Gianni Agnelli, un hombre de éxito
Entre sus cualidades contaba con un ojo que veía más allá, una gran experiencia internacional, una gran visión de los acontecimientos y en ocasiones una honesta confusión de ideas.
En Italia existían tres italianos dignos de exportación: Federico Fellini, Enzo Ferrari y Gianni Agnelli. Para el pueblo Agnelli era el «Abogado”. Se convirtió en un símbolo, hasta según Paris Match se llegaron a vender camisetas estampadas con la imagen del empresario. El atractivo que ejercía Agnelli era innegable.
Decía Federico Fellini que Agnelli tenía éxito simplemente, «le gusta a la gente como gusta a un actor, es un triunfador, basta con ponerle un yelmo en la cabeza y subirlo a un caballo. Tiene la cara del rey”.
En Turín siempre hubo una familia que era importante para los italianos y que contaba en las decisiones de importancia, primero se llamó Saboya y ahora se llama Agnelli. A esta familia le favorecían las circunstancias ya que administraban su empresa mejor que los políticos a Italia.
El «Abogado” nació el 12 de marzo de 1921 en Turín. Los padres del niño que estaba destinado a ser alguien importante eran: Eduardo, abogado y vicepresidente de Fiat y Virginia Bourbon del Monte, hija del príncipe San Faustino de la norteamericana Jane Campbell.
Turín, era un poco anticuada, una ciudad de provincias, pero a pesar de eso, era la ciudad donde se movían las grandes fuerzas de la Italia trabajadora. Fiat fue una compañía progresista que puso un pequeño utilitario en la cumbre el «Topolino”, el sueño de la clase baja que quería ser automovilista.
Gianni en 1966 fue nombrado presidente de la Fiat, que bajo su mandato se transformó en la multinacional que es actualmente. Se apoyó fundamentalmente en el gran desarrollo italiano y en una compañía que no dudó en Internacionalizar. Uno de sus primeros sonados acuerdos se produjo con el accionista mayoritario de Citroën, que en aquellos momentos era Michelin y con quien quiso hacerse con el control.
La respuesta fue el veto por parte del gobierno francés, pero a pesar de esto la ambición de Fiat de ser una multinacional no tenía marcha atrás posible y no hubo manera de parar esto. Llego incluso a ser la que ayudó a construir la industria automovilística de la Unión Soviética, al crear la empresa automovilística VAZ, que tiene como más conocida a la marca Lada.
La ciudad donde se instaló Vaz se rebautizó con el nombre de Togliatti en honor a los italianos y el nombre era el de uno de los fundadores del Partido Comunista Italiano. En nuestro país fue el encargado de potenciar la marca SEAT, que se creó gracias al acuerdo con el gobierno franquista.
Este proceso progresivamente fue transformando al grupo Fiat, que, aunque pasó por periodos de crisis, es una de las grandes empresas automovilísticas del mundo. En 2003 moría de un cáncer de próstata.
El presente de su imperio
La familia Agnelli es la dinastía más poderosa de Italia y de las más ricas del mundo. Creo el imperio Fiat en 1899, pero su imperio se extiende como un manto por el país transalpino e incluso llega al fútbol, ya que controla la Juventus de Turín. Controlan también RCs Mediagroup, del que depende Il Corriere della Sera, además de participaciones en Le Monde, The Economist o La Stampa.
John Elkann es el presidente de Exor, la sociedad inversora de la familia, nieto de Gianni Agnelli. Con 39 años ha tenido numerosas críticas por internacionalizar el grupo al haber dado la espalda a negocios tradicionales de la familia.
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