ª Puig (director general de Vértice Vertical), Miriam Mayordomo (directora de explotación del Grupo Acrismatic) Manuel Cercera (‘controller’ en MSCTV) y Carlos González (director de integraciones en Nunsys).

Profesionales que lideran proyectos empresariales en distintos sectores, con un denominador común: capacidad, valores, visión y compromiso, incluso, con un enfoque social. 

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