La Cepyme aplaude la reforma del Ejecutivo, si bien considera que debería ser «más ambiciosa y mejor adaptada» a las peculiaridades de las pymes, «que representan más del 99 % de tejido empresarial español».
La patronal aboga por que los tipos del impuesto de sociedades estén orientados a la mejora de la capacidad competitiva, «con incentivos fiscales que garanticen una mejor valoración en los mercados y la financiación de las empresas de reducida dimensión».
A su juicio, para ello es fundamental que se produzca una profunda reforma del actual sistema de reducciones, deducciones y exenciones.
Asimismo, califica de «positiva» para las pymes la reserva de nivelación por la que podrán deducir su base imponible hasta un 10 % en el ejercicio fiscal y servir como provisión para cubrir futuras pérdidas en los cinco ejercicios siguientes.
La Cepyme señala que esta medida potencia el reforzamiento de los fondos propios de la compañía y su capitalización, aunque matiza que es insuficiente porque si la empresa no genera pérdidas en ese periodo, solamente difiere los beneficios fiscales de ese menor gravamen a los próximos cinco años.