Benigno Prieto, director de KPMG Management Consulting-Función Financiera

El papel de los directores financieros se ha ido consolidando como estratégico en los últimos años. Además, la complejidad del entorno y la prolongación de la crisis económica ha evidenciado el carácter vital de una adecuada gestión del área financiera en las compañías.

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KPMG, que por quinto año consecutivo ha elaborado la encuesta ‘Los directores financieros: aportando valor en la toma de decisiones. 2013’, confirma, a partir de las conclusiones que arrojan las opiniones de los directivos financieros consultados, la tendencia de los últimos años de la transformación del director financiero en una figura que cobra cada vez más protagonismo dentro de la dirección de la empresa y cuyo punto de vista debe resultar estratégico para la toma de decisiones.

Tradicionalmente, la función financiera ha sido la responsable de suministrar solo información financiero-contable y adolecía de no ser capaz de apoyar en la toma de decisiones, como hoy en día se le está empezando a exigir. Al final, recuerda Benigno Prieto, director de KPMG Management Consulting-Función Financiera, “ese apoyo en la toma de decisiones es hoy la principal demanda de las empresas a sus directores financieros. Ello está haciendo que se estén planteando hacia donde tienen que ir las direcciones financieras y con qué equipos pueden ser capaces de dar el salto cualitativo que se precisa para atender las exigencias del nuevo entorno”.

Prieto, que participó en la última reunión del Club de Directores Financieros desarrollado por APD y KPMG el pasado 11 de febrero, en Valencia, señaló que la transformación de la función financiera lleva incluso a replantearse cuestiones como “el modelo organizativo de esta área, a cómo se debe relacionar con otros departamentos de la compañía, a si ejerce su función de forma eficiente o no, a valorar los perfiles y roles de las personas que componen el equipo financiero, con el objetivo de aportar valor. Los equipos ahora deben mantener contacto con el día a día de los negocios y no estar dedicados solo a suministrar información financiera sino a ser capaces de aportar soluciones, de entender cuáles son las consecuencias financieras que tiene la implantación de determinados cambios operativos en las compañías”.

 Este salto cualitativo que se prevé para la función financiera viene avalado por las opiniones de los diferentes directores financieros consultados por APD, que coinciden al afirmar que en sus empresas se les empieza a exigir que participen en la definición de la estrategia de la compañía, que “además sean capaces de facilitar más información futura que pasada pero también están manifestando preocupación por evaluar a sus equipos de trabajo porque actualmente las direcciones financieras no están preparadas para ese cambio” señala el directivo de KPMG.

Actualmente, el proyecto que los clientes de KPMG más le demandan va precisamente en esa línea: “las empresas quieren saber si están preparadas para afrontar  ese salto cualitativo que el entorno exige, quieren saber si están bien organizados, qué perfiles profesionales deben incorporar a sus equipos, qué áreas tienen que mejorar o no para dar ese salto cualitativo con los perfiles que cuentan, qué canales de comunicación deben establecer con el resto de áreas de la compañía. Al final la dirección financiera se está convirtiendo en un aglutinador de información de todas las áreas de la compañía”.

LA TECNOLOGÍA, PALANCA DE CAMBIO

Precisamente, en el estudio publicado por KPMG se hace patente que la relación con las áreas de tecnología o con las de recursos humanos siguen siendo departamentos donde los propios directores financieros observan que aun  hay recorrido de mejora, ya que, prosigue Prieto, “no hay una comunicación eficiente entre ellas. Lo que se pide hoy a un director financiero es que anticipe información de la empresa. Para ello es necesario que los sistemas tecnológicos de la compañía faciliten disponer de esa  capacidad analítica, que permitan anticipar cualquier tipo de evento. La tecnológica es una palanca del cambio. Para todos los cambios que vayamos a llevar a cabo sin duda tenemos que ir de la mano de ambos: de sistemas y personas”.

Bernardo Vargas, socio director de KPMG

Durante su intervención en el club de directores financieros, Benigno Prieto, director de KPMG Management Consulting-Función Financiera transmitió que la dirección financiera tiene tres objetivos estratégicos clave. El primero es el llamado objetivo de control, “ser capaces de tener un sistema adecuado de medición de riesgos”. El segundo es la eficiencia, “la función financiera tiene que hacer más con menos, tiene que reportar más rápido y en muchos casos trabajar con menos personas, ver cómo automatiza los procesos y definir cuáles son clave y si no aportan valor, abandonarlos”. Por último, el tercer objetivo estratégico que enumeró Prieto alude a la aportación de valor de la propia función financiera. “Lo que observamos en las compañías españolas es que tanto el objetivo de control como de eficiencia están razonablemente cubiertos. Pero cuando hablamos de aportación de valor, ese ámbito es el que más recorrido de mejora se observa. Las mejores prácticas a nivel mundial nos dicen que aproximadamente el 15% de las personas que trabajan en la función financiera se deberían dedicar a tareas de aportación de valor”.

Junto a la intervención de Benigno Prieto, la jornada del Club de Directores Financieros contó con la experiencia del Grupo Alsa, cuyo director de Administración Marcos García Hidalgo explicó la implantación de una herramienta contable para transformar su modelo de control de gestión.

La importancia de las herramientas tecnológicas en el cambio de la función financiera queda evidente también  incluso en el estudio de KPMG, donde un 40% de los directores financieros prevén en los próximos años hacer inversiones destacables en herramientas tecnológicas para acometer este cambio.