J.L. Bonet, Cámara España: «Apoyamos ideas que se convierten en empresas»

La Fundación Incyde de las Cámaras de Comercio de España ha presentado el balance de la Red de Incubadoras de Alta Tecnología impulsadas gracias al Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). Entre sus datos más relevantes destaca el apoyo a más de 45.000 emprendedores y empresas en todo el país, ha incubado cerca de 7.600 empresas y ha generado más de 17.400 empleos directos. Su tasa de supervivencia, en el caso de las incubadoras, supera el 80%, lo que demuestra su solidez.

Esta red de infraestructuras de apoyo al emprendimiento de alta tecnología de Europa integra 212 espacios activos, de los que 26 son Incubadoras de Alta Tecnología, 143 viveros de empresa y 43 coworkings digitales.

Su financiación asciende a 215 millones de euros procedentes del Feder y su propósito es claro: convertir ideas en empresas sostenibles, conectar talento con tecnología y reforzar la cohesión y competitividad del tejido empresarial en todos los rincones del país.

José Luis Bonet, presidente de la Fundación Incyde y de la Cámara de Comercio de España nos cuenta cuáles son sus próximos pasos, su impacto en el territorio dónde se ubican y la necesidad de impulsar sectores emergentes como la  movilidad sostenible, la digitalización del ámbito rural, la ciberseguridad o la tecnología avanzada.

– ¿Qué balance realiza de los logros alcanzados hasta ahora por la Red de Incubadoras de Alta Tecnología impulsada por la Fundación Incyde?

La Red de Incubadoras de Alta Tecnología impulsada por la Fundación Incyde de las Cámaras de Comercio, gracias a la financiación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), es ya un caso de éxito reconocido tanto en el ámbito nacional como europeo. Se trata de un despliegue estratégico que ha demostrado su capacidad de impacto económico y social.

Gracias a una inversión de más de 200 millones de euros, se han puesto en marcha 26 incubadoras especializadas, integradas en un ecosistema que supera los 200 espacios si se incluyen viveros y coworkings digitales. Este despliegue ha permitido apoyar a más de 45.000 emprendedores, incubar cerca de 7.600 empresas y generar más de 17.400 empleos directos. La tasa de supervivencia empresarial en el caso de las incubadoras supera el 80%, lo que demuestra la solidez del modelo.

Pero más allá de las cifras, el verdadero valor de la Red lo avalan los propios emprendedores, como se puso de manifiesto en el reciente encuentro «Donde nacen las ideas: historias reales desde el ecosistema de incubación empresarial». Este acto, que se celebró en Madrid, reunió a startups, instituciones y representantes del ecosistema para visibilizar el impacto real de estas incubadoras sobre el terreno.

Los proyectos incubados destacan por su innovación, su compromiso con la sostenibilidad, la digitalización o la salud. Es esa calidad y diversidad lo que ha llevado a la Comisión Europea a reconocer a varias incubadoras de la red como ejemplos de Buenas Prácticas en la gestión de fondos europeos en el marco del Programa Operativo Feder 2014-2020.

Estrategia bien definida

– ¿Cuáles han sido, en su opinión, los principales factores de éxito para la inserción laboral y el impulso emprendedor a través de esta red?

El éxito del modelo de incubación de Incyde no es fruto del azar, sino de una estrategia bien definida. La especialización sectorial ha sido clave para lograr tasas de supervivencia empresarial muy superiores a la media, frente a espacios genéricos sin equipos técnicos específicos.

Además, el acceso a la formación y a la mentoría personalizada permite a los emprendedores afrontar desde el inicio los retos reales de su negocio. A todo ello se suma la colaboración con actores clave como universidades, centros tecnológicos, administraciones públicas o entidades tractoras que refuerzan el ecosistema.

Por último, la orientación al mercado y la validación temprana de los proyectos, con pilotos reales y clientes desde las primeras fases, reduce el riesgo de abandono y mejora la viabilidad. Todo ello ha contribuido a consolidar un modelo eficaz, generador de empleo e impacto.

– ¿Qué papel juega el ecosistema de incubadoras en el desarrollo económico de los territorios y la retención del talento local?

Las incubadoras impulsadas por Incyde gracias al Fondo Feder desempeñan un papel clave en la dinamización y vertebración económica y social de los territorios, ofreciendo a los emprendedores formación, acompañamiento y conexiones estratégicas que les permiten desarrollar sus proyectos sin tener que desplazarse a grandes núcleos urbanos.

Durante el reciente encuentro con emprendedores, lo explicaba muy bien Luis Fernández, socio fundador de Cex Energy, una startup incubada en la IAT Matriz, Incubadora de Alta Tecnología para la Transición Verde y Digital que tiene su sede en Mengíbar (Jaen). Su empresa desarrolla soluciones energéticas para la industria, como captadores solares micro CSP que permiten reducir costes y avanzar en la descarbonización.

Pero, más allá de la innovación tecnológica, su proyecto está generando empleo y fortaleciendo el tejido empresarial en Linares, una de las ciudades con mayor desempleo de España. Para él, el ecosistema que rodea a la incubadora ha sido determinante para crecer desde el territorio y con impacto local.

Triunfan sectores como la salud y la biotecnología

– ¿Qué tipo de ideas o sectores están encontrando mayor acogida en estas incubadoras? ¿Hay alguna tendencia destacable?

Vemos una fuerte presencia de proyectos en sectores como la biotecnología y la healthtech, que reflejan el crecimiento sostenido del ecosistema emprendedor en España en torno a la salud y la innovación científica. También destacan iniciativas en foodtech y agrotech, vinculadas a la sostenibilidad alimentaria y la transformación del sector primario.

Otro ámbito emergente es la logística 4.0 y la movilidad inteligente. En el último encuentro, por ejemplo, conocimos a Grasshopper Air Mobility, una startup incubada en la IAT Logistics 4.0 del Consorci de la Zona Franca de Barcelona, que desarrolla drones eléctricos de carga pesada. Su dron insignia puede transportar hasta 350 kg a una distancia de 200 km, e incorpora funciones de carga y descarga autónoma integradas con sistemas logísticos de la Industria 4.0. Una solución disruptiva que plantea nuevas posibilidades para el transporte industrial en entornos como polígonos empresariales.

En general, son proyectos con una fuerte base tecnológica, orientados al mercado y con vocación de impacto económico y social.

Especialización sectorial hacia sectores emergentes

– De cara al futuro, ¿cuáles son los retos y prioridades para consolidar y escalar este modelo de incubación con apoyo de fondos europeos?

Las Incubadoras de Alta Tecnología ya se han consolidado como una red de infraestructuras sólidas, eficaces y una auténtica palanca de modernización del tejido productivo. El reto ahora es escalar su impacto, extender su alcance y reforzar su capacidad transformadora en todo el territorio.

Para ello, será clave avanzar hacia una mayor especialización sectorial en áreas emergentes como la movilidad sostenible, la digitalización del ámbito rural, la ciberseguridad o la tecnología avanzada. También es prioritario fortalecer los mecanismos de financiación, combinando el apoyo de los fondos europeos con inversión privada, y ofreciendo al emprendedor no solo infraestructuras, sino también formación, mentorización y recursos para desarrollar pilotos o acceder a financiación.

Otro eje fundamental es la internacionalización. Llevar estos proyectos más allá de nuestras fronteras, facilitar su acceso a mercados internacionales y reforzar la cooperación con otros ecosistemas innovadores europeos son prioridades clave para consolidar un modelo que ya está generando impacto real.

Consolidar este ecosistema pasa por conectar talento, tecnología y capital en torno a proyectos con alto potencial transformador.