Es casi imposible hablar de economía sin mencionar a Adam Smith, uno de los filósofos y economistas más relevantes de toda la historia. Nació en Escocia y ganó popularidad al escribir la obra ‘La Riqueza de las Naciones’ en el año 1776. En ella pretendió explicar cuál era el proceso de creación de los países y su respectiva administración. Esta obra le permitió ser considerado como el padre de la economía moderna, a tal punto que se le nombró rector honorífico de la Universidad de Glasgow.
Se reconoce como uno de los precursores del libre mercado. Además de ser un defensor de la propiedad privada y la oferta y demanda como mecanismo para la fijación de precios. Su influencia fue tan alta que durante su vida se publicaron seis ediciones de su primer libro. Fue traducido a seis idiomas y generó todo tipo de debates en su época. Antes de su muerte dejó varios ensayos que sus colaboradores publicaron con el paso del tiempo, lo que aumentó su importancia dentro de la historia de la economía.
¿Quién fue Adam Smith?
El considerado padre de la economía moderna nació en el año 1723 en una pequeña ciudad escocesa al norte de Edimburgo. Tuvo como mentores a pensadores de la talla de Frances Hutcheson, David Hume y Francois Quesnay. A la edad de 36 años publicó su primer libro: ‘La Teoría de los Sentimientos Morales’. Esta es una de las obras de su estilo más destacadas del mundo. En ella, Adam Smith muestra cómo el hombre tiene la suficiente capacidad de empatía para relacionarse con otros en pro de lograr los objetivos, algo totalmente opuesto a otras teorías.
Sin embargo, lo que lo llevaría a la cima sería ‘La Riqueza de las Naciones’, que casualmente fue publicada el mismo año de la independencia de Estados Unidos. Aquí toca temas como la división del trabajo, el origen y cómo suele ser usado el dinero o el sueldo de los trabajadores. También, sobre la fijación de precios. Para continuar con su teoría escribió cinco ediciones más. En ellas, habló sobre el trabajo productivo e improductivo, historia, políticas económicas de los países europeos y la recaudación de impuestos y la administración de la justicia.
La teoría del valor del trabajo de Adam Smith
Esta es una de las teorías más conocidas de Adam Smith, a pesar de que está ligada más a la economía marxista. Para él, el precio de cualquier mercancía está ligado a la cantidad de trabajo que es necesario para comprarlo, lo que ejemplifica lo que tiene que trabajar una persona para obtener ese producto. En esta teoría, también habla acerca de las herramientas como una forma para facilitar la adquisición de este bien. Es decir, el valor de un vehículo para transportarnos incluye además todo lo que hemos trabajado para adquirirlo.
Aquí, Smith señala que el trabajo es la medida de mayor precisión para determinar el valor de cualquier producto. Mientras que el valor lo define como el trabajo que tendría a cambio de ese bien. Esta visión argumenta que en toda mercancía interviene el trabajo de muchos hombres que realizan el proceso de creación de un artículo. Es por ello que la fuerza de trabajo tiene un precio que debe ser remunerado para costear el esfuerzo de la mano de obra.
Sin embargo, en esa teoría hubo un gran vacío y es que el valor del esfuerzo no siempre se toma en cuenta por el consumidor. Esto genera un gran conflicto a la hora de llegar a un precio final. El cliente casi nunca puede saber cuánto trabajo lleva una mercancía para ser creada. Además de que hay oficios que requieren mucho esfuerzo, pero históricamente han sido los peores pagados, como los obreros. Estas incongruencias lo obligaron a crear la teoría de los costes de producción.
Teoría de los costes de producción
De esta manera surge la teoría de los costes de producción, para responder así a todas las interrogantes que generó la teoría del valor. Aquí Adam Smith señala que el precio es igual a la suma de tres elementos: la ganancia, la renta y el salario, así que incluye muchas más variables que en la teoría inicial. El economista llega a esta conclusión, ya que a su juicio el valor de un bien dependerá del gasto que haya que invertir en su elaboración.
Para poder justificar lo que explicaba en la teoría anterior, Smith indicó que todas las ganancias realmente provenían de pequeñas comisiones que iban destinadas a los salarios, el coste principal de cualquier empresario. Sin embargo, después de mucho tiempo acabó aceptando una situación que se convirtió en norma general. Esa situación implica que un aumento en el capital de inversión incrementa el valor de la mercancía y no disminuye el porcentaje dirigido a salarios. Esto generó muchas discusiones entre sus críticos.
Esta teoría no estuvo exenta de críticas, ya que el filósofo dejó por fuera muchas variantes que pueden surgir a la hora de fijar el precio de cualquier producto. Entre ellas, la ley de oferta y demanda, libre competencia y calidad de un bien. A pesar de esto en las demás publicaciones de ‘La Riqueza de las Naciones’ intenta explicar parte de su pensamiento. Esta obra generó un movimiento que aún puede verse en las aulas de clase de diversas facultades de economía a nivel mundial.
Críticas a Adam Smith
La idea principal de Adam Smith era que a través de la economía de mercado se puede alcanzar un bienestar integral, donde cada individuo lucha por lograr sus propios objetivos. Esto ha sido motivo de crítica de muchos autores. Especialmente, los de corte izquierdista que tienen en Karl Marx su máximo exponente. Hay países donde se ha aplicado el libre mercado y aún tienen problemas de desigualdad y pobreza. Estos países son ejemplo para el argumento de estas personas, que siguen buscando el sistema perfecto para crecer.
Sin embargo, también hay algo de incongruencia en sus conceptos. Ya que en algunas ocasiones señaló al ser humano como una especie egoísta y fría, que solo se interesa por sus propios objetivos. No obstante, en uno de sus libros menciona como el hombre es un ser empático que puede forjar relaciones con otros para poder lograr las metas planteadas. A tal punto que dio clases de Filosofía Moral en la Universidad de Glasgow. Estas incongruencias son algunas de las críticas que aún prevalecen en su contra.
¿Cuál fue el mayor aporte de Adam Smith a la economía moderna?
Con toda esta información podemos decir que Adam Smith fue uno de los teóricos más influyentes de la economía moderna, destinando gran parte de su vida a idear una serie de conceptos que permitieron entender el comportamiento de los agentes económicos. Fue precursor del capitalismo y del libre mercado como el sistema ideal, algo que ha sido replicado por múltiples casas de estudio, siendo toda una escuela de pensamiento liberal. Su aporte a la comunidad académica es incalculable y día a día se lo hacen saber.