Juan Hervás

Juan Hervás, responsable de Visión y Metrología del Instituto Tecnológico de Óptica, Color e Imagen (Aido), expuso como ejemplo de aplicación de los resultados de investigación el láser Cladding. Se trata de una técnica de fabricación aditiva, es decir, basada en el aporte de material para la generación de piezas o reparación de las mismas.

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En este caso, el aporte de material en polvo se hace coincidir con el punto de incidencia del haz láser sobre la pieza, de manera que dicho material de aporte se funde instantáneamente y se adhiere al sustrato base. “Gracias a las características del proceso, el efecto térmico sobre la pieza es casi nulo, logrando no afectar negativamente a las propiedades de la misma (al contrario de otras técnicas que pueden generar deformaciones por afectaciones térmicas, cambios en las propiedades de los materiales, etc.), y consiguiendo que la unión metalográfica entre el material base y el adicionado sea perfecta”, asegurу Hervás.

En este sentido, el departamento de Láser de Aido es pionero a escala nacional en el desarrollo de esta técnica y en la actualidad constituye un mercado con un crecimiento significativo, tanto en Europa como en Estados Unidos.

“Esta técnica constituye un proceso de fabricación inherentemente flexible ya que permite, ajustando los parámetros del mismo trabajar sobre diferentes materiales y acabados y, dado que se emplea en combinación con sistemas de posicionamiento automáticos (robots, ejes cartesianos…) permite trabajar sobre diferentes morfologías de piezas, simplemente cambiando la trayectoria que describen los mismos”, comenta el técnico.

Un ejemplo en el que está comenzando a aplicarse a nivel industrial y como parte de procesos productivos flexibles puede ser la industria aeronáutica, en la que, fruto de los resultados de un proyecto europeo, Aido, en colaboración con el resto de socios desarrolló la técnica que permite reparar piezas críticas fabricadas con aleaciones avanzadas que sufren un desgaste muy importante y que con otras tecnologías no era posible reparar debido a los efectos que estas tenían sobre las propiedades de las piezas y que hacía que tras la reparación no fueran funcionales. El resultado del proyecto permitió validar técnicamente los procesos, y a día de hoy estas técnicas se hallan en proceso de homologación por las autoridades responsables de la seguridad aérea para permitir su uso, logrando una reducción de costes muy importante.

Otro ejemplo que apuntó Hervás se da en la fabricación de bombas hidráulicas.