Probablemente, en algún momento has oído hablar de la reduflación. Para quienes no lo saben, se trata de una condición de mercado que se caracteriza por la disminución del tamaño o cantidad de un producto, mientras su precio se mantiene igual, o incluso puede aumentar. En este artículo, analizaremos sus causas, consecuencias para la economía y veremos algunos de sus ejemplos.
¿Qué es la reduflación?
Reduflación es un término que describe cuando una empresa reduce el tamaño de su producto o las características de un servicio, pero mantiene el mismo precio. Situación que impacta directamente a los consumidores, al obtener menos por el mismo precio que se venía pagando anteriormente.
Cuando los precios se mantienen altos mientras los productos se reducen, significa esencialmente que se está pagando más dinero por menos producto. Esto se puede definir, a su vez, como un comportamiento inflacionario disfrazado.
¿Cuáles son las causas de esta práctica?
Las causas de la reduflación pueden ser variadas, sin embargo, las más comunes, suelen ser:
- La inflación.
- La pérdida del valor de la moneda del país.
- Disminución del poder adquisitivo de los consumidores.
- Elevados costos de producción.
- Ajustadas políticas fiscales.
¿Por qué ajustar el tamaño del producto?
Entre las principales razones que llevan a las empresas a ajustar el tamaño de sus productos, tenemos:
Para hacer que el producto sea más asequible en los casos de pérdida de poder adquisitivo por parte de los consumidores.
Para que el producto parezca más valioso, esto como consecuencia de la creencia de que “de lo bueno poco”. De tal manera que parezca de mejor calidad y represente una mejor oferta de mercado.
Además, esta práctica también está asociada, a variaciones de mercado, escasez de insumos, costos de producción, falta de mano de obra, baja demanda del producto, etc. solo por nombrar algunas.
¿Cómo afecta la reduflación a la economía?
En definitiva, la reduflación es una consecuencia de la inflación y de la pérdida del poder adquisitivo de los consumidores. En otras palabras, estamos hablando de una subida disfrazada de los precios de los productos.
Es decir, que tras una falsa (pero legal) oferta de mantener los precios de los productos, las empresas reducen las cantidades ofertadas. De esta manera buscan seguir al alcance de los consumidores en lugar de arriesgarse a subir los precios de forma frontal.
Esto implica una contracción de la economía y una disminución de dinero circulante. De esta manera, la reduflación puede afectar la economía y a nuestras vidas de forma negativa. Como consumidores y ciudadanos, es algo que no debemos ignorar. Más aun, debemos trabajar todos juntos para garantizar que nuestra economía sea lo suficientemente fuerte como para resistir esta peligrosa tendencia.
Ejemplos de reduflación
Existen muchos ejemplos de la reduflación en nuestra vida cada día. La vemos en diferentes productos del mercado cuando vamos a hacer las compras. Principalmente, en productos alimenticios como cereales, snacks, chocolates e incluso productos de primera necesidad, etc., que, aunque mantienen el mismo precio, se encuentran en presentaciones de menor tamaño y contenido.
Sin embargo, esta práctica no está supeditada solamente a este tipo de artículos, también es de uso frecuente en otros como los de aseo personal. Entre estos, champús, pasta dental, desodorantes, papel higiénico, etc.