Smart Contracts: ¿qué son y cuáles son sus principales beneficios?
La creación de ecosistemas digitales ha hecho necesaria la implementación de diversos mecanismos que faciliten sus transacciones para todos los usuarios. Además, una de sus mejoras más destacadas es la eliminación de intermediarios, lo que se traduce en procesos más simples y mucho más rápidos. Uno de estos mecanismos se define como Smart Contracts, también conocido como el “criptocontrato”. Así que, si quieres saber más, debes llegar hasta el final, y aprenderás qué son, cómo funcionan, sus beneficios y algunas aplicaciones.
¿Qué son los Smart Contracts?
La definición original de contrato dice que es un acuerdo que ocurre entre 2 o más partes. Define el entorno donde se desenvolverán y los puntos que deben aceptar los involucrados para que este acuerdo se lleve a cabo. Ahora bien, los Smart Contracts, que traducido significa “contratos inteligentes”, son un tipo de contrato digital que forma parte de una cadena de bloques. Tiene las características completas de un programa, pues ejecuta automáticamente diversas operaciones en cuanto ciertas condiciones se cumplen.
Entre los fundamentos invariables de esta innovadora tecnología tenemos: descentralización, transparencia e inmutabilidad. Haciendo un poco de historia, los contratos inteligentes fueron propuestos mucho antes de existir sus mayores empleadores. La aparición de este término acuñado se cree ocurrió en el año 1993, de la mano de Nick Szabo. Este informático, pensaba que representaban la evolución de los contratos y las prácticas comerciales. Con su aplicación, se apostó por una simplificación de los procesos, siempre en beneficio de los consumidores.
Por tanto, sentó las bases de lo que hoy conocemos como el comercio electrónico. Es decir, los contratos inteligentes son programas que se ejecutan y se cumplen de forma automática, con codificaciones visibles para todos los participantes. Para su mediación y control, no requiere de terceros (algo que un contrato típico sí necesita). Además, cuenta con total validez, que no dependerá de la aprobación de las autoridades. Esta forma de acuerdo, además de eliminar intermediarios, es mucho más segura y más barata que cualquier otra.
Cómo funcionan los contratos inteligentes
Para poder explicar estos Smart Contracts, podemos emplear un ejemplo en función de las criptomonedas, la tecnología que mayor uso hace de estos. Y no es muy diferente del funcionamiento de una cadena de bloques, la base de este ecosistema cripto. Básicamente, las instrucciones de la cadena son fundamentadas en el contrato inteligente: Si, cuando, entonces (if, when, then). De igual forma, funcionan entre partes que tienen ciertos aspectos, como disparidad (no necesariamente deben ser dos) y por completo anónimas.
Lo primero: ambos participantes requieren contar con el acceso a sistemas informáticos que les permitan intercambiar activos. Supóngase que X requiere transferir un activo digital (denotado con unidades de valor) a Y. Dentro del sistema, el proceso no es más que una instrucción de transferencia de datos (if/when), dónde cambiará la propiedad del primero al segundo participante. Esta instrucción se difunde dentro del sistema informático para corroborar que X cuenta con las unidades de valor necesarias para transferir la propiedad a Y.
Una vez que la red comprueba la existencia u ocurrencia de las instrucciones primarias, se procede a la liberación y transferencia del activo. Esta es la instrucción then que solo sucede bajo aprobación de la red. Aunque también puede darse el caso de que exista rechazo, con su correspondiente instrucción. Es decir, los Smart Contracts hacen cumplir de forma automática las obligaciones. Luego, se anexa este contrato a la cadena de bloques para su archivo, conteniendo las direcciones, cantidades de valor transferidas y la marca de tiempo.
Beneficios de los contratos inteligentes
¿Tienen beneficios los contratos inteligentes? Por supuesto que sí, y son diversos. El primero de todos es la independencia que ofrece esta herramienta para los participantes, donde cada uno puede intervenir sin necesidad de mediación. Asociada con hacer más independientes los participantes, el ahorro de costes que ofrece debe ser destacado. En otros tipos de contratos, la participación de intermediarios y otros gastos operativos, incrementa sustancialmente los costes. Con un Smart Contract, la reducción de gastos e intermediarios hace que sus costes operativos sean prácticamente nulos.
La velocidad con que se realizan las operaciones es otro de los beneficios más importantes. Otros tipos de contrato deben ser verificados para poder ser aprobados, lo que se traduce en demoras. En cambio, los contratos de tipo inteligente, al ser digitales o virtuales, son automatizados, por tanto, muchísimo más rápidos. No existen papeles, formularios u otro tipo de elementos para procesar o inclusive reprocesar por errores. Esto último lleva a otro beneficio importante, y es que son completamente precisos.
En cuanto a la confianza y transparencia, parte de fundamentos, establece que cada contrato permanezca en una red distribuida. Así, es prácticamente imposible que se pierdan sus cláusulas. De igual forma, todos cuentan con cifrado codificado y encriptado. Es decir, con todos estos elementos, para poder alterarse o falsificarse, se requiere hacerlo en todas las copias. No se puede decir que alguien pueda alterar un contrato inteligente para obtener un beneficio propio. El último beneficio ventajoso es la eco sostenibilidad, empleando menos recursos, tales como papel o combustibles.
Aplicaciones de los Smart Contracts
Los Smart Contracts tienen una diversidad de aplicaciones, que cambiarían el modo de entender muchas actividades comunes. No pueden aplicarse a negociaciones específicas, sino a actividades estándar de comercialización o acuerdo. Un ejemplo de la no aplicación sería en la compra entre dos entidades. Aquí estas herramientas son improcedentes, ya que requieren de verificaciones de ambas partes por medio de terceras partes (abogados). Asimismo, requiere redefinir los términos en diversas ocasiones. No, los programas inteligentes de contrato permiten agilizar operaciones recurrentes de la vida diaria.
En la actualidad, en diversos países donde la tecnología sigue creciendo, los Smart Contracts avanzan en diversidad de sectores. Los que más usan estos contratos se ubican en los sectores bancarios y financieros. Tal es el caso de los créditos y préstamos, donde la liberación de fondos con esta herramienta es más rápida. Esto, previo análisis de las partes involucradas. El sector aéreo también se beneficia de esta tecnología, especialmente para compensar a todos sus usuarios en caso de problemas.
Cuando las personas viajan por vía aérea, existen una variedad de herramientas para compensar diversas actividades. Es probable que, bajo ciertas condiciones, algunos vuelos se retrasen. Por tanto, para beneficiar al usuario al ofrecer mejores servicios, las aerolíneas pueden compensarlos a través de los Smart Contracts. Así no tendrán que verificar las solicitudes, enfocando a su personal de atención al cliente en otros asuntos más relevantes. Simplemente, se cumplen las condiciones de retraso y el usuario, haciendo uso de aplicaciones móviles, podrá reclamar una indemnización de tiempo perdido.
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