Desamortización de Mendizábal: ¿Qué fue y qué consecuencias tuvo?
Una de las principales características de la historia española, es la gran cantidad de sucesos económicos, sociales y bélicos que han afectado su desarrollo. Un ejemplo de ello es la desamortización de Mendizábal, un proceso en el que el gobierno expropió y vendió tierras propiedad de la iglesia. Medida propuesta por el entonces ministro de Hacienda Juan Álvarez de Mendizábal a mediados del siglo XIX (1835-1844), con el objetivo fundamental de recaudar fondos para hacer frente a la guerra carlista.
¿Qué es la Desamortización de Mendizábal?
La Desamortización de Mendizábal, o Las desamortizaciones eclesiásticas de Mendizábal. Es como se conoce al proceso en el cual se emitió un conjunto de decretos de expropiación y venta de terrenos y otras propiedades de la iglesia católica. Este suceso tuvo lugar en España a mediados del siglo XIX, más específicamente entre los años 1835 y 1844. Esta medida fue promulgada por Juan Álvarez de Mendizábal, durante su breve periodo como ministro de la Reina Isabel II de España.
Durante esa época el conflicto en cuestión era entre los seguidores de la reina Isabel II y los partidarios de Carlos María Isidro. Desatando un conflicto que requería demasiados fondos, por lo que Mendizábal decidió continuar con el plan propuesto por el Conde de Toreno. La idea madre era expropiar para luego vender todos los bienes de la iglesia que estaban en el territorio español. De esta manera pretendía recaudar los fondos necesarios para hacer frente a los gastos de la contienda.
¿Cómo fue su funcionamiento?
La desamortización de Mendizábal se produjo más específicamente en 1836 y los efectos llegaron hasta 1851. La estrategia básicamente consistía en la expropiación de todo tipo de tierras eclesiásticas para luego venderlas. Estos recursos se usaron para financiar la guerra carlista y posteriormente se enfocaron en las propiedades municipales. La forma de venta más empleada era la subasta pública. Sin embargo, solo los grandes comerciantes de la época podían acceder a estos procesos, ya que el pago era en metálico.
El pretexto de la desamortización de Mendizábal fue que estas tierras se consideraban “manos muertas”, puesto que no tenían productividad alguna. A partir de aquí, se emprendió una gran subasta pública para encontrar el mejor comprador que diera dinero para utilizarlo en el conflicto armado. De esta manera, hubo todo un choque de intereses, debido a que la iglesia siempre ha sido una institución de gran influencia para los españoles. Por ello, esta desamortización generó consecuencias para miles de personas.
Además de los gastos de guerra, el estado empleó los fondos para costear la deuda externa que era bastante grande para la época. Por otro lado, muchos compradores usaron la emisión de títulos de deuda como métodos de pago para las subastas. Así fue como paulatinamente los carlistas se fueron apoderando de grandes recursos que usaron para sus fines personales, lo que generó un roce con la iglesia. No conformes con esto, la táctica también la aplicaron a terrenos en zonas rústicas y de importancia histórica.
¿Cuáles fueron sus características principales?
La desamortización de Mendizábal fue la principal política económica que aplicó el régimen de turno para generar ingresos. El foco de atención fueron los centros religiosos y las propiedades municipales, que tenían bastante terreno para producir. Esto provocó un cambio de paradigma, con respecto a los gobiernos anteriores que habían tenido buenas relaciones con el sector eclesiástico. De esta manera, los españoles vieron a la iglesia con otros ojos, lo que impactó negativamente a la institución. Las pérdidas fueron de una cantidad bastante significativa.
Esta táctica demostró que el estado quería integrar los mercados para lograr mejoras en la productividad. La mayoría de estos terrenos estaban en desuso y en el abandono, así que los nuevos propietarios tenían la oportunidad de ponerlos a producir. En consecuencia, hubo una nueva explotación económica, aunque esto perjudicó a las personas de menores recursos. A su vez, el estado obligó a los compradores a pagar nuevos impuestos debido a su aumento de riqueza, lo que acrecentó sus ingresos rápidamente.
La desamortización de Mendizábal fue una estrategia estudiada con detalle y que se aplicó de forma exitosa en España. El gobierno pudo obtener los recursos que les ayudaron tanto con la guerra como con las obligaciones que tenían ante sus acreedores. No obstante, no fue la decisión más justa que digamos, ya que los pobres no pudieron beneficiarse al no tener dinero para comprar tierras. Aun así, España vivió una época de bonanza y cambios en el panorama económico gracias a esta nueva táctica.
Qué objetivo tenía la desamortización de Mendizábal
El objetivo de la desamortización de Mendizábal era la de obtener capital para la guerra frente a los carlistas. Sin embargo, había una estrategia detrás que buscaba hacer inversiones en tierras que para el momento eran improductivas. Por ello, podríamos decir que era una lucha contra el feudalismo, aunque en este caso los terrenos se privatizaron. Es así como los que se beneficiaron al máximo fueron los nobles y la burguesía, que aprovecharon la táctica para aumentar su patrimonio significativamente.
Así pues, la desamortización es un reflejo de lo que puede provocar una política liberal, ya que quitaron propiedades públicas para dársela a los privados. Por ello es que los que tenían tierras productivas no tenían ningún riesgo de perder lo que habían construido. En consecuencia, la estrategia provocó una gran desigualdad entre pobres y ricos, donde unos pocos tenían mucho poder. A pesar de esto, esta estrategia se mantuvo por más de quince años, ya que los conflictos bélicos y acreedores le exigieron muchos recursos al gobierno.
Qué consecuencias tuvo la desamortización de Mendizábal
El mayor auge de la desamortización de Mendizábal fue en 1844, que era el momento cumbre del conflicto. Luego de esto, los gobiernos siguientes implementaron sus políticas que se distanciaron de las políticas liberales. No obstante, en algunas ocasiones hicieron desamortizaciones, ya que es una fuente segura de ingresos para el estado. La oligarquía y la nobleza alcanzaron niveles de riqueza nunca antes vistos. A pesar del malestar que generó, en los desamparados que no podían hacer nada al respecto.
Esto demuestra todo lo que puede hacer un grupo político con el fin de mantenerse en el poder y lograr sus objetivos. La guerra carlista produjo muchas consecuencias, ya que pocos compradores tenían la visión de convertir las propiedades en terrenos productivos. Estos ingresos fueron una gran fuente de sustento en los años más críticos del conflicto, usándolos de distintas maneras dependiendo de cómo marchaban las cosas. A partir de aquí, la burguesía tuvo un papel preponderante en los siguientes años de la historia contemporánea.
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