Madrid es una ciudad grande en la que existen multitud de posibilidades para encontrar una oficina en alquiler barata, pero es importante la paciencia y el tiempo si deseamos encontrar algo que tenga un buen precio y se adapte a lo que buscamos.
La ubicación y sus posibilidades
La ubicación es un factor fundamental para la oficina puesto que podemos estar en zonas más céntricas que serán más caras o elegir zonas bien comunicadas con el centro que sean más baratas. Es decir, no es necesario que busques oficinas en el barrio de Salamanca o de Retiro, puedes buscar en zonas como Alcobendas, Alcorcón, Torrejón o barrios como Tetuán, Embajadores etc.
Además de la comunicación, deberás valorar aspectos como la proximidad con zonas de comerciales o industriales, la densidad de empresas de la competencia, los accesos, el aparcamiento etc.
Formas de buscar
Para buscar la mejor oficina para tu empresa puedes utilizar internet y páginas webs como idealista, que te permitirán filtrar la información por precio, ubicación y características, y establecer alertas para que te avisen cuando se publiquen oficinas con las características que buscas.
Otra buena opción es acudir a un consultor inmobiliario especializado en oficinas, para que te presente varias opciones y te ayuden con la negociación. Ten en cuenta en este caso que te podrán cobrar honorarios.
Finalmente, tienes la opción de centrar tu búsqueda en dos o tres zonas e ir mirando carteles de alquiler por la calle y preguntando a porteros de fincas, por ejemplo. Hay alquileres que, aunque no nos lo creamos, no se publicitan en internet.
Oficina nueva o para reformar
Una oficina nueva va a suponer un precio más elevado, por lo que para abaratar el precio una buena opción a valorar puede ser alquilar una oficina a reformar. No obstante, en este caso es necesario que visites la oficina con un técnico de tu confianza que te sepa decir qué obras son necesarias para acondicionar la oficina y cuánto van a costar.
Si vas a invertir dinero en la reforma de la oficina puedes negociar con el arrendador una carencia (periodo de tiempo durante el cual no se paga la renta) hasta que finalicen las obras, ya que estas lo más probable es queden en beneficio de la finca.
Negocia el precio con el propietario
No podemos partir de la base de que el precio no es negociable. Existen diversas opciones que pueden abaratar el precio: la necesidad de realizar obras (tal y como comentábamos anteriormente) y el tiempo que lleva la oficina en el mercado (con una oficina que lleva mucho tiempo en alquiler es más probable que logremos un descuento en la renta).
Por todo ello, podemos negociar una bajada de renta con el propietario, establecer una carencia o regular un pago de renta progresivo.
¿Y si compartes oficina?
A lo mejor no te lo has planteado, pero si estás comenzando con tu negocio puede ser una buena opción compartir oficina o alquilar un despacho. Saldrá más barato puesto que compartirás gastos y podrás elegir ubicaciones más céntricas.