Ingenieros geomáticos reivindican su papel ante la crisis climática
Redacción E3
Las causas que permiten la existencia de los impagos por parte de autónomos o de empresas consolidadas son muy variadas. Los impagos pueden ocurrir debido a cualquier problema personal y hasta por la quiebra económica de una empresa. Lo cierto es que, durante lo que fue el año 2020, durante y luego de la pandemia, muchas compañías sufrieron impactos económicos negativos. Esto causó que una parte del sector financiero se desestabilizara y el sector económico se viera afectado. Muchas empresas han tenido que aplicar a nuevos modelos de negocios para tratar de resurgir financieramente hablando. Incluso, actualmente aún podemos ver algunas que intentan hacerlo.
Básicamente, un impago es el incumplimiento en el pago de un establecido valor monetario en la fecha de liquidación acordada previamente. Un castigo común que reciben las empresas o personas que cometen dicho acto, puede ser el embargo. Las organizaciones cuando llevan a cabo ventas de productos o servicios, emiten inmediatamente una factura o contrato a través del cual el cliente se encuentra comprometido a realizar el pago. Esto, según sea lo estipulado en dicho contrato o factura. Se puede analizar si un cliente será moroso teniendo en cuenta algunas pautas:
Un 40% de empresas españolas han hallado un daño en los niveles de solvencia de sus compradores; esto, fue causado por las consecuencias de la pandemia. Tal como lo hablábamos al comienzo de este artículo. Un 17% de las empresas del país han sido víctimas de impagos durante lo que va del año. Esto ocurre, sorprendentemente, aún incluso después de las inyecciones de liquidez y estímulos fiscales que ha recibido el tejido empresarial para compensar los efectos económicos ocasionados por el Covid-19.
A partir del segundo trimestre del 2020 se adoptaron medidas extraordinarias para dotar de un extra de liquidez a un tejido productivo, el cual se ve obligado a reducir de manera drástica sus estándares de facturación. El daño que podemos ver en la actualidad dentro de los niveles de solvencia se genera por distintas causas combinadas. Por un lado, las empresas hicieron uso de las facilidades de liquidez y tienen más deudas de las que acarreaban previo a la pandemia, lo que ha aumentado sus costes financieros. Por otro lado, múltiples compañías aún están lejos de tener los mismos niveles de facturación que tenían antes de dicha pandemia.
Finalmente, también existe un incremento de los costes operativos originarios de la energía, las materias primas o el desajuste logístico de cadenas de suministro que no tienen la capacidad de trasladar los márgenes. Todo lo mencionado ejerce una gran presión sobre los niveles de liquidez y solvencia. Incluso, casi la tercera parte del tejido empresarial estima que el nivel de impagos de sus clientes aumentará en los próximos meses.
Aunque no se estima que las compañías españolas puedan alcanzar los mismos niveles de facturación que tenían antes de la pandemia previo a lo que será el 2022, tres de cada cuatro empresas, aspiran mejorar sus cifras respecto a lo que fue el 2020.
Establece una política de crédito ideal
La mejor manera de no hacer una distinción por apariencias es establecer una buena política de crédito. En otras palabras, crear una metodología comprensible y efectiva para que todos los empleados la puedan desarrollar sin inconvenientes.
No forzar las ventas
Trata de no pensar en vender sí o sí, a toda costa. Este pensamiento, a largo plazo, atraerá clientes morosos a tu empresa. Antes de lograr vender un servicio o producto, estudia bien al cliente y fíjate si realmente son solventes.
Cubre el riesgo
Si algunas de las sugerencias no tienen éxito, siempre es conveniente cubrirse las espaldas. Puedes contratar directamente a un seguro de crédito. Dichos seguros han evolucionado y ahora permiten asegurar las facturas que se necesiten y no necesariamente toda la cartera, como se hacía antiguamente.
No te dejes engañar por las apariencias
Por más que una empresa sea grande o que un autónomo esté teniendo mucho éxito, no pienses que no pueden convertirse en morosos. Lo mejor es que estés siempre precavido con quien vayas a tratar y así evitarás tener impagos.
Mantener activa la gestión de cobros
Algo que acostumbran a olvidar los empresarios más pequeños, es que los impagos se cobran por sí solos. Así que, si no hemos asegurado una factura y sufrimos de algún impago, tendríamos que ejecutar algunas acciones para recuperar nuestro dinero.
En conclusión, todos tenemos el conocimiento de que el 2020 fue un año muy difícil y, por esa razón, muchas empresas aún no han logrado levantarse y a otras les ha costado mucho. Es muy difícil pasar por estos tiempos que nos ha tocado vivir. Pero, si tomamos este tema con total seriedad y aplicamos buenas medidas económicas, podremos evitar los impagos en todo momento y gozar de un notable éxito financiero.
Jesús SantaellaCopywriter y redactor SEO con más de 7 años de experiencia. Colabora con Economía 3 desde el 2019 en temas de marketing, turismo, criptomonedas y economía. Es un apasionado por el marketing digital y las ventas a través de las palabras.
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