Destinos: Descubrimos Albania, el país de las mil ventanas
Un rinconcito en el mediterráneo, entre el mar Adriático y Jónico, y con más de 2,8 millones de habitantes -100.000 más de los que tiene Galicia concentrados en la misma superficie-, esto nos permite hacernos una idea de las dimensiones de este desconocido país, Albania.
Estamos en 2023 y este año, por primera vez en la historia, en la temporada de verano, habrá un vuelo especial semanal a Albania desde España. Coincide además con la inauguración de fantásticos hoteles de playa por parte de una cadena hotelera española, y nos parece muy oportuno lanzarnos a conocer este magnífico país.
Albania es pequeña, manejable, con excelentes playas y rebosante de historia. Además, no es un destino -todavía- masificado, ya que su apertura al turismo internacional es todavía reciente. Una delicia de territorio para ser explorado.
¿Por dónde empezar?
Tal vez en Berat es donde se puede observar mejor la mezcla de culturas, religiones y políticas que han conformado este país. Berat es «la ciudad de las mil ventanas», la que motiva el título de este artículo. Las cientos de ventanas, dispuestas aleatoriamente por toda la caída de su fisionomía, le dan un aspecto espectacular: es un atractivo único. Desde las alturas observa su fortaleza, que data del siglo IV antes de Cristo y ha sido ocupada por romanos, búlgaros, serbios y turcos.
Desde el río las casas parecen trepar por las laderas y adentrarse por sus estrechos callejones peatonales, una experiencia difícil de repetir en otras ciudades del mundo. Hay tres barrios en la ciudad: Mangalemi, Gorica y Kala, la combinación del islamismo, el cristianismo ortodoxo, y su histórico castillo, un lugar que parece anclado en el tiempo.
Y así, a cada paso, lo que sorprende de Albania es que nos adentramos en un país cercano y desconocido, que se está abriendo al turismo internacional desde hace pocos años. Una puerta ventana abierta a través de la cual conocer mejor su idiosincrasia, su cultura, sus tradiciones, su gastronomía… todavía virgen.
Playas de arena virgen
Su línea de costa intacta de calas, playas semi desérticas de piedrecitas o cantos rodados, son una delicia. En el sur, bañadas por el mar Jónico, está la zona que se denomina «la Riviera Albanesa»; un tramo de algo mas de 100 kilómetros donde se encuentran las mejores playas. El viajero que desee visitarlas debe bajar desde Vlorë, hasta la frontera con Grecia. Alguna playa ya se ha masificado un poco en verano, otras son de acceso muy complicado o solo por el mar (pensemos que todavía falta un desarrollo de infraestructuras y urbanístico… y eso se nota).
Te animo a llegar a Porto Palermo Beach, un lugar de aguas transparentes y colores fascinantes. En realidad un conjunto de calitas, alguna con chiringuito, sombrillas… una delicia de lugar. O «Llamami Beach», que además de estar encajada entre dos colinas, lo que la resguarda perfectamente, tiene bastantes bares y restaurantes frente al mar para disfrutar de un día fantástico. Escapar a la península de Karaburun es un objetivo ideal, pero solo se puede ir en barco desde Vlorë, así que son todo playas vírgenes.
Pese a su historia y sus playas solitarias, dos terceras partes del territorio albanés es montañoso y fácil de conectar con la naturaleza. En Los Alpes Albaneses, por ejemplo, el parque nacional de Valbona es un pequeño paraíso, y el Manantial de ojo Azul sorprende por su belleza, en el Parque Nacional del Abeto de Hotova, o las cascadas de Grunas.
Gastronomía albanesa
Es el momento de disfrutar de su gastronomía, variada a lo largo de sus tres regiones. En el sur domina la gastronomía de costa, donde es muy habitual el pescado y el marisco. Al igual que en España, utilizan para casi todo el aceite de oliva. La influencia italiana se nota mucho en sus pizzas y la pasta que domina la cocina local, pero los platos albaneses saben a comida casera, son sabrosos y combinan una gran variedad de ingredientes.
De todas formas, el plato nacional de Albania es el Tavë Kosi, un preparado de cordero con arroz que se asa con una mezcla de yogurt y huevos. Pero como es original de Elbasan, lo ideal es hacerse una escapadita esta ciudad (a unos 50 minutos de Tirana). Una vez allí, la Taverna Kala es un lugar sencillamente delicioso, mágico por su decoración, el ambiente y su cocina.
Espero que disfrutes de esta sugerencia, por su novedad, cercanía, desconocimiento, falta de masificación y porque los precios son realmente asequibles… ¡por el momento!