Los gobiernos suelen tener múltiples gastos que cubrir y para ello utilizan diversos modos de financiamiento. Uno de ellos, y de los más empleados en la actualidad son los bonos del estado, que buscan obtener ingresos de los ciudadanos a cambio de un interés fijo. Normalmente, estos instrumentos se vencen cada cierto tiempo y se publican en el banco central de la nación. Es un mecanismo catalogado como de renta fija, ya que el gobierno se compromete a devolver el monto en un plazo establecido.
¿Qué son los bonos del Estado?
Los bonos del estado son valores que le permiten al gobierno obtener ingresos por financiamiento que se usarán para costear diversas políticas públicas. Dicho de otra manera, cuando las ganancias del ejecutivo no son suficientes para cubrir todas las obligaciones que ha contraído, se emiten bonos de deuda para recibir dinero fresco del mercado, sin elevar la tasa impositiva. No obstante, el gobierno debe garantizar que devolverá el dinero con unos intereses adicionales y que se pagarán en un tiempo específico.
Aunque pueden ser adquiridos por cualquiera, los grandes compradores suelen ser las compañías. La mayoría ven en este instrumento una buena oportunidad para invertir parte de sus excedentes. Aunque su rentabilidad no es muy alta, estos mecanismos se consideran una inversión segura, ya que el estado garantiza el pago de intereses además del monto recibido. Con todo, este mecanismo ofrece muchos beneficios para ambas partes, emisor y comprador, de allí que son uno de los instrumentos más usados por los gobiernos.
¿Se pueden comprar bonos del Estado?
Los bonos del estado normalmente se compran a través del Banco Central de cada país. En el caso de España, el Banco de España es el que funge como intermediario. Se puede acudir a cualquier oficina de la institución para formalizar la compra de estos activos. Posteriormente, se debe indicar el código exacto del bono y el banco emitirá los documentos respectivos. Es un proceso rápido que no suele durar más de 40 minutos, y permite hacer una inversión redituable.
Además del Banco de España, también se pueden comprar bonos a través del Tesoro Público. Solo hay que ingresar a su página web y buscar la opción que más se ajuste. Por otro lado, además también se puede invertir en bonos mediante la banca privada, pero antes hay que investigar si tienen el bono que se quiere adquirir. Luego, dirigirse a la sede del banco para seguir el proceso que exige la ley, de forma similar que en el Banco de España.
¿Cómo funciona la venta de los bonos del estado?
Los bonos del estado funcionan como una promesa, en la que nos darán una rentabilidad cada cierto tiempo. Las ventas funcionan mediante subastas, donde se asegura una gran competitividad y liquidez. Asimismo, se ofrecen diversos precios para obtener la mayor rentabilidad posible. Recordemos que el estado busca fondos para financiar diversos proyectos que con sus propios recursos no puede costear. Estos tienen una duración máxima de cinco años y se pagan anualmente. Luego, una vez que estén publicados el inversionista puede comprarlos según las opciones que mostramos anteriormente.
Una vez que somos propietarios del título, solo debemos esperar a que se cumplan los plazos para recibir el interés prometido. Lo recomendable siempre es investigar la situación económica del gobierno antes de inyectar nuestros recursos. Lamentablemente, muchos bonos no son pagados a tiempo por una mala coyuntura financiera, lo que afecta a todos los inversionistas. Al final, ninguna inversión termina siendo segura, aunque los bonos tienen altas posibilidades de dar rentabilidad, pero en baja medida. El análisis sigue siendo la clave de todo.
¿Cuál es la rentabilidad de los bonos del Estado?
A pesar de que normalmente se puede saber con antelación cuánto ganaremos con los bonos del estado, conviene saber cómo calcularlo. Para esto está el TIR, que determina la rentabilidad exacta que nos dará el instrumento. Generalmente, los rendimientos suelen estar alrededor del 5%, pero al final siempre recibiremos menos o más de eso. Esto se debe a que el estado devuelve un poco menos o más del monto invertido, reduciendo así nuestra rentabilidad. Sin embargo, para saber con exactitud cuánto recibiremos podremos usar la siguiente fórmula.
El TIR será igual al precio de reembolso dividido entre el precio de compra. No obstante, esto dependerá de los cupos del bono a lo largo de los años. Afortunadamente, en la actualidad existen programas informáticos que nos ayudan a calcular la rentabilidad de estos instrumentos. Cada fórmula se ajusta a las variables de cada bono, lo que nos servirá para medir las utilidades exactas que nos dará. Una vez hecho esto nos daremos cuenta de que no todos los bonos del estado son tan rentables como parecen.
Factores que influyen en los precios de los bonos del estado
Los bonos del estado se caracterizan por ser una inversión relativamente estable y segura. Sin embargo, existen algunas variables que influyen en el precio de estos mecanismos de deuda. Podemos comprar un bono y venderlo a un tercero al precio del mercado, lo que podría dar ganancias o pérdidas. La cotización depende de la rentabilidad que se le ofrece al inversionista. Aquí hay que tener en cuenta el valor nominal, que es el que pagamos cuando compramos el instrumento, y el valor de mercado que es la cotización real.
Si solo buscamos comprar un bono hasta su vencimiento no tendremos que preocuparnos por esto. De lo contrario, hay que estar atento a su fluctuación y esto dependerá de las tasas de interés. Si esta aumenta por encima de lo que ofrece el bono, será menos atractivo, ya que habrá otros productos que ofrecen mayor rentabilidad. No obstante, si la tasa baja, el precio del bono aumentará, porque será un activo que ofrece buenas ganancias. Además, hay que valorar las calificaciones de agencias, el rendimiento del mercado bursátil y la inflación.
¿Cuál es la diferencia entre bonos del estado y letras del tesoro?
Cuando vamos a invertir en renta fija, hay dos instrumentos que sobresalen de los demás. Estos son los bonos del estado y las letras del tesoro. A pesar de que ambos son emitidos por el estado con la finalidad de obtener recursos para financiar proyectos, se diferencian en pequeñas cosas. La principal es que las letras del tesoro se emiten a corto plazo, con un vencimiento máximo de dos años. Generalmente, su duración varía de 3 a 18 meses, dependiendo de los objetivos.
Mientras tanto, los bonos se emiten a largo plazo, teniendo un plazo superior a los cinco años. Esta es la gran diferencia entre ambos y lo que determina su comportamiento. No obstante, ambos dan abonos anuales que amortizan parte de la deuda con el inversionista. De esta manera, podemos invertir en los dos para aumentar nuestras posibilidades de ganar dinero. De ser así, hay que procurar estudiar todo acerca de los bonos del estado para asegurarnos que obtendremos ganancias por esa inversión.