Cuando a comienzos de la década de los 70 el cajero automático irrumpió en escena, los clientes de las entidades financieras ya no estaban obligados a cumplir con el horario estricto de 9:00 a 17:00 horas del banco para tener acceso instantáneo al dinero en efectivo, realizar transferencias o depositar fondos. La introducción de la banca móvil hace ya más de una década permitió a los clientes un acceso al dinero aún más rápido y en cualquier momento.
Hoy en día la integración de la IA de reconocimiento de voz permite realizar servicios bancarios automatizados más rápidos para los clientes, que pueden consultar el saldo de su cuenta con un simple comando de voz. El dinero nunca ha estado más cerca de nuestros bolsillos, ya que la banca digital ha abierto nuevas oportunidades y ha ampliado la accesibilidad financiera a nivel mundial.
Los clientes son los que marcan la pauta del futuro de la banca, por lo que las instituciones financieras deben elegir entre modernizarse a través de las tecnologías adecuadas, o quedarse atrás frente a sus competidores. Al mismo tiempo, la evolución tecnológica ha abierto la puerta a nuevas vulnerabilidades de seguridad como el fraude financiero, las ciberamenazas y las violaciones de datos. Todas ellas constituyen una amenaza creciente, ya que mantener la seguridad y la privacidad sigue siendo primordial para las instituciones financieras de todo el mundo.
No hay duda de que los clientes demandan experiencias bancarias digitales rápidas, fluidas y cómodas. Esta es la razón por la que a las entidades financieras puede preocuparles que la modernización de los sistemas existentes provoque disrupciones en el servicio, además de generar un alto coste y riesgo. Por otra parte, seleccionar estratégicamente qué aplicaciones modernizar y cómo, podría generar un mayor retorno de la inversión que eliminar o reescribir las aplicaciones clave heredadas para trasladarlas a una nube pública.
Así pues, la pregunta es: ¿Modernizar implica necesariamente realizar una migración?
Aprovechar el enfoque que proporciona la nube híbrida permite modernizar y actualizar las implementaciones existentes de forma sencilla. Esto, en última instancia, permite a las instituciones financieras decidir qué entorno les favorece más (ya sea en la nube o en sus instalaciones) y qué tipos de infraestructura se adaptan mejor a cada una de sus cargas de trabajo. Cuando se hace de forma adecuada, los beneficios de la modernización de las aplicaciones pueden conducir a una mayor agilidad, escalabilidad bajo demanda y ahorro de costes a lo largo del tiempo.
Mejorar la eficiencia y la capacidad de respuesta con la nube híbrida
Los bancos suelen decir que buscan una forma más eficiente y flexible de compartir información bancaria con aplicaciones de nube híbrida que no interrumpan sus aplicaciones bancarias principales. Gracias al uso de plataformas modernas y probadas, las instituciones financieras pueden modernizar las aplicaciones e implementar servicios en la nube basados en sus necesidades de negocio. El objetivo es ofrecer resultados empresariales más precisos y una mejor experiencia para el cliente, todo ello manteniendo la seguridad y la confianza existente y salvaguardando la privacidad de la información.
Un ejemplo de ello es CaixaBank, grupo financiero líder en España, que combina una estrategia de ejecución de cargas de trabajo a escala masiva en la nube con la iniciativa de mainframe inteligente del banco aprovechando IBM zSystems. Con el objetivo de aumentar la agilidad, la eficiencia y el tiempo de comercialización, el banco está ejecutando un plan para trasladar todas sus aplicaciones de sistemas intermedios a la nube. En paralelo a su iniciativa estratégica de TI, esto pretende obtener el máximo rendimiento y eficiencia del entorno mainframe de CaixaBank.
Por otro lado, Rural Servicios Informáticos (RSI) anunció que adoptará IBM Cloud For Financial Services, la nube especializada para el sector financiero, para evolucionar su plataforma de gestión bancaria, IRIS, a un entorno de nube y así consolidar su posición de liderazgo y facilitar la transformación digital de sus clientes y socios. Además, también han empezado a utilizar el último modelo de la familia Z, el IBM z16, capaz de detectar y prevenir el fraude financiero de forma más eficiente, gracias al chip Telum Processor, que posee un acelerador de IA integrado.
En definitiva, la modernización, si se realiza teniendo en cuenta la nube híbrida, la seguridad en cloud y la selección de la infraestructura más adecuada, permite a las empresas aprovechar plenamente los beneficios y el valor a largo plazo de sus inversiones en TI. La modernización debe incluir todos los aspectos de una aplicación: (arquitectura, desarrollo, seguridad, cumplimiento de la normativa y resistencia de la aplicación) un sistema completo que los clientes deben examinar de forma holística, ya que no existe un enfoque único. Las herramientas de desarrollo actuales están diseñadas para ayudar a transformar los entornos in situ; las tecnologías de nube híbrida pueden afectar a la integración entre los entornos on-prem y off-prem, y las tecnologías de nube adecuadas pueden ayudar a las entidades financieras a asegurar lo que pertenece a la nube pública.
En pocas palabras, la modernización incluye una amplia gama de opciones que se deben adaptar a los objetivos empresariales y de TI.
Sobre el autor
Alfred Escala es vicepresidente de Plataforma Cloud para España, Portugal, Grecia e Israel. Desde que se incorporó a la compañía en 2022, ha ocupado diferentes puestos de responsabilidad.
En 2021 estuvo al frente del área Banca y Mercados Financieros para IBM EMEA. Alfred tiene un Máster en Administración de Empresas por ESADE y está licenciado en Dirección Financiera por el Institut d’Estudis Financers.