La pandemia de la covid-19 ha cambiado la forma en que vivimos y trabajamos de una manera sin precedentes. El teletrabajo se convirtió en el modo habitual de trabajo de muchos empleados durante el periodo de confinamiento y sigue siendo una práctica extendida en muchas empresas para garantizar la seguridad de sus empleados. Además, se ha visto demostrado que el trabajo en remoto puede ofrecer una mayor flexibilidad y autonomía en la organización, mejorando la eficiencia y la productividad.
Puede contribuir a un mejor equilibrio entre el trabajo, la vida familiar y el tiempo libre, así como reducir los desplazamientos. Por todo ello, los expertos apuntan a un auge del teletrabajo tras la crisis sanitaria del coronavirus. Así lo expone el investigador de Eurofound, Oscar Vargas Llave, en su estudio ‘Telework, ICT-based mobile work in Europe: Trends, Challenges and the Right to Disconnect’.
Según las cifras expuestas en el informe, antes de la pandemia alrededor del 18% de los trabajadores en la Unión Europea utilizaba fórmulas de trabajo a distancia, siendo los países del norte de Europa los que más implantación del teletrabajo tenían. De este modo, Estados como Países Bajos o Suecia contaban en 2019 con cerca del 40% de sus empleados trabajando en remoto. En la otra cara de la moneda, el sur del viejo continente registraba porcentajes que no alcanzaban el 10% del total de trabajadores como es el caso de Italia (5%) o España (8%).
Se estima que 1 de cada 5 europeos que han teletrabajado durante la pandemia lo seguirá haciendo
La covid-19 ha alterado el panorama del trabajo a distancia. En julio de 2020, según las encuestas realizadas por Eurofound, alrededor de un 34% de los empleados europeos se encontraba teletrabajando. Los países que más bajos índices de trabajo en remoto presentaban antes de la pandemia ahora superan, incluso, a los Estados del norte de la UE. Es así como, por ejemplo, España ha llegado durante el confinamiento a contar con cerca del 60% de los trabajadores trabajando a distancia. Se estima que uno de cada cinco europeos que han teletrabajado durante la crisis del coronavirus, lo seguirá haciendo tras la pandemia de forma regular u ocasional, con un previsible avance de los modelos híbridos, combinando presencialidad con teletrabajo.
Riesgos del teletrabajo
Pese a las ventajas que puede suponer el trabajo a distancia, también puede difuminar los límites entre el trabajo y la vida privada, al hacer que los trabajadores estén disponibles por teléfono, correo electrónico o mensajes instantáneos fuera del horario laboral normal. “Esta cultura del ‘siempre activo’ puede verse agravada por grandes cargas de trabajo y horas extraordinarias, lo que se traduce en largas jornadas laborales”, señala Vargas quien añade que, además, el trabajo en remoto “puede traer sistemas de monitoreo que invaden la privacidad y la libertad”.
Según el estudio, cerca de un 30% de los empleados europeos que han teletrabajado durante la pandemia han realizado horas extra, llegando incluso a jornadas de más de 48 horas a la semana. “Estos trabajadores tienen más probabilidades de padecer problemas relacionados con la salud, como el estrés y los trastornos del sueño”, advierte el investigador del Eurofound.
Por ello, apunta que es esencial establecer una protección específica para los empleados en acuerdos de teletrabajo e incorporar normativas que recojan el derecho a desconectarse para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores. Aquí en España, la implementación del derecho de desconexión se deja a las partes de la negociación colectiva a nivel sectorial o empresarial.
Crece el teletrabajo en España
Cerca de 2,9 millones de ocupados en España, el 14,5 % del total, han teletrabajado en el último año al menos de manera ocasional, lo que supone un incremento del 74,2 % (1,2 millones más) respecto al número de personas que trabajaban en remoto antes de la pandemia, según un informe de Adecco.
La compañía de recursos humanos ha destacado en un comunicado que se trata de una cifra récord que es consecuencia directa de la crisis sanitaria, pero que sigue siendo inferior a la media europea, que es del 21,5 %. En todas las comunidades ha crecido el número de ocupados en teletrabajo, aunque los aumentos más significativos han sido los de Madrid (200 %) y Cataluña (119 %). En el otro extremo se sitúan Aragón, Extremadura y la Comunidad Valenciana con incrementos inferiores al 20 %.
Además, el informe indica que el trabajo a tiempo parcial ha caído al 14 %, 6 décimas menos que hace un año y el dato más bajo desde junio de 2012, lo que Adecco achaca a que uno de cada cuatro puestos de trabajo perdidos eran a jornada parcial.