Quieres cerrar tu empresa, pero también tiene deudas. ¿Qué hacer? Si disuelves tu empresa sin pagar las deudas, los acreedores pueden demandarte y asegurarse de recuperar su dinero. De ninguna manera, es una situación ideal para ninguno de los implicados. En este artículo explicaremos cómo hacer la disolución de una empresa con deudas en España y qué pasos hay que dar antes de hacerlo.
Cómo hacer la disolución de una empresa con deudas
Cuando se hace necesario cerrar una empresa y hay deudas de por medio, existen diferentes alternativas viables, rápidas y no tan costosas como el proceso concursal para hacerlo. La mejor manera de evitar la responsabilidad ante los acreedores es mediante la liquidación ordenada, el procedimiento de insolvencia voluntaria o el uso de la Ley de Segunda Oportunidad. Estas son las formas más apropiadas de hacer frente a las situaciones de quiebra y de deuda, eliminando la responsabilidad ante los acreedores.
Siempre es importante recordar que las deudas garantizadas por los particulares también pueden descargarse en virtud de la Ley de Segunda Oportunidad. Es importante tener siempre en cuenta la deuda en el proceso de disolución de la empresa, ya que la deuda existirá durante un largo periodo de tiempo si el proceso no se gestiona correctamente. En otras palabras, la disolución de una empresa obviando otros procedimientos no elimina necesariamente las deudas que pueden ir directamente al patrimonio personal de las personas implicadas.
Causas de disolución de pleno derecho
El artículo 360 de la Ley de Sociedades de Capital define las causas de disolución de pleno derecho de este tipo de sociedades. Según reza el precitado artículo, la disolución de pleno derecho, se produce al expirar el plazo establecido en los estatutos o al cumplirse un año desde la fecha de la decisión de reducir el capital social por debajo del importe mínimo establecido por la ley, mientras no se inscriba en el registro mercantil la conversión, anulación o ampliación del capital social de la sociedad.
Procesos necesarios para cerrar una empresa con deudas
Una vez tomada la decisión de cerrar la empresa por deudas e insolvencia, hay que conocer el proceso para iniciar el cierre. Es mejor iniciar un procedimiento preconcursal para intentar lograr un acuerdo extrajudicial.
Si no se puede llegar a un acuerdo extrajudicial, se debe optar por la vía judicial e iniciar un procedimiento de insolvencia voluntaria. Este procedimiento se inicia ante el tribunal de comercio y consta de varias etapas:
Pasos preparatorios: van desde la presentación de la solicitud de insolvencia ante el tribunal hasta la emisión de una orden que autorice el procedimiento.
Pasos comunes: Una vez completados los trámites, hay que nombrar a un experto en insolvencia para que se encargue de las cuentas de la empresa y prepare un informe de pasivos y créditos.
Qué ocurre cuando la sociedad tiene deudas, pero no activos
¿Qué ocurre si una empresa tiene deudas, pero no tiene activos? La ley crea un mecanismo para liquidar las empresas más rápidamente, conocido como procedimiento de insolvencia exprés.
En los casos en los que está pendiente la insolvencia y no hay bienes o los bienes son insuficientes para satisfacer incluso los créditos contra la masa, se puede pedir al juez que dé por terminado el procedimiento y, por lo tanto, cierre el concurso sin necesidad de nombrar un administrador de la insolvencia, y como resultado se abre el procedimiento de insolvencia.
Pasos para evitar la liquidación del patrimonio
Sin duda, la mejor alternativa es intentar salvar la empresa antes de que cierre por completo. Para ello, la mejor alternativa es elaborar un plan de viabilidad que ofrezca un análisis detallado de la solvencia, la liquidez, el nivel de endeudamiento y un conjunto de maniobras a disposición del empresario para renegociar con proveedores, bancos y acreedores en general.
Es importante destacar que la reducción de las deudas es crucial para evitar la liquidación de los activos, que podría ser causada por las reclamaciones y embargos de varios acreedores que tienen la capacidad de iniciar los procedimientos de insolvencia apropiados. Antes de cerrar una empresa con deudas, es aconsejable explorar otras opciones para facilitar el pago de la deuda, como la renegociación de aplazamientos y reducciones de pago con los acreedores.