Es decir, trabajando menos tiempo se logran mejores resultados.
El experimento sueco.
Todo comenzó en una residencia de ancianos de Gotemburgo (Suecia), donde se implantó hace meses, la jornada de 6 horas al día para las enfermeras, manteniendo el salario. El resultado ha sido bastante positivo, porque se ha logrado una mayor productividad y menos bajas por enfermedad.
El método se ha empezado a probar en otras empresas y en otras ciudades suecas para mejorar la productividad de las empresas y el grado de bienestar de los trabajadores.
No obstante, hay que esperar un tiempo para conocer los resultados definitivos, porque ya ha habido otros intentos en Suecia por reducir la jornada la laboral que no han funcionado, pero las perspectivas en esta ocasión son bastante positivas.
El caso de España.
Según un estudio realizado por Adecco, España es el sexto país del mundo donde más se trabaja. Por delante, están Reino unido, Portugal, Polonia, Rumanía y Alemania.
En España la implantación del modelo sueco de la jornada laboral de 6 horas, parece un sueño.
En nuestro país la jornada laboral partida con 2 horas para la comida, hace que sea muy complicado que se pueda conciliar la vida personal con la profesional. En otros países de Europa, el tiempo que se dedica a la comida es de unos 45 minutos. Por lo tanto, en España se sale mucho más tarde del trabajo, y de esa forma queda muy poco tiempo para dedicarlo a la familia, amigos, ocio etc.
En España existe la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (CNRHE) que entiende, entre otras cosas, que las jornadas laborales prolongadas perjudican la calidad de vida de las personas y no son rentables para las empresas. Por ese motivo, solicitan que se realicen las modificaciones legislativas necesarias para que los horarios sean más racionales en España.
Consecuencias de la jornada laboral de 8 o más horas.
Una jornada laboral prolongada produce una reducción de la productividad, ya que con el transcurso del día se va reduciendo la motivación por el trabajo que además invade el tiempo de la vida personal. Todo esto tiene como consecuencia el aumento de las bajas por enfermedad y el absentismo en general.
Tanto las bajas como el absentismo, tienen como resultado un coste para la empresa y para la seguridad social.
En nuestro país aunque la reducción de la jornada laboral es una fantasía, se está comenzando a implantar la jornada intensiva, de forma que sea más sencilla la conciliación de la vida laboral y personal. No obstante, habrá que seguir atentamente el experimento sueco para ver cómo evoluciona y qué resultados alcanza.